Los contrasentidos de los sentimientos valencianos

Y viene a colación por el tema de la lengua.

Particularmente, no me cabe ninguna duda de que el valenciano, el catalán y el mallorquín son una misma lengua con diferentes matices, como lo pueden ser el portugués y el gallego, y hasta aquí, ningún punto de divergencia con nadie.

Pero lo que no encuentro tolerable es que a esa lengua común, que compartimos con los
los catalanes y los baleares, se le quiera llamar catalán, cuando no hay ninguna razón histórica para que así sea, ya que esa lengua ya la hablaban en nuestroTribunal de las Aguas, en los albores del siglo X, y el primer testimonio escrito que existe de Cataluña, como entidad histórica, no aparece hasta finales del siglo XIV.

Quisiera que alguien me pudiera explicar como se puede llamar catalán a una lengua que existía 400 años antes de que existiera Cataluña.

Y sin embargo nunca he oído ni visto ningún poder público valenciano manifestarse en ese sentido.Y hemos tenido que soportar que los políticos catalanes vetaran el texto valenciano de la Constitución Europea, aduciendo que ellos lo presentaban en catalán y era todo lo mismo.

Los intereses políticos de los socialistas españoles les permitieron esa atrocidad, y en ello estamos, y aquí en nuestra Comunidad tendremos que soportar esa barbaridad y afrenta histórica, cruzados de brazos, consintiendo que socialistas y pancatalanistas se salgan con la suya, sin ninguna razón histórica que les avale. Sólo, por ningunear un sentimiento de valencianismo, tan natural y legítimo como el catalanismo de los catalanes, con la diferencia de que allí no hay quintacolumnistas que hagan valencianía dentro de Cataluña, y aquí hay muchos emboscados que habiendo nacido valencianos (a su pesar o a su conveniencia) les hacen el juego a los poderes políticos catalanes y al socialismo de conveniencia actual, para lograr sus propósitos, de paulatinamente ir creando esos utópicos Paisos Catalans, que ahora nos suenan a cachondeo, pero que poco a poco van haciendo su labor y mermando el sentimiento regionalista de los valencianos dentro de la nación española para querer incorporarnos a su utópica nación catalana, que ni ha existido nunca ni tiene ninguna razón de existir, con la historia en la mano.

De hecho Cataluña, es mucho mas reciente históricamente que el Reino de Valencia, que data de mas de 100 años antes que Cataluña como tal, y sin embargo ahora las editoriales catalanes nos quieren vender el Siglo de Oro de las letras valencianas, como si fueran catalanas y tratan de hacer creer a los jóvenes que Ausías March, Joanot Martorell y nuestras plumas más brillantes de aquel siglo eran escritores catalanes, cuando todos ellos nacieron en el Reino de Valencia.

Esto es sólo un recordatorio para que los valencianos de bien, que se sienten orgullosos de sus raíces, y aman su lengua, su cultura y su tierra, a la hora de ir a depositar su voto, sepan tener en cuenta quienes nos han negado el pan y la sal y se han puesto al servicio o al lado de los intereses catalanistas.

Yo por mi parte les puedo asegurar que ni el PSOE ni el Bloc ni Izquierda Unida recibirían ni un sólo voto de un valenciano, en agradecimiento a su política de afrentas a todo lo valenciano y a los intereses valencianos en general, durante la última legislatura.

Esta es una valoración estrictamente cultural.

Más adelante entraré otro día en matices de contenido económico, para tratar de explicar también como se ha desarrollado en este aspecto la legislatura de cara a nuestra Comunidad.