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Per Miguel Bataller
Columna de Michel - RSS

Juanlu Vilallonga: ¡Adiós a un amigo!

    Lamento no haberle dedicado esta columna a mi amigo JUANLU, la semana anterior, pero cuando falleció ya la había mandado y se había editado.

    Hoy quiero dejar al margen los mil y un acontecimientos nacionales o internacionales, ocurridos durante la última semana, para recordar a una persona muy especial, que durante medio siglo ha pertenecido a ese valorado grupo de personas con las que uno siempre se ha sentido muy a gusto e identificado.

    En los dos últimos años, solíamos vernos menos que nunca, por motivos ajenos a nuestras voluntades, pero no por ello mermó nuestro afecto y consideración, porque los dos sabíamos que nos encontraríamos en cuanto nos necesitáramos fuera para lo que fuera.

    Nuestra amistad nació en el Centro España, un año y pico después de llegar yo a Burriana con dieciocho años para estudiar en los Salesianos, ya que nuestros momentos de ocio y esparcimiento al dejar el internado para vivir en residencias particulares, se centraba en dicha Sociedad Cultural y Recreativa que nos acogió gracias a D. Roberto Roselló, sin tener que pagar cuotas de socio durante toda nuestra época estudiantil.

    Me di de alta tan pronto empecé a trabajar hace cuarenta y seis años, y tengo la impresión de que al fallecer él, es posible que sea el socio vigente mas antiguo ininterrumpidamente, ya que él se había hecho al cumplir los dieciocho años en 1965 (se iban a cumplir en Julio sus cincuenta años de socio) y fue quien me sugirió que me diera de alta y empezara ya a pagar, una vez encontrado un puesto de trabajo estable:

    ¡Ya tienes trabajo fijo y novia en Burriana, debes darte de alta como socio!

    Era tal el cariño que sentía por nuestra sociedad, que pese a no haberla pisado en los últimos años, ha estado pagando y conservando su condición de socio hasta su muerte.

    Es posible que sólo su hermano Chimo me gane en antigüedad sin interrupciones.

    Aun permanecen indelebles en mi memoria las enconadas tertulias de las sobremesas de los sábados y domingos sobre los temas más diversos en las que llevaban la voz cantante nuestro admirado profesor de Francés, Pepe Aymerich, los dos Vicentes Tejedo (el exportador y el “millonari”) Paco Marín padre (cuando estaba aquí) Pepe Saborit y su hermano Micalet, Batiste Melchor, Ricardo Uso, Pepe Esteve, Alejandro Patuel (padre), Salvadoret Peris, Vicente Palau , Carlos Garcia, Manolo Hueso y el único “superviviente” de aquellas generaciones Enrique Safont, entre otros muchos que me van a disculpar por no hacer una lista interminable.

    Junto a ellos Juanlu y yo entre otros muchos jovenes, aprendimos a escuchar y a debatir, a jugar al parchis, al truc, al golfo y también yo al chamelo, sobre el que ejercitaban un magisterio especial Batiste Melchor y Pepe Esteve.

    Poco después nuestra vida profesional como empleados de banca, nos llevo a compartir durante mas de dos años piso en Valencia, propiedad de un amigo mío de Carcagente y a reunirnos cada tarde de los días laborables en jornadas interminables de “mono” amenizadas con asistencias como “clec” al Teatro Apolo, donde Rosita Amores y similares nos deleitaban con su picaresca sexual y el Titi, Zori, Santos y Codeso con sus astracanadas, aliviándonos el “mal de amores” que ya sentíamos en aquellos tiempos por Amparo y Marita, las compañeras de nuestras vidas a partir de entonces.

    Las idas y venidas a Valencia junto a Calo Fandos en su mini y a veces con Severino Suarez también, yo cada quince días y ellos cada semana eran como un pacto de hermandad y amistad que se fue edificando y consolidando con el paso de los años.

    Mi vida profesional posterior, al pasarme a la industria, hizo que nuestra relación amistosa se viera limitada a las vacaciones de Navidad, Fallas, Pascua o veranos, pero nunca interrumpida.

    Cuando hace unos quince años, decidí venirme a vivir de Torrente a Burriana, encontramos la forma de comprar dos pisos acoplados a nuestros deseos en la misma finca donde yo vivo y ahora es la vivienda habitual de su hija Marian y de Sebas su yerno, por lo que le sigo sintiendo cerca de mi, pese a haberse ido para siempre.

    Durante mas de diez años, hemos estado desplazándonos cada quince días al Campo de Mestalla como socios del Valencia con Juan Adolfo Domenech y José Antonio Franch y nuestros viajes y nuestras cenas en el restaurante Austria 7 frente al estadio seguían siendo un culto a la amistad y al afecto que sentíamos a lo largo de nuestras vidas y nos divertíamos como niños, discutiendo de jugadas, resultados o planteamientos como expertos entrenadores de futbol, cuando éramos meros y simples forofos, pero eso nos ayudaba a ser felices sin mas implicaciones.

    Y lo único que lamento, es que en los últimos años y sabiendo que no estaba bien, nunca le visité (aunque si le veía todos los domingos en Misa 11 en la Basilica) para evitar alarmarle, y por no saber como comportarme en su presencia.

    Si le trasmitía mi preocupación por su estado, podría alarmarle y si me mostraba alegre optimista y trivial podía pensar que no me hacia cargo de su situación.

    No perdía ocasión de preguntarles a Marián y a Nacho por su padre, pero a veces he pensado que él pudiera haber agradecido mi compañía en momentos determinados.

    Eso ya me lo dirá él personalmente, cuando volvamos a encontrarnos si Dios quiere.

    Entre tanto debo decirles que era sobre todo UNA MUY BUENA PERSONA.

    Con un corazón que desbordaba su abundante humanidad.

    De apariencia tranquila pero temperamento nervioso, como pueden justificarlo y demostrarlo los cubiletes de parchís del Centro España, que cuando repetidamente no le salía el número que el deseaba, acababan estrellándose contra alguna columna próxima o contra la pared.

    Era su manera de desahogar su mal humor.

    Era más de hechos que de palabras, y por eso en el momento de su ADIOS, todos los que queríamos y apreciábamos llenamos el Salvador, para expresarle a su familia nuestro cariño y consideración.

    Fue un marido, padre, abuelo, hermano y amigo ejemplar, y por eso ahora todos le tendremos presente en nuestras vidas, y su recuerdo irá siempre acompañado de una sonrisa especial, la misma con la que él solía obsequiarnos cada vez que nos veíamos.

    ¡ESPERO Y DESEO TARDAR A VERTE JUANLU, PERO SERÁ HASTA QUE DIOS QUIERA, MI QUERIDO AMIGO!

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    comentaris 4 comentaris
    torrejon
    torrejon
    27/04/2015 10:04
    pilar

    b. dias Miguel, todo el articulo que has escrito muy bien, ha sido una persona ejemplar para nuestro pueblo, y se merecia todo lo que has puesto sobre el, ahora solo nos resta decirle que haya donde este que seguro que estara en buen sitio Dios lo acompañara siempre. y ahora mucho animo a su esposa e hijos. recibe un saludo pilar

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