De forment ni un gra
No son pocos los que lamentan la situación que vive Cataluña. Políticos fugados, empresas a la fuga, Generalitat intervenida... Y mientras, los deseos de los independentistas cayendo en picado. No en balde Puigdemont o Anna Gabriel se han fugado, literalmente, a otros países. Engañaron e ilusionaron a muchos con promesas que sabían que no podían cumplir. Y ahora, ante la caída del telón de acero del nacionalismo, han puesto tierra de por medio.
Los ciudadanos, en general, deberían examinar a sus políticos constantemente. Y los catalanes, en particular, deberían repasar la trayectoria de sus líderes. Ver si han cumplido, o no, sus programas electorales o si, aparte de himno y bandera, han hecho alguna cosa para asegurar el futuro de sus gentes.
Las pensiones cayendo, la hucha acabándose, el medio ambiente cada día más dañado, el fracaso escolar, la corrupción... ¿Han hecho algo contra todo eso los de la bandera? De bandera, señores políticos de uno y otro lado, no se come. No tapen sus vergüenzas con una bandera, sea la que sea. Gobiernen, gestionen y dejen que los ciudadanos tengan sus sentimientos libres, cada uno los suyos, que para eso están. Amar, idolatrar o rendir homenaje a un puñado de tierra es una opción respetable, pero nunca imponible.
Lo que sí debería poderse imponer a nuestros gobernantes es el buen hacer. Si permitimos que los políticos salgan de rositas sin tener responsabilidad sobre sus actos y sin poder exigirles nada por haber incumplido su programa electoral nunca avanzaremos como sociedad.
Des forment, ni un gra.