PSOE y PP solo se ponen de acuerdo totalmente en el “Foro de la Toja”
Ha bastado dejar al margen al Presidente del Gobierno actual Pedro Sánchez, en el Foro Político-Empresarial de la Toja, para que todo el tejido empresarial, político, institucional y constitucional español se hayan expresado con absoluta contundencia en contra de la indecente campaña emprendida desde el Gobierno por su Presidente y Vicepresidente de acoso y derribo a la Monarquía y adoctrinamiento generalizado.
En eso ha habido unanimidad absoluta, tanto por parte de los empresarios, como de los dos representantes más significados en el Foro, de los partidos que ocupan en la actualidad tanto el primer partido del Gobierno, el Partido Socialista, como el que dispone de mayor número de escaños en la Oposición, el Partido Popular.
Felipe González y Mariano Rajoy han expresado con total rotundidad su apoyo a Felipe VI y su malestar ante el cariz que están tomando los acontecimientos que ponen permanentemente en peligro la estabilidad nacional.
¿Acaso no son esos dos ex Presidentes las voces más autorizadas para emitir un diagnóstico sensato de cara al futuro?
Quizás Aznar hubiera podido representar también dignamente el PP, pero desde luego en el PSOE nadie dispone de la autoridad moral que tiene Felipe.
Pues bien, como observadores en la distancia los dos se han expresado sin dejar lugar a la duda.
Mientras el andaluz apuntaba que “El Rey ha actuado impecablemente con completa neutralidad y exquisita prudencia” el gallego usaba la legalidad como la base de su argumento ”Estoy aquí, para expresar mi apoyo a la Constitución, a las reglas de juego, a la Monarquía y a las Instituciones”.
Una frase contundente de Felipe durante su actuación fue la siguiente:
“Cuando no se tiene la capacidad de enfrentarse a los problemas, se busca distraer”, es decir que cuando uno es alguien con poca o ninguna capacidad de análisis y síntesis para detectar un problema real, inventa nuevos problemas para cambiar el foco de atención de sus conciudadanos, porque eso es en realidad lo que están demostrando Pedro y Pablo, dos “perroflautas” dedicados a la política, sin el menos conocimiento ni de economía, ni de sanidad, ni la menor predisposición a considerar sus contantes errores para afrontar y resolver los problemas acuciantes del paro, la pandemia, la destrucción de nuestro tejido empresarial, comercial y económico en general y la situación desesperada de muchos españoles que en pocos meses se van a encontrar sin trabajo y sin esas ayudas miserables que han prometido y apenas han llevado a cabo en su perenne busca y captura de votos.
Rajoy también les reprendió arguyendo que “Un gobernante no puede ser doctrinario, porque no hay nada peor que eso, ni siquiera ser sectario”
Tanto Sánchez como Iglesias, empezaron siendo sectarios y han acabado “adoctrinando” a base de miles de millones de euros a todos los medios de comunicación que han preferido pan para hoy a mantener unos principios inquebrantables para siempre y de ese modo “sus junta imágenes, junta palabras o junta letras, han dejado de ser periodistas notarios de la actualidad” se han dedicado a ser los elementos transmisores de las doctrinas que les dictan sus medios, para poder sobrevivir.
Todos los medios de comunicación dignos y decentes, vivían del producto de su fiabilidad y credibilidad y de la publicidad que recibían de las empresas privadas.
Hoy se acabó lo que se daba y la mayoría de ellos, viven del dinero que reciben del Gobierno que engrasa convenientemente sus motores, para que ejerzan de factor doctrinario de sus principios y quien no lo hace está condenado a sucumbir en términos generales.
Por vez primera en mucho tiempo, tengo que decir que Felipe González ha actuado ejemplarmente como hombre de Estado, sin importarle granjearse la peligrosa antipatía de Pedro y Pablo, quizás porque sabe muy bien que los dos van a acabar siendo “flor de un día” condenados al fracaso y posterior ostracismo.
Espero ser testigo de mi profecía y de no cumplirse esta en un plazo máximo de tres años, lo siento profundamente por lo que quede de España.
Hasta la semana que viene amigos.