El covid ha impuesto la cita previa
Una de las consecuencias más nefastas y lamentables del dichoso virus, ha sido la de resucitar el antiguo “vuelva usted mañana” del siglo pasado.
No acabo de entender, las razones lógicas que pueden amparar a los funcionarios de las instituciones públicas, para no atender a los ciudadanos cuando vamos a hacer trámites administrativos, si no vamos acompañados por el imprescindible documento de “CITA PREVIA”, aunque en el momento de acudir a realizar los trámites oportunos, no estén atendiendo a nadie.
En vez de caminar positivamente de cara al futuro, la peculiar pandemia, nos retrotrae muchos años atrás y nos convierte en rehenes en muchas ocasiones de la buena voluntad de los servidores públicos y de su estado ánimos en cada momento.
Comprendo perfectamente que tengan unos horarios determinados para atender al público en general, ya que tienen que solucionar sus tareas administrativas dentro de su jornada laboral, pero no acierto a entender que los ciudadanos, tengamos que volver varias veces para ser atendidos, sea por los motivos que fueren y menos que ninguno de ellos por la nueva norma.
La Banca en general, ha terminado por comprender que no es lo más razonable y ha dado ya los pasos necesarios para priorizar la atención al cliente, siempre que haya empleados libres de visitas pre establecidas, cuando un cliente llega a la oficina y necesita asistencia personal, no sólo de la persona que tiene asignada como asesor de la Banca Personal, sino de cualquier ciudadano que necesite de su ayuda para poder realizar los trámites adecuados en caja o en los cajeros automáticos a disposición de sus clientes.
En principio intentaron llevar a raja tabla también la denostada “cita previa” , hasta que se dieron cuenta de lo negativo de esa medida de cara a su clientela y de la transferencia de cuentas de bancos intransigentes hacia aquellos que antepusieron el buen servicio a su clientela a una norma mal encauzada desde el principio.
Y es que la Administración Pública, es susceptible de equivocarse y persistir en el error, porque los ciudadanos tenemos que recurrir a ella irremisiblemente.
Pero en un mercado libre, como es el de la banca actualmente uno tiende a priorizar un servicio excelente muchas veces, a una diferencia mínima de rentabilidad en sus cuentas de activo o pasivo.
Hasta la semana que viene amigos.