Ximen d´Urrea ya reposa en un lugar digno
Pedro Ximén de Urrea, fue el primer señor de l´Alcalatén, de Sollana, y gobernador interino de Burriana, siendo testigo de la Carta Pobla de esta última. Caballero influyente en la Corte y Consejero de Jaime I. Luchó codo a codo con su rey en Mallorca y Valencia. A través suyo, se rindió el castillo de Peñíscola. Una descendiente suya, Aldonza, casó con Ferrán Sánchez, hijo bastardo de Jaime I, de donde arrancan los Señores de Castro. Otra descendiente, Dª Elvira, casó con Don Artal, hijo de Don Blasco de Alagón, Señor de Morella.
No estaba claro que el monumento al descrito personaje, “Primer Señor de la Tenencia y Honor de Alcalatén”, estuviese olvidado, marginado, dejado de la mano de Dios, medio tumbado y casi tirado en medio del cauce del barranco del Vivé. L´Alcora le debe demasiado, a él, y a su larga prole. Son casi seis siglos de gobierno, los que rigió estas tierras la noble Casa de Urrea.
Desde el mismo ermitorio del Santísimo Salvador, otrora parroquia de Alcalatén, hasta la Real Fábrica de Cerámica del Conde de Aranda, hay una buena lista de patrimonio histórico, hoy en manos alcorinas. Además de las dichas construcciones debemos contar: La Iglesia Parroquial; el molino del Pantano (harinero); el Molino Nuevo (de Matraca); Molino de Aceite (al final de la calle Tejedores); de arcillas y esmaltes (de Custodio).
Ya el nieto de Don Pedro Ximén, Don Juan, nos concedió la Carta Pobla el 31 de diciembre de 1.305, y con ella, entre otras muchas regalías, la propiedad de las aguas que vienen por el río. A petición y ruego de este mismo Señor de Alcalatén, el rey Jaime II concedió a l´Alcora el mercado del miércoles, aún vigente.
D. Miguel Ximénez de Urrea (II Conde), instaura la enseñanza gratuita en sus territorios, y reside un tiempo en Alcora, hasta organizar la economía.--> D. Juan Ximénez de Urrea y Toledo (III Conde), convino con el obispo de Tortosa la llegada del Venerable Bertrán.--> D. Antonio Ximénez (V Conde), fundó el Convento de Franciscanos.--> D. Pedro Pablo (X Conde), heredero de la Real Fábrica, regaló todas las placas de cerámica para el Vía Crucis de nuestro Calvario, etc. etc. etc.
Dicho lo anterior… ¿No merece un poco más de respeto, tanto la figura, como el monumento que lo representa, del noble caballero medieval?
Cada uno puede valorar las cosas según le convenga o entienda, pero la verdad sea dicha, que lo poco que ha costado el traslado del citado Monumento bien ha merecido la pena. Los Urrea son acreedores, de cómo mínimo, un poco de dignidad y respeto. L´ Alcora, con este hecho les ha restituido un poco de lo mucho que nos han dejado.
Aprovechando el traslado, la artista local Lidón Mor, ha realizado una magnífica placa de cerámica con la inscripción redactada por un servidor, que dice:
>> L´Alcora, cap i porta de l´Alcalatén, al noble Pere Ximén de Urrea, 1º Senyor de la Tinença i honor de l´Alcalatén. Temps de la Reconquesta, 23 de juliol de 1.233 <<
Mi aprobación y enhorabuena por esta iniciativa al regidor de Cultura, al regidor de Urbanismo, y mi personal agradecimiento a la alcaldesa de l´Alcora, Merche Mallol, que tuvo la gentileza de invitarme, a compartir con ella la inauguración del citado Monumento.
Pedro Ximén de Urrea, ya reposa en un digno y preciado lugar, el Passeig de Baix la Vila.