Decepción total con el equipo de gobierno de Burriana

Si poco antes de las últimas elecciones municipales, me exprese muy positivamente a favor de la labor de nuestra Alcaldesa durante la anterior legislatura, por su gestión al frente de nuestra ciudad, augurándole unos resultados mucho mejores en las urnas, tal como ocurrió, hoy me siento en la necesidad de criticar la mayoría de sus decisiones o al menos las que más me han decepcionado a mí, durante los pocos meses que llevamos del actual ciclo.

Y para ser muy conciso, voy a enumerar punto por punto sus errores más groseros en mi opinión.

1º) En un período de crisis evidente y donde la recesión económica parece inevitable con el Gobierno en Funciones que hemos venido sufriendo (del mismo color que la casi mayoría absoluta socialista que gobierna en Burriana) han tenido unos incrementos salariales fuera de toda lógica,  vistas las circunstancias actuales no solo la Alcaldesa (casi un 30 %) sino otros dos miembros de su equipo de Gobierno especialmente que se acercaron o superaron el 60%, muy lejos de los porcentajes que se han repercutido no solo a los jubilados (casi nada) sino a los mismos funcionarios municipales en términos generales.

2º) Como de algún sitio tienen que conseguir los ingresos necesarios para cubrir esos excesos, inmediatamente después de las elecciones proceden a un incremento del IBI en un porcentaje lo suficientemente elevado, para permitirse ese lujo improcedente e innecesario, al menos en mi opinión.

Una solución tan fácil como absurda

3º) Durante la anterior Legislatura, por activa y por pasiva se mostraron siempre muy predispuestos a llevar a cabo el Proyecto de San Gregori, declarando públicamente donde se les quisiera oír, que apoyarían la realización del mismo por ser fundamental para el desarrollo económico y social de Burriana a medio y largo plazo, tal como lo entendemos la mayoría de los ciudadanos de nuestra ciudad.

No es la opinión de aquellos que tienen tierras o intereses urbanísticos en ese PAI, ya que personalmente a mí, ni a muchos de mis amigos y conocidos con los que trato este tema, no nos mueven intereses personales, pero la mayoría de la gente de Burriana estima que la actividad económica que llevaría consigo la urbanización de esos tres millones de metros cuadrados, con las infraestructuras y construcciones consiguientes y los complejos hoteleros y turísticos que lleva implícito el Programa de San Gregori, iba a generar en los próximos años una riqueza indudable y una cantidad de puestos de trabajo y jornales muy importante.

A través de llevar a cabo este PAI si que se iban a generar unos ingresos mucho mas importantes para las arcas municipales y no con este aumento del IBI, porque se multiplicaban los ingresos por todos los conceptos, sin afectar directamente al bolsillo de cualquier ciudadano.

4º) Curiosamente, pasadas las elecciones se produce un fenómeno para mí inexplicable, porque lo que eran facilidades y determinación política para llevar adelante el proyecto, cambia radicalmente de la noche a la mañana, y empiezan a ponerse palos entre las ruedas del carro que mueve el PAI.

Nadie ha sabido explicarme qué es lo que ha cambiado radicalmente, para que lo que eran facilidades y convencimiento de la conveniencia de sacar adelante ese proyecto, ahora sean reticencias y falta de determinación para dar cada paso necesario para poner en marcha los puntos neurálgicos que permitan a los inversores la demolición de las casas de aperos de labranza incluidas en el PAI.

5º) Parece ser que en esas casetas, sin cédula de habitabilidad, sin luz ni agua en muchas de ellas, viven en plan Okupa un número importante pero indeterminado de extranjeros ( búlgaros en su mayoría) a los que se les ha empadronado en nuestro Ayuntamiento, para poder darles ayudas de subsistencia o asistencia social.

No puedo creerme, que los intereses de esta pobre gente, primen sobre los derechos de los propietarios o de los inversores.

Parece ser que en España, la legislación vigente protege mas a los okupas que invaden propiedades privadas, que a sus propietarios, pero no creo que llegue a este extremo, porque sería una sinrazón inexplicable, aunque se quiera utilizar para demorar el inicio de las obras.

6º) Se me han quejado algunos propietarios, porque llevan pagando contribución urbana más de cinco años y hasta hoy no consideran ellos que haya razón para ello.

¡Aviso a navegantes!

En Carcagente, hace apenas dos semanas el Ayuntamiento, también basado en PSOE, Compromís y un desertor que se había presentado por Ciudadanos y acabó uniéndose a este grupo para poder tener mayoría, celebró un pleno Municipal a primerísima hora de la mañana, convocado con urgencia y con el único tema a tratar de la subida del IBI y el Alcalde (Paco Salóm) al ser interpelado repetidamente por la Oposición, acabo expulsándoles del Pleno.

Unos días más tarde y con motivo del siguiente Pleno Extraordinario, con un Salón Actos a rebosar de ciudadanos gritándole e insultándole tanto por la subida del IBI como el aumento irracional de las percepciones del equipo de Gobierno, trató de intimidar a sus conciudadanos, diciéndoles que acabaría pidiendo que las fuerzas del orden desalojaran el Salón de Actos…….y la Guardia Civil tuvo que sacar al Alcalde protegido por ellos en un furgón, para evitar que fuese agredido.

Desconozco las medidas que puedan tomarse contra los ciudadanos, pero sin duda Paco Salóm nunca más ganará unas elecciones municipales en Carcagente ni creo que tenga ganas de intentarlo.

Todo tiene un límite y es fundamental para todos conocerlo, para no sobrepasarlo.

Podría aportar más motivos para justificar mi decepción con María José Safont y su equipo de Gobierno, que no parece tan cohesionado como en la anterior legislatura, pero me los reservo para mejor ocasión si hubiera lugar a ello.

Entre tanto sólo me queda desearle toda la suerte y acierto que no está teniendo últimamente, para que acierte y corrija, si es posible,  esa situación de dudas que la acongojan, al servicio de su ciudad de y sus conciudadanos.

Buena suerte y hasta la semana que viene amigos.