La alcaldesa saca el Cristo de la parroquial
LA ALCALDESA MERCHE MALLOL NO SE AMILANÓ. PROVISTA DE BANDOLERA LEVANTÓ EL CRISTO, TRASPASANDO EL DINTEL DE LA IGLESIA PARROQUIAL.
Todo el mundo conoce las populares fiestas que en honor al Santísimo Cristo se celebran en la ciudad de l´Alcora. Cuentan con más de tres siglos de antigüedad. La Procesión, momento álgido de las celebraciones, siempre puntual y constante, ha perdido pocas fechas de su particular almanaque histórico. Solo fue perturbada en la incivil del 36 (1.936 y 1.937), y muy probablemente durante la guerra del francés en la que el Cristo fue escondido. Las inclemencias del tiempo que podrían ser impedimento y causa de anulación, lo único que consiguen es el retraso de la celebración a ocho días después. Incluso no se cuestionó la supresión, ni en el nefasto año del cólera de 1.885: La fiesta, por imperativo mayor, aquel año fue trasladada al mes de Octubre, una vez pasada la epidemia de cólera. Alcora tuvo 288 defunciones, 120 varones y 168 hembras, con un total del 7,93% de la población. El partido judicial de Lucena alcanzó la cifra de 610 defunciones. La epidemia, desde sus inicios hasta el final duró cuatro meses (Junio a Septiembre de 1.885). L´Alcora fue puesta en cuarentena y quedó prohibido visitar el cementerio, celebrar mercados y ferias, etc. La festividad del Cristo que como he dicho se celebró en octubre, contó con la música de la Casa de la Misericordia de Castellón que cobró 250 pesetas. Las fiestas duraron siete días, del 25 al 31 de octubre.
Todo lo descrito hasta aquí tiene su origen en un importante acontecimiento legendario: Un gélido día del invierno de 1.697/1.698, apareció un gran crucifijo en una casa de Alcora. El hecho conllevó la inmediata construcción de una ermita y el inicio de una multitudinaria procesión en honor del Santísimo Cristo del Calvario, aquel mismo año de 1.698. Las obras fueron bendecidas por el Visitador General, D. Isidoro Aparisi Gilart, Obispo de Croya (no Coria). En síntesis, es la causa de la gran movida festiva, que todos los años celebra l´Alcora el último domingo de agosto.
La procesión es impresionante. Con una puntualidad propia de un lord inglés, el dulzainero lanza a los cuatro vientos las preciosas notas musicales escritas en el pentagrama de la “Eixida de la Creu” (la popular “el dimoni samporte les chiques”). Es tradición, que el alcalde, primera autoridad civil, saque al Cristo de la Iglesia Parroquial. Provisto de bandolera, lo levantará y traspasará el dintel de la puerta principal llamada de la “Asunción”. Así reza nuestra historia. Tomada buena nota de la popular norma, la alcaldesa de la villa alcorina saca en bandolera al Cristo procesional. Precioso e irrepetible momento, ver a nuestra alcaldesa Merche Mallol Gil, levantar y salir de la Iglesia Parroquial con “Aquél” al que se homenajea en tan señalado día. No se si Merche se ha percatado, pero ha defendido honestamente y con sacrificio la tradición. Se por experiencia lo que supone levantar y portar el Cristo procesional. Extraordinario acontecimiento, digno de tener en cuenta a efectos estadísticos e históricos. Además, Merche, es la primera mujer natal que ocupa tan ilustre cargo, y la primera alcaldesa elegida por sufragio libre y universal.
Son hechos a tener en cuenta. Hechos que sobrepasan los lustros y las generaciones. Hechos que están por encima de las ideologías y de transitorios modismos de lo inmediato y fútil. En definitiva, hechos que por su calidad merecen formar parte de la memoria histórica de nuestras costumbres y tradiciones. Merche Mallol Gil, no se amilanó e hizo lo que debía. El Cristo, en esta extraordinaria ocasión, salió en bandolera por la fuerza y empeño de nuestra primera autoridad. Allí ha quedado inscrito su nombre.
Ara entenc l'expressió "li pega com a un Cristo dos pistoles". Les majorettes armades sobren. Una cosa és la processó del Cristo i l'altra la cavalcada del ninot, no vullguem inventar "la processó del ninot" i la "cavalcada del Cristo"