Joan Fuster, un escritor valenciano al servicio del catalanismo

Durante el pasado mes de Octubre, hubo en la Casa de la Cultura de Burriana, una exposición en honor al suecano (como yo) Joan Fuster que hería mi sensibilidad valenciana, cada vez que entraba a la Biblioteca.

Este señor, al que tantos homenajes le han rendido las izquierdas valencianas catalanistas, lo único que tuvo la delicadeza de tener como valenciano, fue el título de uno de sus libros:
NOSALTRES ELS VALENCIANS.

Incluso en ese titular, se le empezaba a detectar su falta de apego a la lengua valenciana, el menos a la que se hablaba tanto en Sueca, como en la mayoría de las comarcas valencianas, donde la mayoría de los valencianos hubiéramos escrito:
MOSATROS ELS VALENSIANS.

Nunca estudié nuestra lengua vernácula, porque en mi adolescencia y juventud todos los niños de los pueblos, la hablábamos fluidamente y nos comunicábamos con nuestros abuelos y padres en ella de una manera espontánea desde la niñez, pero nadie la quiso utilizar para educarnos, quizás para evitar la posterior guerra subterránea entre lo valenciano y lo español, cuando es evidente que Valencia es uno de los componentes más importantes de la España que conocemos hoy en día.

Les puedo asegurar que aunque Fuster era veintidós años mayor que yo y figuraba a una generación intermedia entre la de mis padres y la mía, en nuestra ciudad natal siempre fue un personaje controvertido.

Respiraba catalanismo por los cuatro costados y por eso mis amigos de mi ciudad arrocera que eran muchos y singularmente los universitarios de aquella época, cuando hablaban de él, le catalogaban de CATALINO, ya que siendo valenciano, siempre remó su barca a favor del nacionalismo catalán como Eliseu Climent y gozaba de muy pocas simpatías.

Era una especie de hibrido, nacido aquí cuando se sentía emocional o económicamente dependiente de allí.

A medida que las izquierdas socialistas y nacionalistas independentistas y catalanistas valencianas fueron cobrando fuerza en nuestra Región Valenciana en aquella época, empezó a fraguarse su figura entre ellos, que le utilizaron como uno de sus principales iconos.

Por eso siguen dedicándole las instituciones socialistas pan catalanistas valencianas homenajes a este singular personaje.

Les puedo asegurar que sus coetáneos locales, que le conocieron bien y convivieron con él en ese triángulo de arterias públicas que forman las calles San Josep y San Miquel perpendiculares al Carrer Mare De Deu de Sales, pocos homenajes le dedicaron, porque pese a vivir siempre en su ciudad natal, defendía a capa y espada intereses ajenos a los de su tierra.

La casa en la que nació, ha acabado convirtiéndose en lugar de peregrinaje (poco frecuente) para una minoría, que pretende cambiar la realidad de hace medio siglo.

No le puedo juzgar por su calidad humana, porque apenas me crucé con él en un par de ocasiones y mis familiares mayores que me acompañaban, me explicaron los motivos por los que empezaba a ser un personaje público.

Analizo su vida pública desde el punto de vista de sus conciudadanos y expreso todo lo que capté o me explicaron.

Hasta la semana que viene amigos.