Reforma del estado autonómico
En los años setenta tuvo un sentido el” Estado de las Autonomías”, aunque solo fuese para aunar voluntades en torno a un constitucionalismo incipiente.
Hoy “la bestia” ha adquirido un tamaño incontrolable, y cada uno de sus órganos, pretende disfrutar de una absoluta libertad de acción, sin tener que depender ni ajustarse al funcionamiento de todos los demás, y con esas premisas, es imposible mantener una naturaleza saludable, en el “cuerpo del Estado”.
Las 17 piezas que componen nuestro “cuerpo del Estado”, no son capaces de armonizarse, y asumir cada una de ellas el papel que le corresponde, para que el organismo crezca racionalmente, se dimensione adecuadamente y le llegue a cada rincón de ese cuerpo todo el oxigeno y toda la sangre que necesita para sobrevivir en sana compañia con todos los demás.
El “cerebro” (en este caso el Gobierno Central) que es quien debería de repartir las funciones disciplinadamente y justamente, para que cada cual supiera hasta donde llegaban sus deberes, antes de reclamar sus derechos, sufre de un Alzheimer galopante, y sólo vive de alucinaciones permanentes, que se codifican en unas enajenaciones mentales transitorias, cuando no en ocurrencias egoístas y sectarias.
Y de ahí hacia abajo, el desorden, el caos, y el egoísmo de cada función vital, viene ya deteriorada, y cada cual vive un su “Reino de Taifas” incapaz de solidarizarse con nadie y para nada, y procurando únicamente salvar su día a día, sin preocuparse de un mañana
común, para todos los españoles.
Llega el médico (el Consejo de Europa) receta las medicinas adecuadas, e impone un tratamiento lógico para el mal que nos aqueja, y el “cerebro” triste y compungido parece entender todo lo que se le sugiere, y parece dispuesto a llevarlo a término con una cara entre sorprendida y sumisa.
Pero en cuanto el doctor sale del control de la sala, ese “cerebro” sigue en su actitud de D. Tancredo, y permite que el corazón palpite a un ritmo desacompasado, que los pulmones sigan llenándose de nicotina, que las manos sólo se utilicen para el latrocinio en vez de hacerlas trabajar, que los pies se pasen el tiempo dando patadas a todo el que se les acerca, que los riñones se bloqueen por exceso de toxinas, que el hígado se vaya deshaciendo poco a poco castigado por el exceso del alcohol, y en definitiva que un cuerpo que hasta hace apenas unos pocos años, crecía fuerte y vigoroso, y con una salud envidiable, se haya convertido en un “cadáver andante”.
Ya no es capaz de aspirar todo el oxigeno que necesita tan impresionante organismo, para mantenerse saludablemente, ni su sistema circulatorio obstruido por el exceso de colesterol, es capaz de mantener la sangre lo suficientemente fluida, para poder regar hasta la última neurona cerebral, y en esas circunstancias hemos llegado a este Estado anciano, decrépito, enloquecido e inoperante con que hoy nos encontramos.
Cargado de ineficacias, relleno de células cancerosas que nadie se atreve a extirpar, con una cantidad increíble de cuerpos extraños que son absolutamente prescindibles, pero que parasitan en un organismo incapaz de protegerse de ellos.
Hay que alimentar tantas ineficacias, que no se pueden atender las cosas que son realmente trascendentales, para mantener ese organismo en buen funcionamiento.
Dejo de expresarme ya en terminología clínica, para expresar simple y llanamente que es absolutamente enajenante lo que nos esta ocurriendo.
Europa nos obliga por imperativo inexcusable, a reducir nuestro Déficit Público en 2010 y de cara al 2011, poniendo un énfasis especial en las deudas Autonómicas.
Cumplido el primer trimestre del 2011 y analizados los datos de que disponemos, curiosamente el endeudamiento de estas, ha aumentado en un 26,4% y aquí no se ha hecho nada para evitarlo.
El total de la Deuda Autonómica se ha situado en 121.420 millones de euros, con el crecimiento antes indicado, y aquí nadie mueve un dedo.
Las cinco Autonomías primeras del ranking de crecimiento han sido por este orden Cantabria (81,06%), Extremadura (67,8%), Asturias (54,2%), País Vasco (48,2%) y Aragón (48,2%), por citar solo a las cinco con mayores crecimientos porcentuales.
En todas ellas Gobierna sólo o en coalición el PSOE.
Las que menos han crecido en porcentaje han sido Madrid (16,3%) y Galicia y Comunidad Valenciana (16,4%), las tres regidas por Gobiernos del PP.
Si no se empieza a “cortar por lo sano”, a prescindir de todos los gastos superfluos, de todos los servicios innecesarios, de todos los colocados por nepotismo en los alrededores del poder autonómico, y de una vez el Gobierno se decide a tomar el timón de esta nave que se hunde, será imposible que se nos tome en serio en el mundo.
¿Quién va a atreverse a invertir en España, si analiza nuestro Presupuesto de Gastos Dirigidos?
¿Qué confianza puede despertar en el mundo de las finanzas un Gobierno que es requerido un día si y otro también a tomar unas medidas explicadas muy claramente, sin ver ninguna acción por su parte?
Esto no es pesimismo, sino sencillamente exponer las cosas como son, o al menos como las veo yo.
Hay que adelgazar de una forma inmediata e importante nuestro Estado de las Autonomías, prescindiendo de todos los organismo repetidos, ya sean Diputaciones, Mancomunidades, o entidades menores, reunificar el sistema municipal de manera que se exijan un mínimo de ciudadanos dependiendo de un Municipio, para tener infraestructura propia.
Hay que legislar las percepciones de quienes nos administran de una forma uniforme y lógica, en vez de dejarlo a su libre albedrío, para evitar los agravios comparativos que ahora podemos observar.
En definitiva hay que racionalizar hasta dejarlo reducido a su mínima expresión indispensable, lo que hoy se conoce como el Estado de las Autonomías, para que se fortalezca y sea útil y eficaz.
Hasta hoy lo hemos venido hinchando, colocando a tirios y troyanos adictos a uno ú otro partido, para ganar votos, y contentar a las huestes de cada cual.
Ha llegado el momento de gestionar correctamente, administrando cada organismo del Estado, como administraríamos nuestra propia familia, y solo así, saldremos adelante de esta absurda situación en la que nos encontramos.
Gracias por no dudar por los datos del Banco de España sobre la situacion de endeuadamiento de las Comunidades que espero analices y publiques por encima de crecimientos puntuales de un semestre o trimestre que dan un dato pero no recogen la larga trayectoria de una gestion. Te admito que llames socialista a un gobierno catalan aunque sea un conglomerado de republicanos y verdes, pero deberias pensar si Jaume Matas (PP)ha tenido que ver algo los desmanes de Mallorca. (Lo digo por repartir un poco las culpas sin mirar en una sola direccion)