Jurar la bandera

A la inmensa mayoría de los jóvenes de hoy, el acto de Jurar Bandera imagino que les retrotrae a la noche de los tiempos, ya que ninguno o muy pocos han tenido ocasión de vivirlo, y tampoco es un acto de trascendencia para los entornos familiares, y por eso salvo en el caso de los militares, apenas se habla de ello.

Yo la juré en al Batallón de Instrucción de Reclutas (BIR numero 1) de la Playa del Aaiún, cuando aún era Sahara Español, en el año 1965, y en aquella ocasión no fue una decisión personal, sino un imperativo legal, y pese a ello me emocioné.

Hace unos diez días un amigo me comentó que el 25 de Mayo se iba a realizar una Jura de Bandera para civiles en el Parque Ribalta de Castellón, y sin dudarlo un momento decidí inscribirme.

En los tiempos que corren parece un anacronismo absurdo, pero para mi tiene una significación muy especial.

Algunos españoles, se empeñan en ofender la bandera de todos nosotros, quemándola o definiéndola como un trapo intrascendente, pero para mí, es mucho más que eso.

Es el nexo de unión entre todos nosotros, por la que lucharon sufrieron e incluso murieron cientos de miles de españoles de todos los tiempos, que no se merecen esas ofensas de algunos de sus conciudadanos actuales.

De no haber sido por aquellos, nadie sabe donde estarían estos ahora, ni como se hubiera desarrollado la Historia de España, y aunque solo fuera por eso, es indigno el trato que se le da por parte de esos desalmados.

Y curiosamente, esos mismos personajillos no se esconden de ondear a los cuatro vientos sus cuatribarradas o sus ikurriñas, que son tan españolas como la bandera de todos los españoles,…… pero las únicas INTOCABLES PARA ELLOS:

No merecen la menor consideración para sus símbolos, al no saber respetar los de todos los españoles.

Me he emocionado al ver a casi 400 personas desde los 18 a los 93 años, desfilando y besando la bandera con respeto.

Sorprendente la cantidad de mujeres jóvenes y menos jóvenes, que con un profundo sentimiento de amor a su Patria, a su bandera y a su himno nacional han dado una muestra de civismo y concordia a quienes lo han querido presenciar.

Nada que ver con el cobarde atentado llevado a cabo a mitad de semana contra la sede del PP de Castellón por unos pobres diablos que dejaron su impronta en la fachada con un “Som Pais Valencia” pintado, y con un acido corrosivo de cristales sobre los mismos, después de haber explosionado dos artefactos incendiarios que no llegaron a prender en el interior, por el buen funcionamiento del sistema ignifugo instalado.

Mientras unos daban una lección de civismo y amor a su tierra y a su Patria, otros demostraban su salvajismo y desconocimiento de sus propia Historia, al llamar “País”, a los que siempre ha sido “Reino de Valencia” o “Comunidad Autónoma Valenciana”.

Todos los partidos políticos reaccionaron inmediatamente en contra de ese salvajismo, condenándolo, pero a algunos de ellos habría que recordarles que “los vientos que siembran, traen estas tempestades”.