Tiempos de vergüenzas y sinvergüenzas

Quiero pensar que, al igual que me sucede a mi, somos millones los españoles que en estos tiempos nos avergonzamos de serlo.

Y no por nosotros mismos, sino por el enjambre de desvergonzados e incluso de sinvergüenzas convictos y confesos, que se han pasado años burlándose de nosotros y robando todo lo que se ponía alcance de su mano, sin reparar en medios.

Del mismo modo que antes me parecía abusivo el uso de las imputaciones a nuestra clase política por cualquier motivo y se les sometía a un juicio mediático que les condenaba sin haber sido juzgados, hoy pido y exijo que caiga sobre todos los condenados todo el peso de la Justicia, previa devolución de todo los detraído o robado a las arcas del Estado y su inhabilitación a perpetuidad para el ejercicio de cualquier cargo público.

No debe de haber la menor consideración, pero además hay que procurar que la Justicia sea mucho más ágil, si queremos que sea justa.

No es tolerable que aún haya empezado ahora, el Juicio contra los responsables de la quiebra de la Caja Castilla y La Mancha, casi ocho años después de aparecer la crisis de dicha entidad y siete después de la intervención del Banco de España en la misma.

Ahora su entonces Presidente, el socialista Sr. Hernández Moltó, en un alarde de cinismo, trata de liberarse de sus responsabilidades argumentado que él solo era una especie de “Animador Cultural” de la Caja.

Desde luego con su salario oficial de un solo año, podrían haberse contratado muchos animadores culturales para bastantes años, pero él cobraba como un Alto Ejecutivo y por lo visto sólo era un pobre diablo según su propia versión.

¿Le van a condenar a pagar aunque sólo sea una mínima parte del dinero robado a todos los españoles, con el total de sus bienes patrimoniales, que deberían revertir en el Patrimonio del Estado?

Aseguraría que no, como tampoco obligaran al Sr. Rato, al Sr. Olivas y a todos los responsables de las quiebras de todas las Cajas de Ahorros que tuvieron que ser salvadas con los impuestos de todos los españoles.

Y en el mejor de los casos les veremos a todos ellos juzgados uno detrás del otro y por supuesto a muchos condenados, como no podría ser de otro modo, pero mucho me temo que me voy a quedar con las ganas de ver sentado en el banquillo de los acusados al mayor responsable de todo ese desaguisado financiero, que fue el Gobernador del Banco de España Sr. Fernández Ordóñez, que en mi opinión se dedicó a mirar hacia otro lado, mientras guardaba en los cajones de su despacho los informes que le iban lloviendo sobre su mesa de los Inspectores de su entidad.

A partir de ahí, me avergüenzo de todos los políticos del PP que después de ser investigados, resulten culpables de todos los delitos que ahora se les van descubriendo en nuestra Comunidad.

Tengo todo el derecho de avergonzarme y disculparme, porque he sido un votante habitual del partido desde hace años, y no puedo perdonar a quienes he creído y en quienes he confiado.

Me avergüenzo del Sr. Rajoy, por no haber presentado la dimisión el primer día que resultaron evidentes los delitos del su Tesorero el Sr. Bárcenas, un “chorizo de tomo y lomo”, porque él fue el responsable de su nombramiento, y aún presumiendo su inocencia en todos los delitos que cometió aquel que él había nombrado, por sentido de la responsabilidad debió asumir la suya, aunque no se enterará de lo que debió saber.

Esta España en la que vivimos, es un auténtico estercolero en gran parte de su clase política y lo más lamentable, es que hasta que no salen del poder los corruptos, no conocemos todas esas corrupciones y buena prueba de ellos ha sido lo ocurrido en Valencia.

Eso viene a demostrarnos que la Justicia no sólo no es independiente, sino que está muy mediatizada y precisamente por eso nadie quiere dejar su poltrona, porque es consciente que tan pronto la deje, alguien levantara las alfombras, abrirá las ventanas y acabará a los pies de los caballos, sin poder ejercer su autoridad política, para frenar en lo posible el peso de la Ley y la aplicación de la Justicia, que en la medida en que es lenta pierde mucha de su fuerza y credibilidad.

