Los “españoles”, la Selección Nacional de fútbol y conclusiones

Han sido cinco encuentros consecutivos con un juego de pura orfebrería, de oro de 24 quilates, hilvanando uno a uno todos los pases y combinaciones más increíbles, al centímetro, con una visión magistral, que nos han llevado a la cumbre del fútbol mundial.

La garantía de un Casillas que ha tenido que intervenir muy poco pero lo ha hecho con un acierto singular cuando ha sido requerido, como en los dos penaltis que les detuvo a los italianos, y el desvío a Paulichenko en las semifinales con el marcador a cero.

La seriedad y seguridad de Pujol y Marchena, dos centrales genialmente compenetrados que apenas han concedido ocasiones de gol, acompañados por un Sergio Ramos que ha ido de menos a más y un Capdevila regular como un reloj suizo.

Marcos Senna, de mariscal de campo, de organizador de un sistema defensivo sin fisuras, y con un motor de 200 caballos en su cuerpo, sin dar un mal pase ni errar en un solo corte. Un recuperador excepcional, con sentido de la creación y ordenación del juego, guardaespaldas de la prolongación de Luis en el campo, que es Xavi, jugador completísimo y catalizador de la creatividad del juego, siempre acompañado en las bandas por Iniesta y Silva, dos ardillas con cerebro de superdotados, que saben ver huecos donde nadie los encuentra e intentar las penetraciones indistintamente por cualquiera de las dos bandas para mayor castigo de sus marcadores que acaban perdidos.

Dos puntas complementarios, un Fernando Torres luchador, fajador y desequilibrante cuando se trata de jugar a la contra y recoger balones de desahogo de los defensores, para incordiar y fijar a las defensas contrarias, y un Villa magistral en los últimos metros, que pese a jugar tan sólo tres partidos y media hora del cuarto, muy posiblemente sea el máximo goleador del torneo.

Una pena perderle para la final, cuando tanto y tan bien había trabajado para estar en ella.

Se pueden considerar también integrantes de ese equipo titular, y por orden de importancia, un Cesc inconmensurable, creativo, trabajador, media punta inmejorable, que no ha perdido ni una sola de las ocasiones que se le han ofrecido para demostrar que está en la élite del fútbol mundial.

Cazorla, yo diría que la revelación de este Europeo, al que llegó casi de improviso, y del que saldrá consagrado como lo que es, un jugador excepcional, trabajador desequilibrante y brillantísimo.

También Güiza ha destacado con luz propia, y ha aportado dos goles muy interesantes en los minutos que ha disputado.
El resto de jugadores han cumplido perfectamente cuando se les ha necesitado, tanto en el partido de Grecia, en el que jugaron todos, como en otros momentos determinados en los que tanto Albiol como Xabi Alonso han disfrutado de momentos importantes.

Tan solo Palop se va como vino, sin jugar un solo minuto, pero con la entereza de aceptar su papel de tercer portero y haber sabido hacer piña con todos sus compañeros.

En general, un grupo humano excepcionalmente bien coordinado por ese “sabio de Hortaleza” que es Luis, que haciendo oídos sordos a todos los corifeos que le exigían la presencia de Raúl y Guti en la selección, ha sabido confeccionar un grupo humano solidario, en el que cada cual ha sabido asumir su papel sin distorsionar la paz y la tranquilidad, y luchando por el objetivo común de ser los mejores de Europa, aportando cada uno su granito de arena, sin envidias ni malos rollos.

Felicitar también a los equipos valencianos del Valencia y Villarreal, ya que entre los dos han aportado la mitad de los titulares de la selección nacional (yo nunca diré “La Roja”) y dos alternativas brillantes entre los suplentes.

Nunca el fútbol valenciano brilló a tanta altura, y muy especialmente nunca Villarreal ha tenido la resonancia mundial que ha tenido en estas tres semanas.

Es mas, diría viendo el juego desplegado por el equipo, que el sistema Pellegrini puede haber sido una fuente de inspiración para nuestro seleccionador, ya que el patrón de juego de la selección es idéntico al que ha llevado al Villarreal al subcampeonato de Liga.

La única diferencia es la ubicación de Senna, medio de contención en la selección y de creación en el Villarreal, pero por lo demás el paralelismo es total.

Recalcar que por vez primera en muchos años no ha habido presencia vasca en la selección, y acompañar en el sentimiento a los señores Urkullu, Ercoreka, Puigcercos y Tardá, que se mostraron públicamente como hinchas de las selecciones rusa y turca, en contra de la Selección Nacional Española, que mal que les pese, ha hecho por España mucho más de lo que ellos serán capaces de hacer por las provincias vascongadas y por Cataluña en diez vidas que tuvieran.

Muy señores míos, siento profundamente que en estos momentos en los que 45 millones de españoles nos sentimos tan orgullosos de serlo, Vds. cuatro hayan dado la nota, como la vienen dando con su insensatez durante tanto tiempo.