La cara de la derrota
Este culebrón de fraude financiero dio comienzo casi treinta años atrás, por un gobierno novato, deseoso de cambiar el país y todos creímos en él. Vio “algo” en un grupo de empresas y no dudó en “meterle el hacha”; en su momento el pueblo apoyó la iniciativa de aquel legendario Ejecutivo, pero luego vimos que el barco del cambio hacía aguas.
El pasado viernes nos despertamos viendo en televisión a un hombre derrotado, ido, fuera de si; lo que en derecho se conoce como un o una incapaz; solo con verle, se sabia que ese señor no estaba en condiciones de ser entrevistado.
En sus palabras entrecortadas se contradecían, amenazando con una huelga de hambre, cualquiera entiende que en tal estado nadie puede hacer declaraciones, llenas de contradicciones y referencias a la religión.
Uno, no se explica como el entrevistador no se da cuenta que el entrevistado no está en condiciones de seguir una conversación coherente; es una falta de ética tal hecho. Por parte de la cadena dejó mucho que desear al emitir tal “número”, teniendo en cuenta que se trata de un anciano, enfermo y abatido.
La conducta de la familia tampoco estuvo acertada, nunca debió exponer a su padre delante de todo el país en ese estado, si pretendían conmover a la justicia se han encontrado con la puerta cerrada; a no ser que corra el maletín, que todo es posible…
Los suyos nunca han actuado como es debido, siempre han querido destacar con anuncios, en el deporte… no han tenido un mínimo sentido de prudencia, en vez de dedicarse a sus empresas calladamente, remontando el “Imperio” que levantó su padre; es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en los negocios.
Aún con todos sus problemas El Clan, sigue adelante con su andadura empresarial; desoyendo cualquier reclamo de la justicia, y aún pidiendo “favores” de esta.
Nunca se debió emitir esa entrevista que puso en ridículo a un hombre, que pese a lo que haya hecho, también tiene dignidad, y en esas declaraciones se le dejó en muy mal lugar, eso no se hace con un ser humano.
