Razones de una concatenación de fracasos

Nuestra tierra, era considerada radicalmente de izquierdas, al menos durante todo el siglo XX, y nunca oí ni una sola opinión disonante.

Cuando en los albores de la democracia pasado el periodo preconstitucional, ese sentimiento se veía reflejado ya, una y otra vez en cuantas elecciones se nos llamaba a las urnas.

Es decir que partiendo de cero, o quizás como consecuencia del desprestigio del franquismo (que también puede ser una buena razón) los valencianos, votábamos mayoritariamente al socialismo, y como tercera opción a un incipiente comunismo, que solía ser el apoyo necesario, para conseguir mayorías absolutas, tanto en los ayuntamientos más importantes como en el gobierno autonómico, una vez pasada la fase de las” preautonomias”.

¿Qué ha ocurrido en el socialismo valenciano desde entonces, para que se haya desmoronado totalmente, y vaya de mal en peor?

¿Qué queda de aquel eurocomunismo edulcorado, que ya no pasa de ser una coalición de partidos, en la que tienen cabida tanto los seudo comunistas, como todos los catalanistas de izquierdas, huérfanos de la suficiente capacidad de maniobra, para representarse a si mismos?

No puedo decir que mis percepción, tenga por que ser la razón fundamental de tanto fracaso consecutivo, pero es mi opinión, y por eso se la transmito.

Al comunismo o euro comunismo, se lo tragó el socialismo en su viaje a la izquierda.

Los socialistas valencianos, mal enfocados y peor representados, llegó un momento en el que eran antes socialistas que valencianos.

Y su conducta era tan patente que hasta los más ciegos, se dieron cuenta de lo poco que se conseguía para nuestra Comunidad, si gobernaba el PSOE en España.

El PSPV, era un nido de vividores acomodados, dispuestos a matar a cabezazos sumisos, a los señores González y Guerra, e incapaces de enfrentarse a ellos por defender los intereses de nuestra propia tierra.

Los Srs. Lerma, Ciscar, Asunción y demás pesos pesados del socialismo valenciano, “encontraron su lugar al sol”, y mientras el dinero se invertía a espuertas en los feudos tradicionales del socialismo, como eran Andalucía, Extremadura y Cataluña, a nuestra región, no llegaban ni las migajas, y poco a poco los valencianos se fueron sintiendo decepcionados.

Valencia no se veía evolucionar ni en infraestructuras, ni en inversiones rentables.

Por otra parte, se creó desde entonces una peligrosa simbiosis entre el socialismo y el catalanismo, que atacó en lo más profundo y sensible la fibra de los valencianos, ya que pretendieron cambiar nuestros símbolos y hasta nuestro himno regional, tratando de imponer la “cuatribarrada aragonesa y catalana” y la “muixaranga”, como bandera e himno de nuestra Región, y hasta lucharon denodadamente, para que dejara de llamarse Reino de Valencia(conocido es de sobra el republicanismo socialista) para convertirnos en un País Valencia, mucho mas próximo a su intereses, para incorporarnos más tarde a “Els Paisos Catalans”, esa utopía con la que siguen soñando.

Es decir, trabajaron tanto en desposeernos de nuestras señas de identidad, y de querer identificarnos con lo que no éramos (nunca fuimos ni quisimos ser catalanes) que se pasaron de rosca, y el pueblo valenciano de una forma mas o menos consciente les dió la espalda.

Nuestra seña de identidad, siguió siendo a su pesar con el azul que nos diferencia de Aragón y de Cataluña, nuestro Himno Regional siguió siendo en que compuso el Maestro Serrano, para mayor gloria del valencianismo, que puede sentirse orgulloso de tener el himno regional mas bonito y valorado de todo el suelo peninsular, y eso no lo digo yo, lo dice todo el mundo entendido en música, y dotado de una sensibilidad apolítica.

