Rajoy y Groucho Marx

De nuevo esta semana un tema de actualidad, se interpone en la serie de columnas para analizar los diferentes temas de capitalismo, que conviven actualmente en el mundo.

Desde que llegó al poder y de eso pronto se cumplirán los tres años, el Presidente del Gobierno ha ido combinando aciertos y errores alternativamente, como nos suele ocurrir a todos.

Su labor de Gobierno en mi opinión ha sido acertada en el aspecto macroeconómico y por eso hemos podido salir del pozo en que nos dejaron Zapatero y Rubalcaba y quizás no nos pareciera todo lo desacertada que era en todos los demás sentidos, porque al recordar las barbaridades cometidas por sus antecesores, muchos han creído que hizo lo único que era posible hacer.

Poco a poco hemos sido muchos los españoles que acumulando decepción tras decepción hemos terminado por perder la confianza que habíamos depositado en él, y ahora contemplamos incrédulos su falta de ética y principios morales en muchas de las decisiones que ha tomado.

Sus promesas preelectorales, se han ido desvaneciendo y a mayor importancia de las mismas, mayores incumplimientos por su parte.

Le sirvieron como armas para la conquista del poder, pero una vez acomodado en su sillón, ha sido incapaz de hacer una reflexión serena de cuales eran los motivos y razones por los que el electorado le había concedido una mayoría absoluta y en vez de dar una prioridad absoluta al cumplimiento de sus promesas, se ha dedicado a olvidarlas sin percatarse de que los españoles no somos tan olvidadizos como él.

Quienes pretenden justificarle, arguyen que todas sus decisiones son tomadas en función de estudios sociológicos de estimación del voto en cada momento.

Suman y restan sus analistas y después decide Rajoy, en función de sus asesores.

Craso error.

En mi opinión una parte de los votantes que se inclinaron por otorgarle la confianza a Rajoy, pudieron ser decepcionados por la labor caótica del socialismo, pero lo que yo llamaría “suelo del electorado de base de los populares” somos gente formada e informada que piensa, siente, analiza y confió en él y creyó en sus promesas para la regeneración ética y moral de España.

Personas que le creyeron y pensaron que temas tan deleznables como el compadreo con ETA y la complicidad de las Instituciones del Estado con los asesinos etarras que se habían representado en el Caso Faisán o Bolinaga se aclararían y cada uno asumiría sus responsabilidades después de ser juzgados.

En vez de eso el Faisán se ha cerrado en falso inculpando a alguien que sin la menor duda no fue el mayor responsable del mismo, y Bolinaga que parecía estar en sus últimos días, ya lleva mas de dos años paseándose impunemente por el País Vasco de vino en vino, hasta hacernos creer que es esta la medicina que le mantiene vivo.

Y Rajoy haciendo de D. Tancredo.

Sus promesas de cerrar aquellas 600 empresas que eran absolutamente prescindibles y sólo habían servido como agencia de colocación de parientes amigos o afiliados de todos los partidos, se ha evaporado sin apenas ser verdad ni en el 5 % de los casos.

Su promesa de bajar los impuestos, hasta hoy ha sido vergonzosamente sustituida por una subida más o menos sensible, y por la nueva promesa de bajarlos en 2015, sencillamente por ser año electoral y para poder seguir engañando.

Y de ese tipo de incumplimientos podría estar hablándoles hasta mañana, pero sólo voy a referirme al último y más sangrante por referirse a un tema del que hizo bandera y que consiguió reunir a millones de personas en manifestaciones contra la Ley del Aborto de Zapatero, sensibilizadas por el Derecho a la Vida.

No soy abortista, pero entendería una Ley del Aborto bien estudiada y aplicable sólo a casos justificados.

Esta misma semana, retira la Nueva Ley del Aborto que ya estaba siendo tramitada en el Congreso, sin más explicaciones que las que cada uno quiera interpretar.

E inmediatamente el socialismo se apunta el tanto como propio, y el Ministro de Justicia Sr. Ruiz Gallardón (que nunca ha sido santo de mi devoción) le presenta la dimisión en un gesto que le honra, ya que ha sido en todo momento el que ha luchado con tirios y troyanos para sacarla delante, en representación de un Presidente que ahora la retira sin más ni menos.

Uno, si es sibilino, puede llegar a pensar que puede haber sido una artimaña de sus compañeros de partido, para apartarle de la circulación y de la política activa como hicieron con Esperanza Aguirre, por considerarles posibles contrincantes con mucho mayor peso específico que ellos mismos dentro de su propio partido.

No me sirven los análisis preelectorales, porque en ningún caso van a ganar por su flanco izquierdo, lo votos que van a perder en su suelo electoral.

Es posible que crean, que “están solos bajo el Sol” y que el voto de esos españoles es tan voto cautivo de ellos, como lo es el de izquierdas, de los socialistas y comunistas.

Y en eso se equivocan.

Las diferencias entre unos votantes y otros son muy sensibles.

Y le puedo asegurar al Sr. Rajoy, que mientras él Presida el PP muy pocos de los votos que eran cautivos, votaran a su partido.

O irán a la abstención con lo que ellos implica de negativo para el centro derecha, o buscaran apoyar a personas como Alberto Ribera u otras alternativas similares que puedan surgir y que merezcan su crédito y confianza.

En elecciones municipales o autonómicas la hecatombe puede frenarse en función de los candidatos que presente el Partido Popular, pero en las elecciones generales puede estar seguro el Sr. Rajoy que va a bajar muchísimo y le va resultar imposible formar Gobierno, de no ocurrir un milagro improbable, o que dimita en vista de los resultados en los plebiscitos anteriores, y haya otro Presidente.

No se puede gobernar “a golpe de estadísticas” que suelen ser las mayores de las mentiras, ya que cada uno las puede manipular como mejor le convengan.

Arriola y sus asesores, le pueden decir lo que él prefiera oír, pero nunca le dirán el resultado de las urnas, porque hay mucho voto oculto y todavía más…..descontento.

Se acabó el tiempo de los políticos mentirosos compulsivos, que piensan que los programas se hacen para incumplirlos.

Y espero y deseo de corazón que la regeneración democrática, nos traiga nuevos líderes con mayor sentido de la moral, de la ética y de la responsabilidad de cara a los ciudadanos.

Mis amigos, lectores y conocidos saben que he sido votante (nunca militante) habitual del PP, pero esta ha sido la gota que ha desbordado el vaso de mi paciencia política.

Una gestión económica sensata, no puede justificar tanta irresponsabilidad, tanta falta de ética y principios y tanta inmoralidad.

Hasta nunca Sr. Rajoy.

Me ha recordado Rajoy a Groucho Marx cuando trataba de vender sus principios, y decía:

“ESTOS SON MIS PRINCIPIOS, PERO SI NO LE SIRVEN, LOS CAMBIO POR OTROS INMEDIATAMENTE”