Hoy tenemos que avergonzarnos los valencianos, pero tengo la convicción de que “a cada cerdo le llegará su San Martín” y cuando el socialismo pierda el poder en Andalucía o el “Pujolismo militante” lo pierda en Cataluña, serán ellos los avergonzados, porque lo único que tenemos en común los catalanes, los andaluces y los valencianos, es nuestra condición de españoles y por lo tanto tenemos la misma genética.

El poder corrompe y el poder ejercido durante cuarenta años, corrompe tanto o más que el que se ejerce durante menos tiempo, por lo tanto para mi no habrá sorpresas cuando las cosas caigan por su propio peso.

Pero siendo eso muy lamentable, lo que mas preocupa no es el pasado, deplorable por cierto, sino el futuro.

Porque “aprovechando la corriente de insatisfacción actual” veo emerger a un político sensato, racional y bienintencionado, que trata de solucionar los problemas actuales desde dentro, gobernando con quien sea necesario, siempre que se respete la unidad de España y los preceptos constitucionales (me refiero a Albert Rivera) conservando lo válido y aportando todo aquello que impida reincidir en los mismos errores cometidos hasta ahora por populares y socialistas y precisamente por eso se muestra dispuesto a formar un Gobierno de Concentración, contando con unos y con otros y prescindiendo de personalismo egoístas o mal intencionados.

Frente a él veo a otro grupo tan heterogéneo como poco respetuoso de la Constitución, que está formado por comunistas estalinistas (así definidos por ellos mismos hace pocos meses), independentistas catalanes-catalanistas y gallegos, “okupas antisistema” y gente de muy diferentes pelajes a los que sólo les aglutina acabar con lo que ellos llaman LA CASTA, pero cuando han entrado a formar parte de ella, tanto en el Parlamento Europeo, como en las Comunidades Autonómicas e incluso en los Ayuntamientos, no han renunciado a ni uno solo de los privilegios que siempre criticaron, e incluso los aumentan con un cinismo rayando lo delictivo.

También me avergüenzo de ellos, porque explotan el sufrimiento y las necesidades de los mas desfavorecidos, para prometer lo que nunca podrán cumplir, como no lo han cumplido sus partidos hermanos en Grecia (Txiriza) ni en Portugal (la Izquierda Radical) ni en Argentina (los peronistas, tan populistas como estos) donde se han tenido que recortar subsidios y pensiones en mas de un 30 % desde que ellos llegaron al poder con sus mentiras y falsas promesas, y se han subido los impuestos directos e indirectos para todos, deteriorando la calidad de vida de los más necesitados.

Si lamentable es el presente, con la aparente imposibilidad de formar un Gobierno debido a los VETOS de unos contra otros, y en el que los VETADORES DE AYER, SON LOS VETADOS HOY, mucho me temo que peor es el futuro que podría esperarnos con unas nuevas elecciones, que sólo le interesan a PODEMOS, porque saben que con su integración de Izquierda Unida y repitiéndose el proceso electoral, serían sin duda o bien el primer partidos de la Oposición desplazando al PSOE e incluso si los casos de corrupción recientes del PP tuvieran efectos devastadores para este partido, con fugas importantes a CIUDADANOS, podrían llegar a tener una MAYORIA MINORITARIA, en cuyo caso se les encargaría a ellos formar Gobierno con el evidente riesgo que eso significaría para España, su Unidad y su Constitución.

Y precisamente por eso, mucho me temo que Pablo Iglesias está jugando a ridiculizar a Pedro Sánchez todos los días y por todos los medios a su alcance, haciéndole creer en su buena predisposición para formar ahora parte de su Gobierno, cuando llegado el momento de la verdad considero que no lo haría con cualquier justificación injustificable, para repetir elecciones y lograr sus objetivos.

En estos meses le he escuchado decir tantas mentiras, tantas cosas hoy y la contraria a la semana siguiente, tantos argumentos falsos para justificar lo injustificable, que quizás por mi edad y por mis experiencias, son cosas oídas en otros sitios y en otras circunstancias, y que nunca sirvieron en ningún sitio para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos más desfavorecidos de Venezuela ni de Irán ni de la Argentina peronista.

Se puede engañar a muchos una vez, pero no a todos todas las veces.

Y ese será a fin de cuentas, el final del esplendor de PODEMOS, ya sea llegando a gobernar en el Estado Español (Dios no lo quiera) o sencillamente las decisiones de sus gobiernos en Municipios y Autonomías sean suficientes como lecciones, para suspender la reválida de una nuevas Elecciones Generales.