Lección humana de la selección nacional de fútbol

Anoche, poco antes de las 10,30 de la noche, toda la nación fue un estallido de españolidad, de solidaridad y de sentimiento patriótico que me dejó extasiado
.
En pocas palabras, se podría decir que toda la “labor de zapa” llevada a cabo durante los últimos 6 años por los partidos nacionalistas separatistas catalanes y vascos, con la inestimable colaboración del Gobierno Zapatero, había saltado hecha añicos.

Daba gusto ver todas las calles, plazas, centros cívicos y puntos de reunión de todas las ciudades de España, estallando de españolidad.

Las banderas ondeando, el claxon de los coches castigando nuestros oídos, sin que por una vez nos molestaran, miles y miles de camisetas rojas demostrando lo que realmente somos, UNA UNICA NACION, tanto en Madrid, como en Cataluña, en Euskadi, en Navarra, en Valencia y en cada rincón de nuestra querida ESPAÑA, pese a quien pese.

Y para esta explosión de fervor nacional, no hizo falta ni un Congreso, ni un Senado, ni 17 Comunidades Autónomas, pretendiendo convertir en distinto, lo que es igual, como se demostró con el pitido final del España- Alemania.

Daba gusto verse abrazando efusivamente a Puyol, Casillas, Pique, Xabi Alonso, Villa, Marchena, Silva, Pedrito, Albiol y el resto de nuestros seleccionados y de su equipo técnico, por haber conseguido un objetivo común.

Allí, no había diferencias entre catalanes, castellanos, valencianos, vascos, canarios, andaluces, riojanos, asturianos etc etc.

Eran todos españoles, muy orgullosos de serlo, sin dejar por ello de eso de honrar a sus raíces, tan dignas unas como las otras, pero todas ellas enfundadas en una única camiseta y una única bandera.

Han hecho más por España los muchachos de Del Bosque en el mes que llevan juntos, de lo que serían capaces de hacer nuestros políticos en toda su vida.

Es un líder infinitamente mas sensato, sabio, inteligente y catalizador de voluntades en pos de un objetivo común Vicente, que nuestro Presidente del Gobierno, cuya única obsesión ha sido pegar el culo al sillón Presidencial, a cualquier precio.

Es curioso comprobar, lo caro que nos está resultando a los españoles ese “ganadode vividores oportunistas”, que no les ha importado romper España en mil pedazos, y con que facilidad, veintitrés deportistas y un puñado de técnicos, alrededor de un proyecto en común, han conseguido volver a recomponer lo que la política había pretendido romper en mil pedazos.
Anoche no hicieron falta votos ni referéndum.

Bastó con poner a catorce chavales en el terreno de juego, con orden, sensatez y sabiendo cada uno su papel, para cohesionar a casi todos los 45 millones de españoles, que vibramos como uno sólo, con todos ellos al pitar el Sr. Kasai el final del partido.

Fue un partido limpio, sin faltas, sin triquiñuelas ni puñaladas por la espalda.

Allí todos se batían el cobre con honradez, cara a cara, es decir como no aprenderá nunca a hacerlo una clase política, que ha hecho de la mentira, la traición, la doblez y el egoísmo personal, su razón de ser.

Lo mas curioso de todo, es que a fin de cuentas, el mismo ZP, tratará de apuntarse el triunfo, ya que se reservó para si mismo y para su Gabinete de Presidencia, la responsabilidad del Deporte Español.

Una vez en esta tesis, no estaría de más, que le pidiera a Vicente del Bosque un “cursillo intensivo”de cómo cohesionar un equipo alrededor de una idea, que buena falta le hace.

Algo así como aquellas tres tardes, que se comprometió Jordi Sevilla a dedicarle al Presidente, para que adquiriese la formación económica mínima imprescindible, para poder leer un Presupuesto, y analizar un Balance.

Sin duda, el resultado al final de las tres tarde con Del Bosque, sería el mismo.

Un fracaso absoluto, porque “de donde no hay nada, nada se puede sacar”.

Esperemos y deseemos que no se le ocurra al Presidente ir a la final de Johannesburgo, porque si va, es capaz de descomponerlo todo durante su corta presencia.

Y una felicitación muy cordial y sincera a nuestra Reina, que supo estar a su nivel habitual ayer en el palco del Estadio de Durban.

Me emocioné con el recuerdo de mi visita a aquella ciudad hace unos 34 años, cuando estuve allí, en viaje de negocios, y a la vez visitando a Gustavo (mi único hermano y familia), un brillante neurocirujano, que ejercía en el Wentworth Hospital su profesión, antes de volverse a España.

ENHORABUENA MUCHACHOS……Y A CULMINAR LA TAREA EL DOMINGO.