Reina y Damas - Casi indispensables en nuestras fiestas
Ya son demasiados los años, que llegado el momento de programar nuestras populares fiestas en honor al Santísimo Cristo del Calvario, suele presentarse el sempiterno interrogante de si este año habrá Reina y Damas, y en su caso, con un mínimum aceptable de cantidad de jóvenes, que el día de la proclamación, al menos, llenen o completen la correspondiente fila presidencial del estrado. Demasiados los años, que el tema -que en sí es importante para realce de las celebraciones-, crea no pocos quebraderos de cabeza.
Vamos por partes. En 1.948, siendo alcalde D. Federico Michavila Paús, se hizo la primera proclamación de Reina y Damas. La primera mujer agraciada fue María Teresa Michavila Pallarés. Además también fueron protagonistas 15 damas que fueron elegidas por los Centros Oficiales y Barrios de la localidad. La formula de que las damas eran aportadas por los respectivos barrios y entidades locales, a mí personalmente no me desagrada y votaría para recuperarla. Desde la histórica fecha de su inicio hasta el día de hoy, hemos estado sin reina y damas 10 años, y varios más han sido, los que solo hemos tenido reina o reina con una/dos damas (muy pobre representación).
El tema por su importancia debe ser considerado, tenerlo en cuenta, ponerlo sobre la mesa para su examen. Se deben estudiar vías que ayuden a una serena y garantizada continuidad. Búsqueda de formulas para la moderación del gasto económico. Implicar a las asociaciones locales, partidos políticos y barrios. Ejemplo: Si cada partido político aportara su dama correspondiente, ya podríamos contar con cuatro, que junto con la reina votada o elegida por la Corporación, darían juego en el susodicho estrado. Una notable escena de proclamación necesita un concurrido trono.
Toda fiesta presidida por una mujer engalanada cobra ambiente, empaque, calidad festiva y popularidad. En l´Alcora, el asunto alcanza mayor envergadura por la vinculación que tienen la reina y damas con otros importantísimos eventos festivos y culturales. El concurso “La Mancerina Poética” y la “Ronda a la Reina y Damas”, van ligados íntimamente a las representantes féminas, no tienen sentido sin ellas. Además nuestras jóvenes presiden otros muchísimos actos como la Procesión, inauguran diversas exposiciones, visitan a nuestros mayores, el Club Taurino, etc. En conclusión, el que haya reina y damas supone una mejora sustancial del paquete festivo.
La posible carencia o supresión de la distinción femenina, con todo lo que esto aporta, además de su directa implicación con otros actos afines, es un serio varapalo a la calidad, fuerza, y positiva valoración de la programación festiva.
Es hora pues de poner remedio al tema. Que cualquier mujer que lo desee, pueda ser elegida facilitándole los medios. Pongamos coto y limites a la exageración. Quiero apostillar, que un altísimo número de puntos en la valoración de nuestras fiestas, dependen de que haya reina y damas, y los demás actos a ellas vinculados. Son un pilar básico de nuestras fiestas.
Si a la Reina y Damas en las fiestas porque aportan todo lo que el autor dice en su crónica. Porque la mujer es el epicentro de nuestras vidas y en la fiesta también debe serlo. No a la competencia absurda, al quiero y no puedo, al despilfarro y lucimiento exagerado que limita y desencanta a posibles candidatas. Debería aplicarse una fórmula de uniformidad, sencillez y tipismo auténtico para evitar comparaciones dañinas y negativas seguras, ante la imposibilidad de acceso a tan alto nivel económico, dados los tiempos y las circunstancias que concurren. Yo soy pesimista pues se quiere demostrar a veces lo que no se es, y eso es malo de cortar. Por lo tanto se deciden por no inscribirse. Una verdadera lástima.