Marca España: Historia de un disparate

Nace como un organismo del Estado cuyo objetivo según su propia definición es “mejorar la imagen de nuestro país, tanto en el interior, como más allá de nuestras fronteras en beneficio del bien común. En un mundo global, una buena imagen-país es un activo que sirve para respaldar la posición internacional de un Estado política, económica, cultural, social, científica y tecnológicamente”.

Más adelante dicen “….Porque España es su historia, su tradición, sus pueblos, su innovación sus empresas. Y su DEPORTE, que se ha convertido en un ejemplo de superación y espejo para toda la sociedad. Y su IDIOMA, el segundo con mas hablantes del mundo”.

Analizados los fundamentos y la razón de ser de MARCA ESPAÑA, y la evaluación de sus DEPORTES y de su IDIOMA, a mi se me hace difícil entender la reacción de su Alto Comisionado y del Ministro de Asuntos Exteriores, máximo responsable del ente, exigiendo la dimisión del Director Adjunto de Marca España Juan Carlos Gafo, por haber llamado “catalanes de mierda” a quienes pitaron el himno nacional, en la inauguración del Campeonato Mundial de Natación 2013 en Barcelona hace unos días.

Si hubiera dicho “españoles de mierda”, seguramente no habría pasado nada y sin embargo hubiera sido exactamente lo mismo, ya que los que silbaban eran españoles y también catalanes.

Su pecado fue simplemente hacer referencia a su condición de catalanes, y es que en la España actual, no se pueden expresar nunca los sentimientos propios si con ello se roza la suave “piel de berenjena del catalanismo”, sin embargo a ellos se les permite llamar “puta España” impunemente, a su propia nación, ya que de momento es esa nación la que les acoge, les permite circular por el mundo con su pasaporte o DNI, y que yo sepa es la única nacionalidad oficial que tienen.

Ellos se permiten desvergonzadamente quemar su bandera nacional, pitar a su himno nacional y prender fuego a las fotos de su Jefe del Estado con absoluta impunidad, pese a ser todos ellos hechos legalmente condenables e imputables.

Pero si alguien se permite llamar “catalanes de mierda” a un puñado de la escoria social catalana, que se harta de insultar y ridiculizar a los símbolos representativos del Estado propio, merece ser castigado o destituido de su cargo por el simple hecho de salir en defensa (de una manera más o menos acertada) de los principios del ente que representa.

¿A que jugamos?

Tanta permisividad nos lleva a estas situaciones tan ridículas como intolerables.

Esto no es nuevo.

En 1925 y durante el Gobierno de Primo de Rivera, y siendo Capitán General de Cataluña D. Joaquin Milans del Bosch aficionados del Barcelona (que por lo visto ya era “algo más que un club”) se permitieron pitar el Himno Nacional que imagino que sería la Marcha Real, y la consecuencia inmediata fue cerrar el estadio durante seis meses, con lo cual nunca mas nadie se atrevió a volver a pitarla.

Estaba convenientemente legislado, y lo único que se hizo fue aplicar la legislación vigente.

“Mataron al perro y se acabó la rabia”.

Aquí la casta política de todos los colores, no quiere “hacer enemigos” y para ello obvia el cumplimiento de la legislación vigente, y permite a esa manada de mal nacidos despreciar y desprestigiar a su propia nación dentro y fuera de España, pese a su aparente decisión de potenciar la Marca España.

Lo siento, pero pese al “lapsus calami” del Sr. Gafo, le asistía toda la razón del mundo para decir lo que dijo, si se refería a quienes pitaron el Himno Nacional.

Eran unos “mierdas” a los que se les permite todo, en vez de someterles a la legislación vigente, obligándoles a cumplirla o penalizándoles como deberían e incluso en los casos de evidencia de sus delitos, retirándoles el DNI y el pasaporte, para ver que país les acogía como apátridas.

Pero para eso, hace falta una dosis de “testiculina” que no tiene ningún político actual español, y así nos va al resto de los españoles….y a los catalanes.

Siento curiosidad por saber que van a montar esos descastados en el próximo evento deportivo internacional cuya organización se le conceda a Cataluña.

¿O la lección les va a servir para no darles ningún evento deportivo internacional, como no se les da a los vascos desde hace muchos años?

¡Sólo el cielo lo sabe….como decía la película!