Nuevas elecciones ¿mala solución?
Vengo escuchando en las últimas semanas en casi todas las tertulias radiofónicas o televisivas, que las terceras elecciones, son la peor solución a la situación política que vivimos, y sin embargo no acaban de convencerme los razonamientos que aportan.
Muy probablemente, lo sean para grupos políticos determinados, pero podría darse el caso de que en pocos meses nos arrepintiéramos de no haber acabado de solucionar la crisis de Gobierno que estamos viviendo de una forma definitiva, aunque nadie sabe en la situación actual lo que puede ser “definitivo”.
Y voy a tratar de explicar las razones de mis dudas.
Una Investidura forzada por la abstención, falta de convencimiento del Comité Federal Socialista, no iba a garantizar nada.
La evidente confrontación dentro de socialismo actual, entre los partidarios del NO y de la ABSTENCION, es innegable.
Aparentemente, la Comisión Gestora del PSOE ya cuenta con la garantía de que de una forma o de otra, van a consentir en la Investidura de Rajoy.
De no ser así y de no tener atados todos los cabos convenientemente, no creo que hubieran informado al Rey, para que los días 24 y 25 de Octubre, volviera a tomar el pulso de los líderes de los Partidos con representación en el Congreso, para ofrecer de nuevo al Presidente en Funciones una tercera intentona.
Sería ridiculizar excesivamente la figura del Monarca y de Rajoy a los ojos de todos los ciudadanos.
Pero lo realmente trascendente, vendrá después.
Y va a estar en función de los resultados de las primarias en el PSOE, que si se respetan los estatutos del partido, se llevaran a cabo a corto plazo.
Parece ser que ya se están gestando, recogidas de firmas entre algunos de los adictos a Pedro Sánchez y que se cuenta con el apoyo suficiente, para convocar esas primarias.
De ser así y después del proceso de adoctrinamiento llevado a cabo entre las bases del Partido Socialista, no sería nada extraño que pocos meses después de haber investido a Rajoy, nos encontráramos de nuevo dirigiendo al PSOE a Pedro Sánchez o cualquiera de sus sucedáneos, que hicieran bandera de sus mismos objetivos y con los mismos propósitos.
¿Qué habríamos adelantado?
Todos hemos escuchado hasta la saciedad, que incluso los más moderados socialistas, que optan por la Abstención, no tienen intención de colaborar en lo más mínimo ni siquiera facilitar la gobernabilidad del Estado.
Es decir que nadie garantiza que vayan a aprobar los Presupuestos del Estado para 2017 y todos ellos coinciden en insistir que desde el primer momento van a ejercer una Oposición radical al Gobierno Popular.
Rajoy sólo cuenta con el apoyo condicional de Ciudadanos, siempre que se vayan desarrollando y cumpliendo los 150 puntos pactados entre los dos partidos, pero eso no es suficiente para promulgar las Leyes necesarias para cumplimentar todos los requisitos para enderezar el rumbo de España.
Por lo tanto puede ocurrir, que dentro de unos meses, volvamos a estar como estamos ahora, pero con un PSOE reestructurado y de nuevo pugnando por ese “Gobierno Frankestein” definido por algunos, al ser tan absurdo como fantasmagórico, basado en una izquierda radical más unos partidos independentistas, dispuestos a romper a España en mil pedazos.
¿No creen ustedes que esa solución sería mucho peor que las terceras elecciones?
No digo que vaya a ocurrir así, porque eso nadie lo puede asegurar, pero visto como se van desarrollando los hechos no me resultaría raro.
Y ante esa eventualidad, soy de los que piensan que más vale aclarar el tema de una vez, que volver al inicio del conflicto.
Basado en las encuestas de opinión que vienen apareciendo recientemente, desde que empezó a barajarse la posibilidad de las terceras elecciones, parece bastante probable que en ese caso la suma de PP y Ciudadanos si se llegara a una mayoría suficiente, para poder gobernar durante cuatro años sin la permanente Espada de Damocles, sobre el cuello de Rajoy.
Es decir tendríamos cuatro años de tiempo para enderezar el rumbo, en vez de cuatro meses.
Se me podrá objetar, que nadie garantiza esa mayoría suficiente, pero tampoco nadie puede asegurarnos que en unas primarias del PSOE no van a volvernos a la situación que vivimos hasta hace 15 días y entre esas dos dudas, prefiero correr el riesgo de las nuevas elecciones dependiendo de la voluntad de todos los españoles, que tener que depender de la voluntad de los aproximadamente 180.000 afiliados del PSOE, que ya llevan demostrando bastantes años su poco acierto al elegir a su Secretario General.
Las Primarias del PSOE siempre las ha montado el diablo y luego las han tenido que desmontar los dirigentes socialistas.
Ocurrió con Borrel primero, con Zapatero después y con Pedro Sánchez hace quince días.
Me parece un riesgo excesivo, confiar en el sentido común de unas bases, que han acumulado tres fracasos indudables las tres veces que han elegido a su Secretario General.
Me consta que mis argumentos no les van a servir a muchos socialistas ni a todos los radicales de izquierdas e independentistas.
Pero si quiero ser consecuente con mi forma de ver el problema, no tengo mas remedio que exponer y razonar las cosas de acuerdo con mis convicciones.
Estoy convencido de que va a haber Investidura, pero no creo que las Terceras Elecciones, hubieran sido lo peor.
Podemos vivir algo peor que esas terceras elecciones.