Sant Jordi
Me preguntaba, si l´Alcora, además de tener algunos Jorge o Jordi entre sus vecinos, como pueblo tendría alguna connotación con el popular y solemnizado Sant Jordi. Cataluña, Aragón y bastantes pueblos de la “terreta nostra”, caso de Alcoy, lo tienen como el líder de sus celebraciones, el patrón.
Pues bien, repasando mis apuntes, he encontrado un precioso relato inserto en mi libro “De Urrea a l´Alcalatén”, editado y publicado por la Excma. Diputación Provincial 2.007 (Pág. 27 a 31), basado en la leyenda “Aparecimiento y Milagro de San Jorge en la Batalla de Alcoraz (no Alcora)”.
En este capítulo del libro, me encuentro realizando una exposición bastante pormenorizada de las diferentes versiones, que sobre el origen de los Urrea/Casa de Urrea, han ido apareciendo históricamente. Aún a día de hoy, no se puede dar fe, aunque sí aceptar presuntamente, que los Urrea son descendientes de Sancho Ramírez, rey de Aragón y Navarra. Dicha leyenda les atribuye –erróneamente- orígenes alemanes, y con más concreción, la puerta quedó abierta a enmarcarles descendientes de la Casa de Baviera.
Zurita, Jaime de Abiego, Juan Ortega, Pedro Moreno, etc., investigaron profundamente las raíces de la noble casa aragonesa, dejándonos en archivos sus conclusiones e infinidad de notas, algunas al margen, aportando la máxima luz posible al tema.
Volviendo a la leyenda de San Jorge, la traigo a colación por su referencia a ese pasado de la Casa de Urrea. La noble familia aragonesa que gobernó la comarca de Alcalatén durante seis siglos.
Inmersa en la batalla de Alcoraz y que realiza la Historia de San Juan de la Peña, esta fue de las más famosas que se hicieron contra infieles, murió en el combate el rey Sancho Ramírez (antepasado de los Urrea), aunque con la aparición de San Jorge el triunfo fue absoluto del bando cristiano. Murieron más de 30.000 moros y los cristianos no llegaron a 2.000. La batalla duró todo el día y los despartió por la noche. Debido a la cantidad de moros que había, el ejército del rey don Pedro I (sucesor de Sancho Ramírez) estuvo toda la noche en armas en espera al día siguiente la pelea, pero el rey moro con los que pudo se salió y no paro hasta Zaragoza. Esta batalla, según la leyenda, se dio el día de la dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo en la cuarta feria, aunque está comúnmente “demostrado”, que realmente fue el 25 de noviembre del 1.096”.
“También en la Historia de San Juan de la Peña se contiene que se apareció aquel día a los cristianos San Jorge y que trajo un caballero alemán en su caballo que en el mismo día se halló en la batalla de la toma de Antioquia. Este caballero en aquella batalla perdió el caballo y le rodearon los moros para matarle, y en este punto se le apareció San Jorge sin que el buen caballero alemán entendiese ni supiere quien era y le ayudó a subir a las ancas de su caballo sacándole de la batalla y trasportándole a Aragón; y algunos autores modernos añaden a esto que aquel caballero era del linaje de Moncada y que se halló en la batalla de Alcoraz un hijo del emperador de Alemania que volviendo de Santiago a donde era venido en peregrinación se quedó a servir al rey; y que era opinión que descendieron de este los ricos hombres del linaje y apellido de Urrea”.
Continúa diciendo… “Pero como es muy notoria verdad que nuestro Señor obraba milagrosamente por sus siervos en aquellas necesidades siendo tan pocos y tan débiles las fuerzas de los cristianos que peleaban con innumerables copias de infieles, y que en las batallas por su gran clemencia y misericordia eran confortados por diversas visiones de santos abogados de la cristiandad, así en los demás bastará si lo que parece verosímil se admite por verdadero; y fuera de esto, lo que fuere más apacible a la opinión del vulgo, que se deleita de cosas extrañas, ni pienso afirmarlo por constante ni contradecirlo. Mayormente que el principio de los linajes de Moncada y Urrea es de tanta antigüedad y nobleza en Cataluña y Aragón, que no hay para qué ensalzarlos con opiniones que no sean muy fundadas y verdaderas.”
Épila. Palacio Condal.
Veintitrés fueron los Urrea que gobernaron esta tierra como Señores de Alcalatén, Condes de Aranda o Duques de Hijar. Hasta el 5º Conde, por transmisión correcta de sangre, y de aquí en adelante, por sentencias judiciales que debían reconocer el derecho, a familiares más o menos cercanos a la noble casa de Épila. La Duquesa de Alba, es la actual Condesa de Aranda con el ordinal XVIII.