OPINIÓ
Zapatero: El "Perón" español del siglo XXI
02/07/2009
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Dándole vueltas en mi cabeza y tratando de encontrar un ejemplo con el que poder relacionar la actitud de nuestro actual Presidente, me he tenido que remontar a la mitad del Siglo XX en Argentina, para poder encontrar a alguien, con el mismo sentido del “populismo” como la base de un sistema político, en el que sustentarse un régimen carente de ideología, de pragmatismo y de rigor, para basarlo todo en la imagen y en el engaño a los mas desfavorecidos de sus conciudadanos.
El “justicialismo” argentino, que se fraguó en la década de los 40 , llega en base a un Golpe de Estado militar en Junio de 1943, que sitúa a Juan Domingo Perón, consecutivamente, en las carteras de Trabajo, Guerra y Vicepresidencia del Gobierno, hasta que en 1946 le lleva a la Presidencia que ostenta hasta las elecciones de 1951, en las que es elegido democráticamente, por vez primera, para ser depuesto en 1955 por otro movimiento revolucionario.
La muerte de su primera esposa, Eva Duarte, acabó con la imagen más popular del peronismo, y con su desaparición, llego el ocaso del viejo militar en su primera época, que es la que puedo comparar, con la del Zapatero actual.
Su segundo periplo político, apenas le duró unos meses.
En septiembre de 1973, los “justicialistas” argentinos, quisieron reivindicar su imagen, en pura connivencia con su segunda esposa, Maria Estela Martínez, ganando en Septiembre de ese año de nuevo las elecciones, y situando en la Vicepresidencia a su mujer, que se hizo cargo de la Presidencia del Gobierno a finales de Junio de 1974, dos días antes de morir el viejo General.
A partir de ahí, ya fue el caos absoluto.
Pero voy a ceñirme en las concomitancias que encuentro entre el Perón de los años 40-50, y José Luís Rodríguez Zapatero.
Es cierto que Perón , llega por primera vez al Gobierno a través de un Golpe de Estado, y ZP, mediante unas elecciones democráticas, y condicionadas por un lamentable atentado que costó la vida a doscientos españoles.
Y que uno era militar, y el otro civil.
Hasta ahí las diferencias.
A partir de ahí, mil y una coincidencias.
Perón, recibe un país floreciente, siendo la “despensa” de un mundo recién salido de una Guerra Mundial, que se abastece de la ganadería y agricultura argentina, que es capaz de vender todos sus productos a unos precios nunca vistos con anterioridad.
Para que los jóvenes que me lean, puedan encontrar un símil, piensen en los países productores de petróleo en la última década, y trasladen su economía a mediados del siglo pasado.
Fue el granero y la charcutería de la Europa de mitad del siglo pasado.
El dinero les fluía por todas partes, y en vez de utilizar ese periodo de bonanza, para industrializar el país y desarrollar todo su potencia, con una economía de creación de riqueza, se dedicaron tanto Perón, como Evita, al culto a su propio “ego” y a dar a sus “descamisados” todo lo que se les pedía.
No se invertía en medios de producción, pensando en crear puestos de trabajo, sino que se gastaba en el día a día, para tener contentos a sus votantes, que eran fundamentalmente la clase trabajadora menos favorecida, y así consiguió, ser luego elegido democráticamente.
Nunca, en la historia de Argentina, le salió tan cara al país esa forma de mal administrar y arruinarse paulatinamente.
En pocos años, se paso “del todo a la nada”, de “nadar en la abundancia” a no poder cubrir los mínimos exigibles, para no caer en la pobreza, y desde entonces, han ido alternándose, radicales, justicialistas, y militares en el poder, sin haber podido escapar de la corrupción y la pobreza en la que les sumieron aquellos malos hábitos.
Bien recientemente, hemos vivido la historia del “corralito financiero” que en definitiva fue el momento álgido de todos los periodos de crisis económicas.
Pues bien, explico todo esto, porque la situación actual de España, viene a asemejarse a aquella.
Zapatero recibe una España, en su mejor momento económico y financiero de los últimos siglos, con la situación saneada, con las cuentas públicas en superávit, y con unos fondos de garantía de la Seguridad Social maravillosamente cubiertos.
En su primera legislatura, en la que recibe “el tren en marcha” le basta con no frenarlo, para que conserve durante cuatro años el impulso, pero lamentablemente, cuando llegan las “vacas flacas” no sabe como gestionar la situación, e inicia la “peronización” de la economía española.
Se obsesiona con los “beneficios sociales” de los trabajadores, sin aceptar que el gasto corriente, no genera ninguna expectativa de futuro, y que no hay mayor beneficio social para el trabajador, que el mantener su propio puesto de trabajo.
Empieza la improvisación, y las “ocurrencias” y malversa muchos miles de millones de euros, tratando de contentar a “tirios y troyanos” a Sindicatos, y Partidos Políticos Nacionalistas Independentistas o no, y a comprar voluntades.
Y de la noche a la mañana, nos encontramos con que las Cuentas Públicas, que habían cerrado 2007 con un superávit de 13.592 millones de euros, y el 2008 con 2.957, se encuentra a final de mayo de 2009, con un déficit de 19.543 millones de euros, estimándose que a final de año, se puede llegar fácilmente a los 50.000 millones.
