El mundo de la política dio de comer a la RTVV y ahora mata un servicio público
La Generalitat Valenciana ha anunciado en un comunicado oficial el cierre de Canal Nou y de Radio Nou, la televisión y radio pública valenciana desde hace 24 años, en un hecho sin precedentes en un mundo audiovisual español. El president Alberto Fabra ha dado un paso que muchos temían pero no quería verlo llegar. Ha sido el primero y otros puede que vengan después.
La declaración de nulidad del ERE por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que los dirigentes de RTVV, o se la Generalitat, realizaron fue el detonante de una muerte cuasi anunciada de una organismo que ha dado voz a miles y miles de valencianos y de entidades y organizaciones que con el cierre.
Fuera de todas las consideraciones políticas que se han producido hoy es el turno para recordar que el paro subirá en pocas semanas porque muchos profesionales del mundo de la comunicación lo engrosaran.
Hablan del elevado coste económico para mantener en pie la RTVV pero pocos se acuerdan de que los políticos, sí los políticos primeros del PSPV y después de UV y del PP, fueron engordando la plantilla que al final ellos, los políticos, se han encargado de airear que estaba sobredimensionada.
Hablan de que ese dinero es necesario para mantener un estado del bienestar que está sufriendo recortes y más recortes desde hace varios años.
Hablan también otros compañeros de alegría contenida cuando lo lógico es dar soporte a unos grandes profesionales, a muchos de ellos conozco y he compartido mesa y mantel, cuando quienes alardean del cierre quizás hasta hayan trabajado en ese mismo ente que le quedan pocos meses y les ha dado de comer cifras mensuales que ustedes se asustarían.
El mundo de la política dio comida a un niño que se hizo grande y ahora lo mata pero no mata a una entidad privada, que vive de sus ingresos, sino a una organización se servicio público a la sociedad, en éste caso la valenciana, y en cuya plantilla, como muchos se encargan de recordar hay enchufados.
Claro que los habrá como en toda empresa privada, pública o institucional pero no por ello dejan de ser unos grandes profesionales que han cumplido con su trabajo y con las directrices de sus responsables políticos, como en toda empresa privada las hay, o acaso descubrimos algo.
La televisión pública, la valenciana, debería haber sido plural y no lo fue pero ahora, desde el anuncio de su cierre, lo está siendo y son los trabajadores quienes utilizan sus armas para recordar que existen y exigen que siga abierta como otros políticos la utilizaron para ganar elecciones cuando todos las daban por perdidas.
Y del futuro. Pues de eso luego vendrá aunque como apuntaba ya algún medio se prepara una televisión con varias decenas de trabajadores.
Hoy se debe estar al lado de los trabajadores porque son profesionales de la comunicación y muchos tienen a sus esposas o maridos en el paro y ahora caminarán por una senda en la que nadie quiere estar y porque la libertad de expresión pierde un medio donde expresarse en su mayoría en valenciano. No les han dejado ni celebrar las bodas de plata ni buscar una tercera vía.
Desde éste digital privado que lleva casi 10 años de andadura sabemos que la lucha será difícil como lo es la nuestra.