De fracaso en fracaso, ¿hasta cuándo?

A medida que van pasando los días y observo las actitudes del “Presidente en funciones” me pregunto si este singular personaje (una simbiosis perfecta de vanidad personal, ineficacia política, pereza imperdonable y egolatría supina) no se percata de la realidad evidente del mundo que le rodea.

Si mal no recuerdo, hasta ahora Pedro Sánchez no ha conseguido poder formar Gobierno en ninguna ocasión, pese a haberlo intentado ya por lo menos tres veces… y vamos ya a por la cuarta, si Dios y Podemos no lo remedian.

Hasta  ahora, se propuso a sí mismo tras las elecciones del 2015 a su Majestad el Rey con su optimismo habitual, tras desistir Mariano Rajoy con sus 123 diputados frente a los 90 conseguidos por Pedro Sánchez esperando contar con los apoyos necesarios del resto de las formaciones del Congreso, y fracasó estrepitosamente.

Rajoy demostró saber contar con los dedos y tras pulsar las opiniones de otras formaciones y consciente de que no podía alcanzar una mayoría suficiente, se hizo a un lado.

Pedro Sánchez, dando muestras de que los números no son suyo, pese a ser Economista y demostrando su atrevimiento e insensatez, no se paró a contar con los dedos, ni se entrevistó con los líderes de los demás partidos del arco parlamentario antes de dar un paso adelante y ofrecerse a su Majestad el Rey y se puso en evidencia obligando a repetir las elecciones a corto plazo al no conseguir los apoyos necesarios.

Primer fracaso de investidura

Se repiten las elecciones a finales de Abril de 2016 y curiosamente Rajoy incrementa hasta 137 sus escaños mientras Pedro Sánchez baja cinco escaños de 90 a 85 y es investido Rajoy, con los apoyos necesarios para formar un Gobierno del PP con los apoyos necesarios de Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria si mal no recuerdo.

Pero a mitad de la Legislatura aproximadamente y en base a una sentencia judicial que deterioraba la imagen del PP y de Rajoy como su cabeza visible, Pedro Sánchez presenta una moción de censura con 33 escaños menos de los que tenía el PP y con la interesada compra de voluntades del PNV y de todos los enemigos de la España Constitucional, como lo eran y lo siguen siendo evidentemente los Independentistas Catalanes y vascos, mas los comunistas y populistas de Podemos y todas sus mareas, gana la moción de Censura con el compromiso de convocar elecciones inmediatamente.

Falta a su palabra y al compromiso adquirido con los otros partidos y demora la convocatoria de elecciones en muchos meses hasta llevarlas a cabo en Abril de 2019.

Y esta vez sí que consigue ser el partido con más escaños (123) que son los mínimos obtenidos por Rajoy en las elecciones del 2015, ampliamente superados por los 186 del 2011 y los 137 del 2016.

Su primer objetivo estaba logrado, pero para poder formar Gobierno, necesitaba el apoyo de un mínimo de 52 escaños mas y no le bastaban los de Podemos, que se sabe la fuerza imprescindible, pero no suficiente, para poder formar Gobierno.

Y tiene que empezar a encajar las piezas que le faltan a su rompecabezas, pero tropieza con otro ególatra como él, otro vanidoso de tomo y lomo, empeñado en plantarle cara al economista y se enzarzan en una guerra de “egos personales” intentando socavar el prestigio personal y dinamitar la imagen política de quien es más bien su enemigo que su socio necesario.

El Rey, siguiendo escrupulosamente los principios de imparcialidad como Jefe de Estado le encarga a Sánchez la articulación del nuevo Gobierno y de nuevo fracasa en su intento por dos veces, ya que de nada le sirven las abstenciones de los Independentistas sin el apoyo de Podemos y de nuevo  en el corto plazo de días y dos votaciones consecutivas le llega

Su segundo fracaso de investidura

Aunque pueda haber opiniones que lo consideren segundo y tercero, ya que votaron en su contra dos veces consecutivas los congresistas españoles.

Ahora habrá que esperar otras tres semanas aproximadamente, para saber si decide intentarlo por tercera o cuarta vez o decide ir directamente a una elecciones Generales en Noviembre, donde en buena lógica socialista, iban a verse beneficiados por la recuperación de muchos votos de la izquierda más radical de PODEMOS, que presumiblemente quedaría en una fuerza residual a imagen y semejanza de Izquierda Unida.

Mi pregunta a los legisladores españoles, sería:

¿Cuántas veces debe de fracasar un político en su ambición de ser investido, después de tantos fracasos?

¿No sería mejor poner un límite legal?

Si alguien no es capaz de concitar los apoyos imprescindibles para formar Gobierno, no puede ser un buen Presidente de todos los españoles.

Me vienen a la memoria Presidentes como Felipe González, que presentó su dimisión tras perder unas elecciones.

Aznar que se comprometió a estar sólo ocho años, y dejo el cargo en “plena gloria y en plena juventud” yéndose como se fue Jorge Negrete.

A Zapatero lo echaron a escobazos desde Europa por su lamentable labor de Gobierno y Rajoy tuvo la gallardía de retirarse al perder la Moción de Censura.

Pero este personajillo, tras fracasar muchas veces, tuvo que llegar al Poder “a la contra”, apoyado no en su capacidad para Gobernar, sino en sus condiciones de maniobrero para deponer al oponente que le había derrotado en las urnas en dos ocasiones consecutivas.

Y tras una victoria pírrica, mas consecuencia de la diversificación del voto de centro-derecha en tres formaciones (PP-Ciudadanos y VOX) que en sus méritos políticos, ahora se muestra incapaz de poder formar Gobierno.

Pese a haberles entregado Navarra a los vascos independentistas y ex terroristas y las promesas de imposible cumplimiento a los golpistas catalanes, cuya sentencia aparecerá muy pronto, ni siquiera se entiende con “su socio preferente” según el mismo lo ha definido repetidamente.

Mucho me temo, que debería de ser el mismo PSOE, quien decidiera cambiar de cabeza de cartel en unas próximas elecciones si las hay, porque es más que evidente, que con este señor, nunca van a poder formar Gobierno, porque ni le quieren la mayoría de los españoles ni le soportan o toleran sus adversarios políticos y al parecer ni los mismos “socios preferentes”.

En último caso, de lo que no me  cabe la menor duda, es que él ni va a renunciar a la dirección del PSOE, pase lo que pase, ni su Majestad el Rey puede negarle el derecho a intentar formar Gobierno “cada vez que él levante la mano”.

Lo que quizás si podría decirle en voz baja cuando se encuentren  solos, es:

“Pedro, ¿no te cansas de hacer el ridículo?”

Hasta la semana que viene amigos……y no desesperéis, como dice un viejo adagio: “Siéntate a la puerta de tu casa y si no tienes mucha prisa, verás pasar el cadáver de tu enemigo político, porque estos duran muy poco, si son tan malos como este”