Refugiados y atentados

Tan pronto como supe del atentado del Estado Islámico en Paris, no pude evitar pensar en los cientos de miles de refugiados que están llegando a Europa con el beneplácito y colaboración de las Instituciones de la Unión Europea.

Son los mismos sirios, que se están matando entre ellos en su propio país y en zonas determinadas de Irak, controladas por el EI o por Al Qaeda.

Para entender perfectamente el problema, tenemos que tener muy presente, que hoy en todas esas zonas se imponen tres poderes, que son las fuerzas militares del ejercito sirio controlado por Bashir Al Assaf que son los restos de una nación reconocida internacionalmente, el Estado Islámico que ni es un Estado ni creo que lo llegue a ser nunca, financiado y apoyado por los Estados sunitas del Golfo Arábigo ( sino por todos, al menos si por los mas ricos y poderosos) y en tercer lugar las guerrillas chiitas de Al Qaeda, financiadas y apoyadas por Irán y entre todos ellos y en el Kurdistan un ejercito kurdo que recibe ataques indiscriminados de todos ellos.

A los kurdos, podríamos considerarlos desde hace muchos años como los grandes perdedores en todos los conflictos de la zona, tanto con los turcos, como con los iraquíes y ahora contra el EI también.

Una vez diseñado perfectamente ese panorama, es indudable que de una manera absurda, lo que se originó como una insurrección del pueblo sirio contra su dictador, ha derivado en un conflicto de matices muy distintos.

Hoy es una guerra a tres bandas, sirios adictos a la dictadura, sunitas y chiítas, en la que dos bandos se mueven por odios religiosos entre musulmanes y la otra en defensa de los intereses de una clase política (el partido Baas) que controla el país desde hace más de medio siglo.

Y de aquellos polvos, han surgido estos lodos.

A nivel internacional, EEUU harto de poner muertos y dinero y habiendo salido con el rabo entre piernas de Vietnam, Afganistán en Irak se ha limitado a contemplar el problema en la distancia.

Europa, tanto aquí como en Libia, Túnez y Egipto, quiso hacerse notar e iniciar su labor de guardia y custodia de la democracia en todos esos países.

Entró en todos esos conflictos económicamente, apoyando a quienes ellos consideraban que iban a ser soluciones, sin darse cuenta que eran nuevos problemas y más graves.

Y como conocían los antecedentes norteamericanos en conflictos similares, que he nombrado, no han incurrido en el error de mandar ejércitos de ocupación a ningún sitio, porque sabían que cada gobierno involucrado en esa decisión, corría el evidente riesgo de perder las próximas elecciones.

A nadie le gusta que maten a sus jóvenes, ni en su propio suelo patrio, ni mucho menos defendiendo intereses ajenos en el extranjero.

Pero el avispero ya estaba removido y no hay modo de detenerlo.

Y a río revuelto, ganancia de los integristas musulmanes de uno y otro color.

Pero lo que nadie pensó, es que en las zonas de dominio chiíta iban a exterminar a los sunitas ni la correspondencia del otro lado.

El ojo por ojo y diente por diente del Corán, se ha llevado a las últimas consecuencias.

Y en medio nos encontramos a cientos de miles de sirios e iraquíes, huyendo de una zona y de la otra y buscando su “tierra prometida” en la Europa que involuntariamente activó un problema de esta magnitud.

Y a los gobernantes europeos, parece pesarles su mala conciencia y tratan en principio de aceptar a todo ese éxodo de musulmanes sunitas y chiítas en suelo europeo.

Hasta que el viernes 13 de Noviembre y de una forma inesperada al menos para mi, un grupo muy bien estructurado de musulmanes adiestrados y preparados por el EI montan un ataque múltiple en Paris asesinando a mas de 130 europeos y dejando mal heridos a mas de 300.

A similar, pero en menor escala a nuestro 11M, o a las Torres Gemelas, al atentado de Bali o a los de Londres, Austria y otros muy similares que ocurren con excesiva frecuencia en los últimos años.

Y curiosamente, parece ser que en este caso los artífices de los atentados, son franceses o belgas nacidos ya en Europa de segundas o terceras generaciones de inmigrantes musulmanes.

¿Qué lección debemos aprender de todo esto?

La primera es que, por mucho que nos esforcemos en integrar a musulmanes educados en su religión a la cultura europea, es una tarea con tantos riesgos, que se ha mostrado insuficiente.

Si bien hasta hace pocos años, no representaban el menor peligro para nuestra cultura y forma de vivir, por ser un pequeño porcentaje, ahora día a día ese porcentaje se va multiplicando y los efectos secundarios empiezan a presentarse de una manera alarmante.

Y si ahora de golpe, abrimos las puertas a tantos hijos de la guerra enfrentados entre ellos y vienen a convivir entre nosotros, estamos importando un conflicto de impredecibles resultados a nuestras propias casas.

Eso que para la mayoría de los europeos, era un problema de difícil comprensión, era algo evidente para quienes hemos convivido entre ellos en Oriente Medio y ya hemos visto los problemas que les ha acarreado a otros países como Líbano, Kuwait e incluso Jordania, cuando les dieron cobijo a tantos y tan heterogéneos musulmanes refugiados en su suelo.

Ahora se van a debatir nuestros gobernantes europeos, entre el deber moral de asistir a los más débiles o el de protegerse de los asesinos terroristas.

Y el gran problema, es que no hay manera de detectar genéticamente si los que entran, van a saber integrarse y comportarse como agradecidos inmigrantes o la insatisfacción y el odio al verse en un mundo mucho más rico y distinto, del que ellos forman parte de las clases mas desfavorecidas, no va a ser explotado en las madrassas o mezquitas por los imanes, para hacer su labor de radicalización religiosa.

En cualquier caso un serio problema, que algunos políticos europeos de baja estopa, van a tratar de utilizar en sus campañas para ganar votos.

Esperemos que en el mes que queda para las elecciones, no volvamos a sufrir otro 11M que vuelva a matar a cientos de españoles sin otros motivos que el de arañar votos en las elecciones.