Afortunadamente, al estar en la Comunidad Europea, no ha podido manejar nuestro Presidente la paridad de la moneda, ya que de poder hacerlo, hoy nuestra moneda valdría bastante menos de lo que vale.
Pero al no poder jugar con eso, ha jugado con la Deuda Pública, y ha endeudado a todos los españoles, hasta las cejas.
Todo, mejor que reconocer la gravedad del caso, e iniciar una fase de austeridad, de realismo, y de ayuda a aquellos que pueden poner en funcionamiento el entramado laboral, aumentando el numero de afiliados a la Seguridad Social., y recortando la de los parados, que a su traumática situación personal, añaden la de ser un gastos social que a corto plazo va a ser asfixiante de no solucionarse.
Los organismos internacionales, han variado a la baja la consideración de la solvencia del Estado Español, y eso como consecuencia ha traído no solo el aumento de la deuda, sino el encarecimiento de la misma, y esa rémora la vamos a tener que arrastrar todos los españoles de un modo u otro, durante varias generaciones.
No descarten a posibilidad de que Europa, nos obligue a salir de la Unión Monetaria de seguir así, en cuyo caso, todo empeoraría sensiblemente.
La crisis que en Argentina, se generó en los años 50 del siglo pasado, aun no ha podido ser reconducida, y prueba de ello, son los miles de argentinos que tuvieron que emigrar en busca de una vida mejor, cuando tenían la preparación y la formación, para haber ayudado a su país a salir del atolladero.
Argentina paso de ser “El Dorado de los europeos, en busca de un futuro mejor” a ser un país de “emigrantes desesperados para salir de la miseria”.
La clase política, no les dio opción, y saltando de corruptos a incapaces, han llegado al panorama presente.
Recemos, para que no cunda el ejemplo en España, y bien pronto cambiemos los hábitos, recuperemos el sentido común, retribuyamos el trabajo bien hecho, inculquemos en nuestros jóvenes el ansia de superación, y les creemos el entorno adecuado, para que su máxima aspiración, no sea como lo es ahora, el aprobar unas oposiciones a funcionarios, que les permita “vivir de Papá Estado “ el resto de sus vidas, sino crear sus propias empresas, asumir los riesgos necesarios , para que con su esfuerzo y su creatividad, otros, tengan lugares de trabajo adecuados, para poder mantener una estructura funcionarial adecuada, que sea eficaz, y se sienta apoyada y querida por todos los ciudadanos, a cuyo servicio se supone que está.
Yo al menos es lo que deseo y espero, aunque soy muy escéptico a este respecto mientras tengamos a Zapatero de Presidente del Gobierno.
El “justicialismo” argentino, que se fraguó en la década de los 40 , llega en base a un Golpe de Estado militar en Junio de 1943, que sitúa a Juan Domingo Perón, consecutivamente, en las carteras de Trabajo, Guerra y Vicepresidencia del Gobierno, hasta que en 1946 le lleva a la Presidencia que ostenta hasta las elecciones de 1951, en las que es elegido democráticamente, por vez primera, para ser depuesto en 1955 por otro movimiento revolucionario.
La muerte de su primera esposa, Eva Duarte, acabó con la imagen más popular del peronismo, y con su desaparición, llego el ocaso del viejo militar en su primera época, que es la que puedo comparar, con la del Zapatero actual.
Su segundo periplo político, apenas le duró unos meses.
En septiembre de 1973, los “justicialistas” argentinos, quisieron reivindicar su imagen, en pura connivencia con su segunda esposa, Maria Estela Martínez, ganando en Septiembre de ese año de nuevo las elecciones, y situando en la Vicepresidencia a su mujer, que se hizo cargo de la Presidencia del Gobierno a finales de Junio de 1974, dos días antes de morir el viejo General.
A partir de ahí, ya fue el caos absoluto.
Pero voy a ceñirme en las concomitancias que encuentro entre el Perón de los años 40-50, y José Luís Rodríguez Zapatero.
Es cierto que Perón , llega por primera vez al Gobierno a través de un Golpe de Estado, y ZP, mediante unas elecciones democráticas, y condicionadas por un lamentable atentado que costó la vida a doscientos españoles.
Y que uno era militar, y el otro civil.
Hasta ahí las diferencias.
A partir de ahí, mil y una coincidencias.
Perón, recibe un país floreciente, siendo la “despensa” de un mundo recién salido de una Guerra Mundial, que se abastece de la ganadería y agricultura argentina, que es capaz de vender todos sus productos a unos precios nunca vistos con anterioridad.
Para que los jóvenes que me lean, puedan encontrar un símil, piensen en los países productores de petróleo en la última década, y trasladen su economía a mediados del siglo pasado.
Fue el granero y la charcutería de la Europa de mitad del siglo pasado.
El dinero les fluía por todas partes, y en vez de utilizar ese periodo de bonanza, para industrializar el país y desarrollar todo su potencia, con una economía de creación de riqueza, se dedicaron tanto Perón, como Evita, al culto a su propio “ego” y a dar a sus “descamisados” todo lo que se les pedía.
