No es lo mismo vivir en el pasado que convivir con él
Juntos, fuimos envejeciendo.
No fue la nuestra una generación en donde sobrara nada, excepto la alegría de vivir.
Muchas veces me preguntaba:. ¿Qué habría sido de tan entrañables camaradas?
Paseando por la Avenida del Mediterráneo en una de mis visitas a Burriana, un caballero detenido en una esquina llamó mi atención.
Inconcientemente me le acerqué y le pregunté.
-Discúlpeme. ¿Usted, fue a don Sebastián?
El hombre me observó con curiosidad antes de responderme afirmativamente. –Y Se llama ¿Juan José Llopis? -insistí.
-No -me respondió, agregando,-Mi nombre es Juan José Monsonís Llopis,
-¿No te acuerdas de mí? -insistí.
-¡No! –afirmo con cierto recelo.
-Soy Francisco Planelles. Compañero tuyo de escuela.
-No, no te recuerdo. – respondió indeciso. Pero reaccionando me dijo:
-Mi madre está en Burriana, saco el coche y vamos a verla que ella seguramente se acordará.
Los brevísimos minutos que demoramos en llegar al pueblo transcurrieron en silencio.
Encontramos a su señora madre en compañía del hermano (su tío Paco).
-Mamá, este señor dice ser hijo de una amiga tuya. Teresa Monsonis. ¿Lo conoces?
La buena señora vino hacia mí con sus brazos abiertos exclamando.
–Paquito, fill meu. ¡Que alegría!
-No recuerdo, ¡no lo recuerdo! -exclamaba mi amigo, mientas en la cocina llenaba un vaso con agua del grifo.
Jamás olvidaré su voz al recordarme. –¡Paco! ¡Si eres Paquito!
Nos abrazamos, y tras conversar rememorando tiempos idos, acordamos reunirnos una noche para cenar una noche.
Lamentablemente yo no era dueño de mi tiempo, y mi primo vino a buscarme desde Valencia. Lo llamé por teléfono disculpándome.
-Cuando vuelvas, llámame y pasaremos juntos un día.
–Tienes mi palabra. –le respondí.
Al regresar no lo encontré. Juan José se había marchado con mi palabra y mi afecto… para siempre.
¿Quién te dice que alguno se acuerde de mí?
En primera fila, en el centro, hermanos Saera y Granell. En segunda fila, tercero a la izquierda Paco Planelles, el sexto, Juan José Monsonis, el décimo y el undécimo, los hermanos Ríos, Conde. Etcétera
Muchas gracias por su información cuando vaya a Burriana tratare de averiguarlo. Es muy importante al llegar a la meta, cerciorarse que la vida no fue un sueño.