Los retos valencianos del 2018
Pasan pocs horas del estreno del nuevo año 2018 y nuestros representantes, y la sociedad en general, deberían tomar buena nota de los objetivos que tenemos por delante en este año preeletoral en el que los partidos políticos empiezan a calentar motores, y a desenfundar espadas, para ganar la partidas en el complejo tablero de ajedrez que conllevará la confección de listas electorales.
La financiación, el desafío independentista y sus consencuencias en la economía valenciana, las infraestructuras, la falta de voz en Madrid y el día a día de la sociedad son algunos de los puntos clave que tenemos por delante. Mientras, los partidos tendrán que calmar sus aguas internas. En el PP la guerra en la provincia de Valencia se encuentra en stand by después de la intervención de Génova, que aplazó cualquier congreso a la espera de que Betoret y Contelles sellen la paz, algo que por el momento no parece que se vaya a producir.
En el PSPV, aunque más tranquilos, también afrontan un proceso de primarias en la ciudad de Valencia donde la teniente de alcalde, Sandra Gómez y la concejala de deportes, Maite Girau, medirán sus apoyos internos de cara al congreso local. En Podemos el lío es constante, y el asamblearismo parece que no acaba de arrancar Habrá que ver qué hacen los de Iglesias a nivel local, si seguir con la marca Podemos o volver a diluirse en siglas localistas.
Tampoco bajan las aguas tranquilas en Compromís. Allí el equilibrio del BLOC, Iniciativa, Els Verds i los independientes siempre es un ejercicio digno de los mejores malabaristas, y no se sabe hasta cuando durará aquello de 'A la valenciana', la coalición formada por Compromís, Podemos e Izquierda Unida de cara a las últimas elecciones generales. Precisamente Izquierda Unida vive en estos meses otra tensión interna y ya aparecen figuras, como la del ex alcalde de Buñol, para intentar unir a facciones enfrentadas desde hace años.
Así, uno de los partidos más tranquilos es Ciudadanos. La formación de Rivera no prevé a corto plazo procesos internos importantes, siempre bajo la sospecha de la teledirección desde Barcelona. Entre los naranjas la voz de Rivera y sus íntimos es palabra sagrada, y tras expulsar a todo aquel que osó a contradecirla, la situación se ha calmado, al menos por un tiempo.
Finalmente habrá que ver qué sucede con formaciones de nuevo cuño como es el caso de PACMA, que silenciosamente sigue su ascenso, los valencianistas de Demòcrates Valencians o la formación de José Enrique Aguar, Contigo. Los retos de los partidos son los retos de todos.