Enterrando al faisán
Escribo esta columna antes de que se cierre el juicio, pero después de escuchar las conclusiones del fiscal, y haber seguido el caso desde su inicio hasta hoy.
Siempre a expensas del goteo con el que iban apareciendo indicios y evidencias, que a poco de presentarlos alguien se encargaba de difuminar y desvirtuar condecorando con rentas vitalicias a los que parecían ser los mayores responsables de esa canallada incalificable que unos mandos policiales de primera línea, llevaban a cabo indudablemente aleccionados o empujados por sus mentores políticos, que ya tenían preparadas las condecoraciones en pago de esos servicios.
Hace pocos días escuché al representante de un sindicato independiente de policías, en una tertulia televisiva, explicar sin el menor titubeo que en este juicio no se iba poder condenar a nadie, porque no había las evidencias suficientes, y ni a Pamies ni a Ballesteros se les iba a condenar, porque los grandes responsables policiales y políticos no se sentaban al banquillo, pero habían acabo condecorados unos, con una notable renta vitalicia a cargo de los Presupuestos, y colgándoles la medalla el otro, que de ese modo se garantizaba su impunidad.
En un principio el Juez que sustituyó a Garzón en los inicios del caso (creo recordar que era Marlasca) si movió los hilos correctamente, encargando una investigación a la Guardia Civil, que la realizó escrupulosamente, y otra a la Policía, pero sin enterarse que quienes la iban a llevar a cabo eran los mismos responsables del chivatazo, que se encargaron de borrar todas las huellas que pudieran comprometerles.
El Ministerio del Interior se apresuró a presionar a Garzón para que se reincorporara a este caso, sacando del mismo a Marlasca, y su primera medida fue apartar del mismo a los investigadores de la Guardia Civil, que tenían perfectamente hilvanados los hilos y las pruebas de los responsables, y mandó durante tres años a dormir en sus cajones un caso que debió de ser acelerado y aclarado aunque sólo fuese por honrar a los miles de españoles asesinados por ETA, y entre ellos no pocos policías compañeros de los traidores que perpetraron el chivatazo, como el mismo Elosúa se ha encargado de confirmar durante el juicio, aunque su vejez y su “amnesia política interesada” le han impedido decir abiertamente quienes eran los que le avisaron, para evitar que la red de chantajistas y asesinos de ETA pudiera ser desarticulada.
Todos lo saben, pero nuestra Justicia haciendo honor a la venda que lleva en los ojos, se empeña en ser la mas ciega del mundo, especialmente cuando debe recaer sobre políticos y subordinados policiales.
El fiscal ha venido a decir, que se sabe que hubo un chivatazo, un delito de colaboración con banda armada, que ello se llevó a cabo por parte de mandos policiales, pero que lamentablemente ellos ya se han encargado de borrar todas las huellas que iban a acabar delatándoles, para que todo quede en agua de borrajas.
El fiscal creo que ha cumplido con su deber.
Pero los españoles ya sabemos que no podemos confiar ni en nuestros políticos, que serian capaces de vender a su propia madre por un plato de lentejas, ni a los altos mandos policiales politizados, que recurren a la obediencia debida, cuando quienes les dan las ordenes no son sus superiores jerárquicos, sino unos despreciables políticos corruptos, que pactan con asesinos de sus propios compañeros, en vez de perseguirles y aniquilarles, y les condecoran a ellos garantizándoles unos ingresos manchados con la sangre de miles de españoles, y de sus propios compañeros.
Y tampoco quiero exonerar de sus responsabilidades a Rajoy y a su Gobierno, que durante cuatro años en la Oposición (como hicieron con el caso del 11 M) no dejaron de insistir en la necesidad de investigar y aclarar un tema de alta traición como éste, y luego llegados al poder, no han puesto el menos interés en que se sepa la verdad.
Los delincuentes responsables morales y materiales de esta trapacería ahora atacan a un Rajoy diaria e insistentemente, con el caso Gürtel y Barcenas, y sin embargo nuestro Presidente de Gobierno, con todos los medios policiales y jurídicos en sus manos, es incapaz de aclarar algo tan claro y evidente como este caso.
¿Acaso la Policía seguirá estando controlada y manipulada por el PSOE, que colocó en destinos estratégicos a todos sus responsable, para que fuese imposible desarticularles su obra de arte policial?
¿Acaso el Ministerio de Justicia y el Poder Judicial, también sigan controlados por la mafia socialista, en contra de lo que parece?
¿O quizás hay una connivencia entre unos y otros, para acabar exculpándose mutuamente, y como he oído decir recientemente a alguien bien informado, con motivo de los 40 años de la coronación de Juan Carlos I, habrá una Amnistía General que acabará con todos ellos indultados y se descojonaran de quienes como yo, seguimos erre que erre empeñados en desenmascararles?.
Me avergüenzo de ser español, ya que siempre se dijo que cada pueblo tiene el Gobierno que se merece, pero yo personalmente no creo merecer estas bandas de ladrones y desalmados, que se burlan de todos nosotros, tanto los de un color como los de otro, y viven y gobiernan única y exclusivamente pensando en ellos.
España esta a su servicio, y no ellos al servicio de España y de los españoles.
Si no le gusta olvidar, me gustaria ver una columna suya apoyando la ley de memoria historica, como usted dice, para que esto no vuelva a suceder....