Insensateces Políticas
Hay personas que por su determinado cargo tienen acceso a unos datos, que afectan directamente a la población; a una sociedad que nos merecíamos seguir con nuestras vidas, nuestro trabajo, nuestras costumbres y demás.
El Derecho de Manifestación es un Derecho Fundamental, que figura en nuestra Constitución, en el artículo 21.2; se pidió permiso a la Autoridad Competente, y está, a pesar que sabía el “tsunami pandémico” se permitió la fatal concentración que encendió la mecha de dolor, muerte y lágrimas.
Miles de ancianos, y miles de vidas se han perdido en todo el territorio, hemos sufrido el confinamiento aún cuando el Estado de Alarma había terminado; no señoras y señores políticos, así no se gobierna; ustedes están para garantizar la seguridad del Pueblo Único Soberano, y no para cobrar grandes cantidades y escuchar aplausos inmerecidos.
Nos han quitado un trozo de nuestra vida, y todo por una mala gestión de una gestión, la mujer estaba ocupada haciendo sudocus en su despacho, sin prever la grave tragedia nacional, y así estamos; con miedo, con mascarillas y con mil proyectos rotos de este año.
Las vidas de los ancianos, y de muchas personas más, nunca van a volver y la “señora” sigue el su sillón, cobrando una cifra con muchos ceros; la justicia debe ser en este caso impecable.
El Gobierno la tiene que destituir, y abrir una investigación contra su mala actuación en su cargo. Pero no es la única responsable, hay cargos más altos que también sabían lo que se avecinaba y todo el País roto.
El pueblo es sabio, hemos aprendido a respetar a los demás, a vivir con lo poco que tenemos, a contemplar una plaza y a caminar por un hermoso jardín; sin embargo, no debemos olvidar las vidas de estos ancianos, las muertes de España y las de otros lugares con menos recursos.