Viaje de la "España empresarial y productiva"...

Aunque nací en 1944, pase en periodo de formación personal hasta 1967 cuando con el Servicio Militar terminado y, tras aprobar unas oposiciones, me incorporé al Banco de Vizcaya en las Oficinas de la Central de Valencia donde me inicié profesionalmente durante dos años pasando a continuación a la empresa privada y habiendo tenido el privilegio en aquellos tiempo de encontrar acomodo en la mejor empresa que uno podía desear, tanto por los fundamentos de la misma como por la calidad humana y empresarial de sus propietarios y un entorno muy favorable para la formación y promoción de jóvenes con ganas de trabajar y progresar en la vida.

Se trataba de Peris Andreu S.A., un grupo empresarial familiar del ramo del metal dedicado a la fabricación de artículos de iluminación y decoración en bronce donde me formé, me enseñé a trabajar y aprendí que para progresar en la vida, era muchísimo más importante aprender mis deberes……antes que mis derechos, y ejercitar aquellos al máximo, antes de reivindicar estos, y si así lo hacia, el tiempo me demostró, que no tenia que preocuparme, que mi esfuerzo siempre sería debidamente recompensado.

Puedo asegurar, que aquellos empresarios, nunca me defraudaron, y desde aquí quiero agradecerles estén donde estén, que siempre me he sentido muy orgulloso de haber trabajado con ellos, y haber aprendido a su lado, lo que me ha permitido realizarme como persona, y como trabajador, primero por cuenta ajena, y luego por mi propia cuenta.

Viene todo esto a cuento, para analizar el cambio tan radical que ha dado España en los últimos cuarenta años, y como la sociedad española, ha pasado de ser  industrial, productiva, prospera y con un futuro abierto a todas las posibilidades de quienes querían ejercitar su propia iniciativa, y contribuir con su esfuerzo a la creación de riqueza, y  a estimular el nacimiento de puestos de trabajo y un futuro mejor para mucha gente, a la actual España, educada para el funcionariado, o la vida política, sin estímulos para la creación  de nuevos empresarios, que contribuyan al bienestar propio y de su entorno, asumiendo riesgos, para a creación de riqueza.

El primer paso atrás, empezó a darse con la llegada de la democracia.

Sé que era algo necesario y positivo, pero con la llegada de la democracia, empezó a satanizarse la imagen del empresariado.

En aquellos años setenta, yo era trabajador por cuenta ajena, y no comprendía lo que ocurría a mi alrededor.

Empezaban a despertarse los más bajos sentimientos de envidia, y los movimientos sindicales, apoyados por los partidos más radicalizados de las izquierdas, iniciaron un proceso de destrucción del entramado industrial, en general pequeñas y medianas empresas, que constituían la base de la economía nacional.

En aquella época aun teníamos en nuestra región un componente agrícola importante, y el minifundismo citrícola, ayudó a soportar aquella crisis de finales de los setenta y principios de los ochenta, sin que se llegara a una situación de extrema necesidad.

Pero con el nacimiento y desarrollo de la España de las Autonomías, se multiplicó el entramado político nacional, con la creación de los 17 Gobiernos Autonómicos, y sus correspondientes Administraciones, que paliaron en gran medida los efectos perversos del paro, al ocupar a mucha gente.

Pero fue el inicio de la transfusión del empleo productivo, y creador de riqueza, a empleo funcionarial, dedicado a la administración pública, que si bien es necesario en su justa medida, es asfixiante cuando alcanza las proporciones que tiene en estos momentos en España.

En aquellos momentos empieza a gestarse el Estatuto del Funcionario, que blinda a todos los empleados públicos, y les acoraza ante la posibilidad del despido, y con ello se consigue que se pierda el estimulo por el trabajo responsable.

Sé que me argumentaran que hay también muchos funcionarios responsables, y lo sé, pero esta crítica, no va contra ellos, que cumplen con su deber, y son hacendosos y cabales, va contra el sistema, que permite el abuso y la irresponsabilidad, con la mayor impunidad.

Pasada la crisis de  los inicios de los 80,  llega al poder el Socialismo, y viene una época de bonanza económica, en la que como decía por aquellos tiempos el Ministro de Economía Socialista, Sr. Solchaga, España “es el país donde mas fácil resulta hacerse rico, en el mundo”, pero esa bonanza apenas duró la primera legislatura de Felipe Gonzalez, y los dos primeros años de la segunda legislatura, porque no estaba basada en cimientos sólidos, sino en una coyuntura mundial favorable, y acabada la coyuntura, se acabo la bonanza.

