Insensatos e irresponsables

Y los personajes, por orden jerárquico, Zapatero y Montilla.

Los dos han tenido la increíble habilidad de meter a los territorios que se supone que deberían de Gobernar, al borde del desgobierno.

Y los dos andan como locos, buscando a quien colgarle el muerto de sus majaderías, ya que como han demostrado en todo momento y lugar, son absolutamente irresponsables de sus actos, ya sea por acción o por omisión.

Cuando Dios distribuyó entre los hombres, los enormes frascos de las esencias del “sentido común”, la “responsabilidad” y la “coherencia”, ya no le quedaba ni una sola gota para ellos, o por lo visto se escabulleron de aquel “rocío divino”, para no llevar tan pesada carga encima.

A ellos solo les tocaron las albardas, que es lo que lamentablemente llevan puesto.

Me explico.

Zapatero, en un ataque de megalomanía muy propio de si mismo, se atrevió a decir cuando no era nadie, pero pretendía ser alguien, que si un día llegaba a Presidente del Gobierno, lo que saliera del Parlamento de Cataluña, sería refrendado por él y por el Parlamento Español.

Eso, que a primera vista era una idiotez carente del menor sentido, le sirvió para ganarse con una mentira (algo congénito en él) la voluntad de gran parte del voto catalán.

Se consideraba por encima de la propia Constitución.

Él, un mediocre leguleyo leonés, que a codazos se había abierto camino entre sus grises compañeros de la política, ya se arrogaba un poder omnímodo.

Llegó el momento, pactó con Mas todo lo negociable, marginó a ERC, y creo el aborto de Estatuto, que ahora mismo el TC, ha dictaminado que es Inconstitucional.

Para mí, no hay medias tintas, o es constitucional o no lo es.

Este no lo es, por mas explicaciones que quieran darnos los juristas del TC, y eso lo explican con todo detalle los votos particulares de cada uno de los cuatro jueces, que han querido emitirlos, argumentándolos con total claridad.

Pues bien, sale la sentencia del TC, y como un energúmeno, sin encomendarse a Dios ni al diablo, el Sr. Montilla comete en mi opinión un delito de desacato, y convoca una manifestación en contra del TC, por no estar de acuerdo con la sentencia.

Es la primera noticia que tengo, de que una alta autoridad del Estado, se atreva a someter a un Tribunal Constitucional, a esa prueba de fuego.

Ya tenemos posicionado al Partido Socialista Catalán.

Esa es su postura oficial, de absoluto rechazo y reprobación de una sentencia del TC.

Al renglón seguido, los miembros del PSOE, saltan a la palestra alborozados, encantados de la sentencia, e interpretándola como un triunfo propio y una derrota del PP, ya que solo se ha anulado un articulo, se hacen serias observaciones a otros 14 y se someten a interpretación otros 27, que como los 14 son de dudosa constitucionalidad.

Para mí, en este caso, no hay vencedores ni vencidos.

Hay una sentencia que declara inconstitucional un Estatuto.

Es decir, que el socialismo que nos Gobierna, es capaz de decir una cosa y la contraria, según interese, en un mismo día, y según donde se diga.

Encima, en el colmo de la inmoralidad, el mismo Presidente del Gobierno, se atreve a sugerir, que aquello que sea posible solucionar por leyes orgánicas, dentro de lo posible, y que afecte al Estatuto de Cataluña, lo solucionaran así.

Dicho de otro modo, que legislaran de una u otra forma al margen de la sentencia del TC, o interpretándola a conveniencia de sus intereses políticos.

Automáticamente, ante tanta estupidez, se apresuran a consensuar con los demás partidos catalanistas, un tipo de manifestación, en la que todos vayan juntos, aunque cada uno piense una cosa.

Evidentemente dos miembros muy destacados del PSC, como Corbacho y la Sra. Chacón, deciden no ir a la manifestación, porque aun les queda un gramo de sentido común y dignidad, y no pueden asistir a esa “patochada” que acabará explotándole en su propia cara al “charnego con barretina”, que ni puede ni debe ser el primero de los catalanes.

Lo de “charnego”, lo escribo, porque es el insulto que les oí a los independentistas catalanes, gritarle a Montilla en la manifestación, junto a “botifler” y otros adjetivos descalificativos que omitiré.

Su tropa de guarda espaldas, le tuvieron que sacar de la manifestación, para que no le agredieran, como pudimos ver en las imágenes de la televisión.

Ahora tratan de echarle todas las culpas al PP, por haber presentado los recursos de inconstitucionalidad.

Se olvidan de que también el Defensor del Pueblo, los presentó, pero claro, ese señor es socialista (y tuvo un arranque de sensatez impropio de ellos), y “perro no come carne de perro”.

Lo único que hizo, tanto el Defensor del Pueblo, como el PP, es demostrar que saben leer e interpretar lo que leen.

Leyeron la Constitución, y el Estatuto de Cataluña, que se proponía.

Y desde el mismo prologo y el primer punto del Estatuto, ya se sabía que era inconstitucional, y por eso presentaron el recurso.

Tengo que pensar por tanto, que los parlamentarios del Parlamento Catalán, se han olvidado de leer en castellano, y por eso no saben lo que dice la Constitución.

Pero mucho más sangrante que eso, es pensar que en el Congreso y en el Senado del Estado Español, hubo una mayoría de Congresistas y Senadores, que una de dos:

A) O no sabían leer en castellano, y compulsar los contenidos de los dos textos, para llegar a la elemental conclusión de que estaban abiertamente en contraposición la Constitución y el Estatuto de Cataluña.
B) O se dejaron comprar por el Gobierno, para salvarle el culo a Zapatero a cambio de un plato de lentejas.

No se cual de las dos alternativas, me resulta mas deprimente o repugnante, pero lo cierto, es que al final de la calle, ahora nos encontramos que todos ellos han quedado en evidencia, por la IRRESPONSABILIDAD e INSENSATEZ de dos personajillos, que no pueden creerse ellos mismos, como han llegado al sitio donde aún están.

Preparase mañana, para asistir a un lamentable espectáculo del ESTADO DE LA NACIÓN, en el que el “prestidigitador”, se sacara un nuevo conejo de la chistera, y encontrará de nuevo a algún político, que se habrá cansado de criticarle y descalificarle, pero estará de nuevo dispuesto a “venderle su alma” (en este caso su voto), a cambio de una compensación suficiente, que pagaremos todos los españoles ya sea con nuestros impuestos, con las congelaciones de nuestras pensiones, o los recortes de nuestros salarios.

Ese es el Presidente que tenemos, y esa la clase política que le sostiene, apenas hilvanado, mientras le pueda esquilmar, es decir pueda esquilmarnos a todos los españoles.