Valencia 0, Canarias 220
Lucha de nacionalistas, actores y algún que otro político. Los Presupuestos Generales siempre son la negociación más importante de la legislatura, y como no podía ser de otra manera, también este año han venido con polémica. El PP, como siempre, los ha pactado con los nacionalistas. A falta de mayorías absolutas, nacionalistas para qué os quiero. Lo primero, asegurar el cupo vasco, esa Ley que, en resumen, viene a decir que el gobierno de Euskadi recoge sus propios impuestos, los distribuye como entiende conveniente, y si sobra algo, lo aporta al conjunto del Estado. '¿Qué más da si a mí me va bien?', debe pensar el lehendakari de turno.
Con el apoyo de Ciudadanos, aunque digan que no a la posterior renovación de la 'Ley del Cupo', pues ya saben que el PSOE dirá que sí, los vascos seguirán viviendo en su régimen fiscal, aislado, y el PP seguirá sacando presupuestos adelante. No obstante, en esta ocasión no ha sido suficiente con la derecha nacionalista vasca del PNV, han hecho falta los canarios, y entre ellos, que tienen dos diputados de distintos partidos (Coalición Canaria y Nueva Canarias), también ha habido disputa por ver quien se lleva el gato al agua. Finalmente ha sido Pedro Quevedo el diputado clave en que España tenga Presupuestos, un diputado que salió elegido en lista conjunta con el PSOE y casi de rebote, ha decidido el porvenir del conjunto del Estado para los próximos años, y de paso se ha llevado para su tierra unos 220 millones de euros extra, que casi es nada.
Mientras, Valencia tiene lo que tiene, es decir, lo justito para ir tirando, como diría aquel. Ni tren de la costa, ni mejoras significativas en carreteras, ni tren en l'Altet, ni inversiones importantes en el Puerto de Valencia. Tampcoo hay ayudas al transporte metropolitano, algo incomprensible si tenemos en cuenta que Madrid, Barcelona y ciudades más pequeñas que Valencia sí las reciben. Los Presupuestos Generales de 2017 han pasado de largo por la Comunitat Valenciana, y es que el texto pactado por PP y Ciudadanos, con la ayuda de nacionalistas vascos y canarios, y regionalistas asturianos y navarros, no atiende a las reivindicaciones valencianas, especialmente en materia de infraestructuras, a pesar de que en verano media España veranee, a Dios gracias, en nuestras playas.
Como dijo aquel eslogan hace años, 'Valencia 0'.