No se invertía en medios de producción, pensando en crear puestos de trabajo, sino que se gastaba en el día a día, para tener contentos a sus votantes, que eran fundamentalmente la clase trabajadora menos favorecida, y así consiguió, ser luego elegido democráticamente.
Nunca, en la historia de Argentina, le salió tan cara al país esa forma de mal administrar y arruinarse paulatinamente.
En pocos años, se paso “del todo a la nada”, de “nadar en la abundancia” a no poder cubrir los mínimos exigibles, para no caer en la pobreza, y desde entonces, han ido alternándose, radicales, justicialistas, y militares en el poder, sin haber podido escapar de la corrupción y la pobreza en la que les sumieron aquellos malos hábitos.
Bien recientemente, hemos vivido la historia del “corralito financiero” que en definitiva fue el momento álgido de todos los periodos de crisis económicas.
Pues bien, explico todo esto, porque la situación actual de España, viene a asemejarse a aquella.
Zapatero recibe una España, en su mejor momento económico y financiero de los últimos siglos, con la situación saneada, con las cuentas públicas en superávit, y con unos fondos de garantía de la Seguridad Social maravillosamente cubiertos.
En su primera legislatura, en la que recibe “el tren en marcha” le basta con no frenarlo, para que conserve durante cuatro años el impulso, pero lamentablemente, cuando llegan las “vacas flacas” no sabe como gestionar la situación, e inicia la “peronización” de la economía española.
Se obsesiona con los “beneficios sociales” de los trabajadores, sin aceptar que el gasto corriente, no genera ninguna expectativa de futuro, y que no hay mayor beneficio social para el trabajador, que el mantener su propio puesto de trabajo.
Empieza la improvisación, y las “ocurrencias” y malversa muchos miles de millones de euros, tratando de contentar a “tirios y troyanos” a Sindicatos, y Partidos Políticos Nacionalistas Independentistas o no, y a comprar voluntades.
Y de la noche a la mañana, nos encontramos con que las Cuentas Públicas, que habían cerrado 2007 con un superávit de 13.592 millones de euros, y el 2008 con 2.957, se encuentra a final de mayo de 2009, con un déficit de 19.543 millones de euros, estimándose que a final de año, se puede llegar fácilmente a los 50.000 millones.
Afortunadamente, al estar en la Comunidad Europea, no ha podido manejar nuestro Presidente la paridad de la moneda, ya que de poder hacerlo, hoy nuestra moneda valdría bastante menos de lo que vale.
Pero al no poder jugar con eso, ha jugado con la Deuda Pública, y ha endeudado a todos los españoles, hasta las cejas.
Todo, mejor que reconocer la gravedad del caso, e iniciar una fase de austeridad, de realismo, y de ayuda a aquellos que pueden poner en funcionamiento el entramado laboral, aumentando el numero de afiliados a la Seguridad Social., y recortando la de los parados, que a su traumática situación personal, añaden la de ser un gastos social que a corto plazo va a ser asfixiante de no solucionarse.
Los organismos internacionales, han variado a la baja la consideración de la solvencia del Estado Español, y eso como consecuencia ha traído no solo el aumento de la deuda, sino el encarecimiento de la misma, y esa rémora la vamos a tener que arrastrar todos los españoles de un modo u otro, durante varias generaciones.
No descarten a posibilidad de que Europa, nos obligue a salir de la Unión Monetaria de seguir así, en cuyo caso, todo empeoraría sensiblemente.
La crisis que en Argentina, se generó en los años 50 del siglo pasado, aun no ha podido ser reconducida, y prueba de ello, son los miles de argentinos que tuvieron que emigrar en busca de una vida mejor, cuando tenían la preparación y la formación, para haber ayudado a su país a salir del atolladero.
Argentina paso de ser “El Dorado de los europeos, en busca de un futuro mejor” a ser un país de “emigrantes desesperados para salir de la miseria”.
La clase política, no les dio opción, y saltando de corruptos a incapaces, han llegado al panorama presente.
Recemos, para que no cunda el ejemplo en España, y bien pronto cambiemos los hábitos, recuperemos el sentido común, retribuyamos el trabajo bien hecho, inculquemos en nuestros jóvenes el ansia de superación, y les creemos el entorno adecuado, para que su máxima aspiración, no sea como lo es ahora, el aprobar unas oposiciones a funcionarios, que les permita “vivir de Papá Estado “ el resto de sus vidas, sino crear sus propias empresas, asumir los riesgos necesarios , para que con su esfuerzo y su creatividad, otros, tengan lugares de trabajo adecuados, para poder mantener una estructura funcionarial adecuada, que sea eficaz, y se sienta apoyada y querida por todos los ciudadanos, a cuyo servicio se supone que está.
Yo al menos es lo que deseo y espero, aunque soy muy escéptico a este respecto mientras tengamos a Zapatero de Presidente del Gobierno.
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me pregunto cuando empezaran las obras de mejora del barrio ,prometidas hace mucho tiempo.O tal vez sea ahora mal momento ,lo digo por el alto numero de parados que hay en españa y eso.....