Fue además una época desprestigiada por la corrupción económica en el ejercicio del poder político, y para recordar sólo los hechos más importantes, baste recordar a Juan Guerra y sus trapicheos andaluces, al escándalo en la Cruz Roja, o en el Boletín Oficial del Estado, a Filesa, Malesa y Time Export,  como empresas recaudadoras de “impuestos revolucionarios” para la financiación de la infraestructura del socialismo en el poder, a los miles de millones de fondos reptiles, que deberían ir destinados a la lucha antiterrorista , y acabaron en los bolsillos de Roldan, o de los Directores Generales o  Ministros socialistas luego condenados, y de quien sabe cuantos mas, porque a medida que se iba subiendo en el escalafón del Ministerio del Interior, los silencios encubridores se iban haciendo más  vergonzosos, hasta que pararon el golpe cerca de la cúspide, para no ensuciar más.

A causa de ello, el PP de Aznar, hereda una España arruinada, y a través de la privatización de algunas empresas estatales deficitarias, y de otras en mejor estado, y con una política económica restrictiva pero muy acertada, consigue cumplir con todos los requisitos que nos exigía Europa, para entrar en  la Unidad Monetaria Europea, y le demuestran a Felipe y a Solves, como lo que prometieron, si era factible y muy realizable, y en periodo de ocho años de buena administración, entregan otra vez el poder a los socialistas, como consecuencia del trauma del 11 M, debidamente orquestado y manipulado, pero en una situación económica y financiera, que el mismo Zapatero, alabó y reconoció en su momento.

En aquellos momentos, se produjo ya un inicio de la combinación de la España industrial, productiva y saneada, con un nuevo componente especulativo muy importante, ya que se empezaban a realizar los “mega proyectos” urbanísticos, y se iniciaba el “boom” de la construcción, pero en cierto modo, la situación estaba aún relativamente controlada.

Pero poco a poco, dicho proceso especulativo, se va multiplicando, y vivimos unos años  con una actividad económica e industrial muy activa, en la que la el tren de la economía heredada del aznarismo, rodaba con fluidez, pero se  iba hinchando el globo, con un descontrol absoluto del sistema financiero por el Banco de España , y como vivíamos en una situación prácticamente de “pleno empleo”, nadie pone  limites a la situación, se multiplican los gastos de las administraciones publicas, confiando en los futuros beneficios de las reparcelaciones, o cambios de suelos rústicos a urbanos, a lo largo del territorio nacional.

No hay buenos ni malos.

Las barbaridades se produjeron en zonas gobernadas por todos los partidos del arco parlamentario, por lo que no hay que vestir un santo para desnudar a otro, ya que todos ellos, tienen a políticos corruptos, juzgados y condenados, por haber incurrido en infracciones más o menos graves.

Esta ha sido la España de la Economía Especulativa, y a través de ella, nos encontramos ahora, con la España que tenemos.

Se han destruido en 2008, cerca de 1,3 millones de puestos de trabajo, y el mismo Gobierno estima que se llegará a los cuatro millones aproximadamente antes de final del 2009, y yo por mi parte me atrevo a decir que para entonces esteremos muy cerca de los 4,5 millones de parados.

En el Registro Mercantil, y en los Juzgados de todo el país, los expedientes Concursales o de Quiebra, se acumulan día a día, y el entramado de los autónomos, que tan brillantemente creció con el Gobierno de Aznar, se está destruyendo a un ritmo vertiginoso también, sin que el Gobierno de Zapatero, haya sabido prevenir ni generar ningún tipo de medidas, para frenar que  España se desangre económicamente en el último año.

Así hemos llegado a la “España Funcionarial e Improductiva”, donde sólo los que viven de la política , y los funcionarios(vivero de los futuros cargos públicos si se estudia la procedencia de ellos), tienen garantizados sus salarios y sus condiciones de vida sin merma alguna.

El Gobierno ha tenido la indecencia, de subirles los salarios por encima del mismo porcentaje del incremento de los índices de los precios al consumo, para garantizarse sus votos en todas las elecciones que se avecinan.

Y yo les preguntaría a los que nos gobiernan, ¿Cómo vais a tener leche y huevos, si matamos a la vaca y a la gallina que os los proporcionan?

¿De donde van a salir los impuestos de empresarios y asalariados que os permiten cobrar vuestros sueldos, si acabamos paulatinamente con todos ellos?.

¿O acaso estamos destinados a vivir en un Estado similar a los países Comunistas del Este de Europa de finales del siglo pasado, donde todos trabajaban como “funcionarios” de “papá Estado”, y apenas podían comer?

¿Es ese, el futuro que les espera a todos los españoles?.

Si os queda algo de dignidad, ya que con vuestra incapacidad no se ve la más  mínima posibilidad de sacarnos del atolladero, en que habéis metido a España, dejad las llaves del Gobierno a alguien mas preparado, para poder  exigirnos a todos los españoles los esfuerzos que sean necesarios, para salir del pozo, como se hizo en 1996, pero no arruinéis totalmente todas las estructuras productivas, con vuestra torpeza.