Llegó el momento de la verdad
Tras el último debate el pasado lunes 3 de marzo, tuve la curiosidad de pulsar las opiniones inmediatas, sin “cocinar” de los cuatro periódicos digitales que me parecieron más oportunos, representando a las corrientes de los dos sentidos, y me dieron el siguiente resultado:
Periódico | %PP | %PSOE |
El País | 40 | 59 |
El Mundo | 56 | 44 |
ABC | 52 | 50 |
Las Provincias | 58 | 41 |
TOTALES | 206:4=51,5% | 194:4=48,5 |
Sin ser nada definitivo, por ser tan sólo el resultado de un debate y tratarse de medios no gubernamentales y en momentos inmediatos después del mismo, me pareció bastante consecuente el resultado con lo que yo había visto, aunque para mi impresión personal, Rajoy sacó mucha más ventaja, que se perdió al entrar en el juego de Zapatero en los temas de Irak y el 11 M, donde no estuvo ágil para preguntarle al Presidente en funciones si acaso sabía algo más de lo que había dictado la justicia, distanciando de una manera equidistante a ETA y a la guerra de Irak, como motivos directos o indirectos del atentado.
De mantenerse esta situación, a la hora de votar la ventaja sería totalmente del PP, ya que a la hora de repartirse el voto de los simpatizantes de uno y otro, en las urnas son bastantes más los votos a restarle al PSOE entre IU, ERC, BNGA, CHUNTA, PNV, UdP (el partido de Rosa Díez) y el Partido Social Demócrata, que los que puede perder el PP, con los partidos regionalistas de derechas, tipo CV y semejantes de otras autonomías, o Ciutadans de Cataluña.
En pura lógica electoral, parece normal que el PSOE pierda más de 10 escaños en total, que no sabemos donde pueden ir a parar, y al parecer también los nacionalistas independentistas catalanes y gallegos, según indican algunas opiniones de estudios demoscópicos.
Si tuviera que apostar, lo haría a favor de más votos y más escaños para el PP que para el PSOE, y si Zapatero no ha mentido por una vez en su vida, nunca formaría Gobierno en ese caso, lo cual sería lo lógico y razonable.
En una situación normal, yo del PP trataría de negociar con CIU y Coalición Canaria, y como mucho con Rosa Díez y Ciutadans, dentro del más estricto respeto a la unidad nacional, a la solidaridad interregional, y al respeto por la Constitución.
De no conseguirlo, le propondría un pacto de amplio espectro al PSOE (y si gana el PSOE haría exactamente lo mismo) abordando una legislatura tan difícil como va a ser la próxima, con una escenificación bien diferente para el futuro basada en la igualdad y solidaridad interterritorial, un cambio del sistema electoral, a doble vuelta, similar al que existe en Francia, para evitar que partidos minúsculos sean los que decidan y los que sangren al resto de las regiones o autonomías con sus exigencias económicas o de inversiones.
En base a estos dos criterios fundamentales y bien sencillos de conseguir estructuraría la nueva España, abordaría la reforma judicial devolviéndole a la judicatura su propio autogobierno, exento de la contaminación política actual, para que pudiese impartir esa justicia que tanto se ha echado de menos en la presente legislatura.
Y aprovecharía la capacidad de gestión de los políticos del PP para el tema económico, la política internacional y la educación y la sensibilidad de los mejores gestores socialistas, en temas medio ambientales y de relaciones laborales así como culturales y de relaciones interautonómicas, y entre los dos reconstruir lo que tanto costó de edificar y que en apenas 4 años se ha hecho añicos.
En temas de Estado, es imprescindible una absoluta armonía, si no queremos vernos abocados de nuevo al fracaso y a la desmembración de la Nación Española, para alegría y recochineo de quienes estando en nuestro Estado español no se sienten en absoluto españoles y están tratando de dinamitar nuestras instituciones… desde dentro.
Así lo veo, así lo siento y así lo escribo, y si para llegar a ello se necesita prescindir de personalismos incapaces de remar en un mismo sentido, habría que buscar una persona independiente, de consenso, que durante un nuevo periodo constituyente pudiera llevar a cabo esa labor tan importante como imprescindible, aunando a personas válidas de los dos partidos que creyeran en la misma España que creo yo y que creen una inmensa mayoría de los españoles, de esa España silenciosa que no se manifiesta pero vota… y puede acabar por no votar, si pierde la fe en la democracia.
Pronto saldremos de dudas, pero la situación económica es tan delicada y difícil, con una bolsa que ha perdido un 27% desde final de Octubre hasta hoy, que ha generado mas de 350.000 parados en el mismo periodo de tiempo, que se estima perderá un millón mas de puestos de trabajo a lo largo de este año, con una inflación galopante que dobla la del común de los países europeos, y sin ninguna capacidad de reacción por parte del Gobierno actual, que si no se tomen grandes remedios… es impensable que se solucionen los grandes males que la aquejan.
Y los “médicos” actuales, ni han sabido diagnosticar ni dar un tratamiento preventivo, así que habrá que buscar otros mejor preparados, que además estén dotados de capacidades quirúrgicas para cortar por lo sano si ello fuese necesario.
Ya no sirven las cataplasmas ni los remedios caseros ni las falsas promesas… que no se cumplen nunca.
Hay que ir a la raíz del problema para solucionarlo de una vez por todas y rejuvenecer a esa España cansada, anquilosada y esclava de sus propias perversiones ocasionales para hacerla fuerte, solidaria, unida e independiente de quienes tienen como objetivo único hacerla estallar desde dentro.