L´Alcora, sí tiene claro lo que demanda

En mi pueblo, L´Alcora, solemos usar una popular expresión, cuando ya hartos, queremos finiquitar o concluir con algo que es demasiado reiterativo, penoso o aburrido, “la gota que colme el got”. La aplicamos al cúmulo excesivo de despropósitos que a veces se cuentan sobre un hecho, y también, para librarnos de la machacona insistencia de quien te quiere transmitir algo, a sabiendas de que no logrará tú aprobación. Otra definición más pedagógica sería, que la riada ha coronado el vaso del embalse, y los aliviaderos abren al máximo para descargar, suavizar la presión, y con ello prevenir que no vengan cosas peores. Pues bien, esto me ha ocurrido a mí.

En torno a las 14 horas del pasado lunes día 24, en la cadena COPE, hablando de incineradoras, el comentario era que se explicara al pueblo que estas instalaciones están autorizadas, que son varias las ubicadas en diferentes lugares. Que se debería evitar la manipulación que se ha hecho o se hace sobre este asunto, etc. etc. Esto fue para mí “la gota que colme el got”. Mi vaso está lleno. Necesito aliviar y de ahí el presente escrito.

He sido bombardeado a través de diversos medios: prensa, escritos, consultas telefónicas, lectura de boletines oficiales, y varias visitas a doctas Webs. Buscaba ayuda para pulir mi criterio e incrementar conocimientos, ya no solo sobre la incineradora, también de otras instalaciones de reciclaje y eliminación de residuos.

La verdad sea dicha, es que nuestra sociedad que goza de un altísimo nivel de bien estar y progreso, a la par, también deja tras de sí amplia estela con una respetable cantidad de restos y desechos de toda clase de género y tipo: Purines de los cerdos, escombros de derribos, electrodomésticos, neumáticos, bombillas y tubos fluorescentes, pilas, aceites y grasas, fármacos caducados, así como aquellos despojos provenientes de hospitales, de granjas, de talleres e industrias, etc. etc.

Los alcorinos, por experiencia somos conscientes de todo esto. No aceptamos lecciones, si consejos, pero nada más. L´Alcora como villa industrial genera buena cantidad de productos a reciclar, que en gran medida ya tratamos aquí a través de depuradoras y atomizadores; y para más razón, este pueblo ya ha sufrido una de las mayores pesadillas de su historia con el tema Secolen. Miles de toneladas de residuos provenientes de todas partes han sido enterradas en nuestro término, incluso las famosas harinas de las “vacas locas”. Estamos con razón muy sensibilizados.

Retomando el hilo, debo decir a todos los contertulios, rotundamente No. A l´Alcora no hay que explicarle nada, los vecinos son conscientes de la necesidad de estas instalaciones de reciclaje. Otra cosa muy distinta y ahí la confusión que tienen ustedes, es que decimos NO a la incineradora, pero no con carácter global o universal, sino por el lugar donde quieren emplazarla:
(1) A 3 Km., del casco urbano.- (2) Al trágala porque sí.- y (3) que es el más importante, contra la soberana voluntad popular.

¿Tan difícil es crear una mesa de negociación para estas cuestiones, tan delicadas como complejas, en donde las partes implicadas dialoguen, acerquen posturas, y en su caso, alcancen el mejor acuerdo posible?
A los políticos recordarles que son representantes del pueblo, de todos y cada uno de sus moradores. No se puede ni se debe dictar, menos aún imponer. A los industriales advertirles de las dificultades que pueden derivarse por poner a la ciudadanía contra las cuerdas.

Mi aplauso y felicitación al pueblo de l´Alcora y plataformas, como también al comportamiento de la señora alcaldesa y pleno corporativo. A todos os digo, que mientras esto dure, una común sigla política nos debe unir, ALCORA.

Que impere la cordura y el necesario sentido común.