El Palacio de la Moncloa produce sordera a sus inquilinos
A veces es conveniente desdramatizar las situaciones para no exacerbar los ánimos y poder tomar distancia con los problemas, a fin tratar de ser más objetivos, aunque a fuerza de ser sincero, me cuesta mucho.
Recuerdo los improperios y las críticas tan agrias que recibió el presidente Aznar con motivo de la reunión de Las Azores y su apoyo a Bush por la invasión de Iraq, imputándole incluso su participación en la guerra de una forma oportunista, cuando sólo había enviado un barco hospital para atenciones hospitalarias.
Los medios de información del imperio de Polanco, en aquellos momentos se llenaban la boca de la sordera de Aznar ante un clamor popular, bastante notable, pero sin duda muchísimo menos generalizado que el que ha producido ahora la excarcelación del asesino etarra, De Juana Chaos.
¿Alguien ha podido leer la menor alusión a la sordera de Zapatero en “El País”, la Cadena SER, el Canal Plus o la Cuatro? Por no decir en Radio Nacional de España y la TVE.
Cuando todo el país es un clamor, con manifestaciones millonarias en todo el mapa nacional, El País ni se entera ni pretende que se entere el presidente del Gobierno, y siguiendo la tradición franquista de sus dirigentes, tratan de desviar la atención, hablando de las mil tonterías, como en tiempos del Caudillo se hablaba de las confabulaciones “judeo-masónicas”. Son especialistas en la mentira y tergiversación de los hechos reales para tratar de crear una realidad virtual que sólo ellos se creen y los que viven de su mismo pesebre.
Hasta ahora les ha dado buen resultado y la prueba de ello es que consiguieron llegar a La Moncloa, a su presidente por accidente, pero poco a poco van acabando con su credibilidad y el común de los ciudadanos se percata de las cosas tan raras que deben de haber ocurrido para que un asesino convicto y confeso (cuyas penas como tal ya se habían cumplido, es cierto) se ve excarcelado por ponerse “a dieta blanda”. Y lo digo muy claro, lo que estaba haciendo este asesino en el hospital era una dieta blanda, pues de no ser así, no hubiera podido estar retozando en la cama con su amante en vísperas de ser excarcelado. Este señor, y perdonen la licencia humorística, estaba haciendo la popular “dieta del cucurucho: comer poco, y… mucho”.
Me produce repugnancia cuando oigo a los portavoces gubernamentales justificando la excarcelación en el riesgo de complicaciones en la salud de ese canalla. A no ser el riesgo de tuberculosis, como nos decían a nosotros de pequeños, si se abusaba de la actividad sexual.
Como poco, he llegado a la conclusión de que los inquilinos de La Moncloa, padecen sordera atípica y espero que el diagnóstico sea el adecuado y el resultado el mismo que en el caso de la anterior sordera.
Entonces, por no oír a muchos ciudadanos españoles, el Sr. Aznar tuvo que salir del gobierno, sin que le pudiese sustituir el Sr. Rajoy, como era lo esperado y deseado por la mayoría de los españoles hasta el 11 de marzo.
En este caso, lamentablemente no lo pagará tampoco el Zapatero más caro de España. Acabaran pagándolo sin duda los candidatos de su partido en las elecciones autonómicas y municipales del próximo 27 de mayo, aunque espero y deseo que esta barbaridad, esta falta de ética política y esta cobardía personal, los españoles no se lo perdonaremos, y se lo facturaremos también en las próximas elecciones generales del 2008.
Y entre tanto, siguen apuntándose y haciendo ya cola en los centros de la Seguridad Social los miles de delincuentes encarcelados a los que les sobran algunos kilos, para que se les facilite la misma dieta blanda que se le ha facilitado a ese malnacido etarra, y a esperar que les dé las mismas facilidades de servicios sexuales que tuvo el “pollo” a fin de acabar excarcelados como él, después de una buena dieta del cucurucho.
Y ustedes que lo disfruten, muy señores míos, que seguro que merecerían ese trato, muchísimo más que esa hiena, que con la complicidad de un presidente insensato y acobardado, ha conseguido resucitar las dos Españas que ya teníamos olvidadas, y va a conseguir colapsar la Sanidad nacional, va a vaciar las instituciones penitenciarias en cuatro días para colapsar los hospitales de nuestra Seguridad Social con delincuentes a dieta.