Al posarse un mosquito en el agua, el lago entero se estremeció
Qué corta es la vida,
tan sólo un suspiro.
Qué larga es la muerte.
Qué largo el olvido.
La vida es una ilusión
que de a poco vas formando,
pero al irla conquistando
la ilusión se va agotando
y sólo queda la vida.
Es necesario considerar que toda acción, por insignificante que parezca, desencadena la consiguiente reacción.
Se supone que hace tres mil millones de años, los seres vivos aparecieron sobre la Tierra. El Homínido, veinte millones; dos, el Homo Habilis; uno y medio, el Homo Erectus, y cien mil años. el Homo Sapiens o sea, nosotros.
Nosotros: usted y yo.
¿Consideró, mi querido amigo, cuán valioso es cada uno de los segundos de nuestra brevísima existencia, perdida en la nebulosa del infinito?
¿La importancia de conocer quiénes y qué somos? ¿El vivir a plenitud cada instante, sin ser rehenes del pasado o del futuro?
La ciencia, huérfana de humanidad, avanza vertiginosamente, envolviéndonos en una vorágine que nos devora y deshumaniza.
El hombre, en su afán de inmortalidad, alargó el camino y achicando la vida, desprecia cuanto oasis encuentra en su árida existencia.
Criatura débil y temerosa, se refugia en atesorar lo que él no necesita, privando a sus semejantes de aquello que les es imprescindible.
¡Poderosos señores, que de lejos tanto odié y de cerca desprecié, hoy me inspiráis compasión.
La semilla, para germinar y fructificar, precisa del sol, del frío, de las lluvias y sobre todo, de tierra fecunda.
Tierra que se siente feraz y… ya no lo es. ¿Qué sería de mí, sin tantas generosas manos que me fertilizan?
¡Caminante, que al acortar el camino vas alargando distancias!
¡Caminante! Al alcanzar una meta, no te cargues de laureles ni bagajes. Detrás de cada ocaso, hay cientos de amaneres.
Con ilusión y alegría emprende tus caminares que, al final del camino, encontrarás… la paz, que tanto buscaste.
Que todo sea para bien
Esta columna más que, "Con su permiso" se debería de titular "El bumerang" Un abrazo