Solo consiguieron, que en aras de la convivencia, los valencianos de raíz, para evitar más conflictos identitarios , aceptáramos la denominación de nuestra región como Comunidad Autónoma Valenciana, a cambio de no ser utilizados ni Reino de Valencia, ni País Valencia.

Los partidos de centro derecha, consecuentes con el acuerdo alcanzado a todas sus siglas añaden la CV de Comunidad Valenciana.

Los de izquierdas, como es su costumbre incumplen su compromiso, manteniendo la PV de País Valencia.

Pretenden ser más listos que nadie, y lo único que consiguen es quedar en evidencia ante los votantes valencianos, que les han dado la espalda totalmente en el último cuarto de siglo.

Pueden cambiar de líderes, de responsables o de imagen, pero esté quien esté y hagan las campañas que hagan, su fracaso esta totalmente garantizado, por toda esa serie de estupideces, que les pesan como una losa a quienes tratan de impulsar su proyecto.

Mientras no se quiten las albardas que se pusieron hace tantos años, y defiendan su condición de valencianos, por encima de su pertenencia y obediencia al PSOE, irán de fracaso en fracaso, porque ni han sabido defendernos de la catalanización cultural que han pretendido regalar a lo mas florido de la lengua y literatura valenciana de nuestro Siglo de Oro, a una Cataluña huérfana de literatura medieval, ni se han preocupado de mejorar las condiciones de vida del pueblo valenciano, que quizás no tenga tan arraigado como otros, su nacionalismo disgregador, pero que si es muy consciente de su propia identidad, completamente separada de la catalana, con la que siempre nos unieron lazos de afecto y simpatía, y ahora los políticos han conseguido revertir esa norma de buena vecindad, y convertirla en una antipatía visceral.

Para completar las razones, solo queda la guinda del pastel.

El Plan Hidrológico Nacional, concebido y elaborado por una socialista, Cristina Narbona, cuando era la responsable de Infraestructuras del Ministro Borrell, y acabado de completar por el Gobierno Aznar, lo convierten en “agua de borrajas” cuando el señor Zapatero vende la gobernabilidad de España al capricho catalán, y derogan una Ley, que había dejado bien claro que los recursos hidrológicos españoles, deberían de ser administrados y gestionados por el Gobierno de España.

Y los socialistas valencianos, aplauden con las orejas la decisión de Zapatero, en vez de enfrentarse abiertamente a esa incoherencia.

Esa fue su puntilla en la Comunidad Valenciana.

E incluso ahora mismo, siguen haciendo una serie de concesiones y silencios que les convierten en cómplices del siguiente absurdo.

Votan a favor de unos Presupuestos desde hace ya muchos años, que subvencionan con un montón de millones de euros, a entidades que solo se dedican a ejercer como correa de transmisión del catalanismo en Valencia.

Acció Cultural del País Valensia(lease Eliseu Climent), Escola Valenciana y las Fundaciones Francesc de Vinatea y Josep Renau( todas pancatalanistas establecidas en nuestra Comunidad) van a recibir dinero a manos llenas de los Presupuestos del Estado Español en 2011 y según se ha publicado en la prensa de hoy, parece ser que Acció Cultural del País Valencia en los últimos diez años, has recibido 17 millones de euros de subvenciones de la Generalitat Catalana, sin contar las que hayan podido recibir del Estado.

Luego, Cataluña genera un déficit brutal, que tenemos que pagar los españoles con nuestros impuestos, vía concesiones de Zapatero, para conseguir sus apoyos.

Es decir que los valencianos, pagamos con nuestro propio dinero a quienes tratan de colonizarnos, despersonalizarnos y se enriquecen, renunciando a sus raíces y a su cultura.

No estaría de más, que los socialistas hicieran un examen de conciencia, y recuperaran la sensatez, ya que hasta en una Cataluña que ha esquilmado al resto de España en las dos últimas legislaturas, han perdido casi la mitad de su intención de voto, por haber pactado con quien no debían, con el simple propósito de mantenerse en un poder, que no han sabido ejercer con un mínimo de dignidad, y respeto a otras sensibilidades.