Poder político y dinero: Simbiosis inevitable
Y añadiría también que peligrosa, explosiva, imperfecta, inmoral y unos cuantos calificativos más que me ahorro, para no cansarles.
No me era ajena ni desconocida esta reflexión, pero visionando el pasado 4 de Julio la miniserie emitida en una cadena privada de las peripecias de Mario Conde al frente del Banesto y sus choques inevitables con el resto de los componentes de la Banca tradicional, apoyados por el Gobierno de Felipe González, llegue a la conclusión de que pocas cosas hay en la vida mas despreciables que esa lucha encarnizada del poder político contra el poder económico, cuando no se somete a sus deseos.
Soy consciente de que la serie está basada en el libro autobiográfico de Conde, y por tanto su objetividad puede quedar en entredicho.
Pero no quiero abordar los aspectos políticos ni económicos del problema.
Quiero tan solo resaltar el aspecto moral de unos y otros.
Hay una conclusión innegable:
“Ni los banqueros ni los políticos, conocen el sentido de las palabras AMISTAD, JUSTICIA, SOLIDARIDAD y DECENCIA, según nos los presenta la serie”
Es una lucha encarnizada de egoísmos personales, en cuya guerra se utilizan todas las armas que sean necesarias, desde el cinismo a la mentira, desde la puñalada trapera a la que se da por la espalda con nocturnidad y alevosía y que acaba por destruir a todos los contendientes y a sus propios entornos.
Y ver como dos amigos entrañables como lo fueron Abelló y Conde trituran una amistad de muchos años, y una colaboración muy fructífera para ellos, única y exclusivamente por no saber canalizar sus egos alrededor de una idea, causa un efecto deplorable en las personales normales, que le damos a la amistad un sitio preferencial en nuestra escala de valores.
Ver a un personaje como Mariano Rubio (Gobernador del Banco de España) que acabó en la cárcel como Conde, obligando a sus subalternos a cambiar preceptos legales, con el único objetivo de arrasar a su oponente, da ganas de vomitar.
Comprobar fehacientemente, como con algunos miles de millones de pesetas de sobornos sabiamente distribuidos, el poder político del momento, era capaz de modificar la legislación vigente al servicio de intereses económicos poco claros, produce una sensación de indefensión total ante unos y otros.
Y lo más grave, estoy convencido de que todo lo que se relata es en esencia, absolutamente cierto, ya que de no ser así eso podría significar ahora mismo la ruina mas total y absoluta de Mario Conde, ya que la cantidad de querellas que se le iban a presentar son inimaginables, y este señor puede ser cualquier cosa, menos tonto.
Por lo tanto insisto en el peligro de esa simbiosis entre el dinero y el poder político.
Lo que se vivió en la última década del siglo pasado y la caída de Conde quizás sólo fuese un aviso para navegantes, por parte del poder político.
Por eso el problema con que nos encontramos hoy en España, entiendo que no es ni más ni menos que una consecuencia de aquella experiencia.
Y por eso la banca tradicional, se rindió ante el poder político permitiendo que las Cajas de Ahorros fueran su propia competencia en manos de los políticos, con mucho menos escrúpulos que ellos mismos,¡que ya es decir!, y ahora una vez entre políticos y sindicalistas han arruinado a aquellas instituciones financieras, vuelven a obligar al sistema bancario tradicional a absorberlas, pero previamente nos meten las manos en los bolsillos a todos los españoles ajenos a sus tropelías, para que con nuestros impuestos, con los recortes de nuestros salarios o de nuestras pensiones, pongamos el dinero que los políticos necesitan, para obligar a los banqueros a quedarse con las Cajas de Ahorros que ellos arruinaron.
En tan solo veinte años, hubo ensayo general y obra de destrucción completada.
Quizás algunos de los grandes gestores financieros de las Cajas o de los bancos quebrados, tengan que prepararse el pijama a rayas (aunque lo dudo) y el mismo Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tenga que preguntarle a los descendientes o causahabientes D. Mariano Rubio, lo que solía hacer éste, para distraer sus días en el trullo.
¿Aprenderemos algún día a no fiarnos de esta simbiosis de pillos?
La simbiosis entre policita y dinero es tan real como apuntas, pero dejame aspirar en que no sea inevitable. Voy más alla y yo pienso que el poder poltico está supeditado al poder economico que es el que en busca de un beneficio ciego solo mira al corto plazo y añado un poco más: La mayoria de los politicos son peleles al servicio de los poderes ecocnomicos en los que finalmente suelen recalar cuando ha pasado su etapa por la via publica.