Comienza la Liga, ¿les digo como acabará?
Si de algo puedo escribir con conocimientos de causa, creo que es del deporte rey, ya que si capitalizara todo el dinero que me he gastado en esta vida en fútbol, podría vivir tranquilamente y sin apuros unos 15 años de mi vida, y aunque sólo sea por eso, ya debería de tener alguna autoridad para poder opinar.
Los puestos europeos, de salida ya están adjudicados, pero tengo curiosidad por conocer en el duelo entre Real Madrid y Barcelona quién se clasificará tercero y quién cuarto, ya que, por supuesto, los dos primeros puestos ya están más que decididos entre el Valencia y el Villarreal, aunque falte determinar el orden.
Tampoco me sorprendería que bien Atlético de Madrid o bien Sevilla desplazaran a los puestos quinto e incluso sexto a los dos grandes de nuestro fútbol, que sin duda siguen siendo los mayores presupuestos pero ni de lejos las mejores plantillas.
La mejor plantilla y más equilibrada la tiene el Valencia, sobre todo si consigue cubrir el hueco de “segundo Baraja” hasta que se recupere Edu. Tiene dos hombres de primerísimo nivel para cada demarcación, y en alguna de ellas hasta tres posibles internacionales.
Lo más flojo que tiene es el entrenador, que aún no es consciente de que tiene un equipo de primer nivel mundial, por lo que juega a no perder, en vez de jugar siempre abiertamente a ganar. Y con sus filias y fobias puede desestabilizar la plantilla en cualquier momento.
Si adquiere el grado de sensatez que con el tiempo debe de adquirir y juega a ganar, este será el año glorioso del Valencia.
El Villarreal, por su parte, cuanta con una plantilla muy interesante, mezcla de juventud y veteranía, y con el mejor entrenador del mundo. Un hombre serio, sensato, gran psicólogo que ha conseguido hacer una piña humana de este colectivo, y que salga quien salga, logra catalizar a toda la plantilla en una misma dirección, jugar siempre a ganar.
Superado con un acierto singular el descarte de Riquelme, ya no quedan manzanas podridas en la cesta, y el buen tino de lo responsables de los fichajes, con Rossi, Godin, Capdevila, Mavuva y Diego López, han puesto al submarino amarillo en la rampa de despegue hacia una competición que sin duda le va a reportar unas enormes satisfacciones, a poco que las lesiones no se ceben en ellos.
Al Barcelona, me atrevo a decir que su póker de ases, Ronaldinho, Eto’o, Henry y Messi, para sólo tres puestos, les puede traer muchos dolores de cabeza como no haya lesionados.
Ninguno de ellos va a aceptar un papel secundario en el protagonismo y lo mismo ocurrirá con Deco, que ya ha empezado a generar malestar.
Y es un equipo que no sabe digerir bien esas situaciones, como se demostró la última temporada.
El Madrid ha dejado de ser el equipo que al final montó Capello para querer convertirlo en una sinfónica llena de solistas, que individualmente son buenos pero hay que acoplarlos y todavía no han acabado de llegar.
Aunque tengo un concepto muy bueno de Schuster como entrenador, nadie le va a solucionar el acoplar el equipo, antes de final año como poco, y si no espabila antes y con suerte, cuando reaccione puede ser tarde. Sobre todo si tenemos en cuenta que los equipos del alemán, se caracterizan por tener un importante bajón físico, en las segundas vueltas.
No lo va a tener fácil, y pueden complicarle la existencia las urgencias histéricas del madridismo.
El Atlético de Madrid ha completado una plantilla excepcional y para mí va a luchar por entrar en Champions, al igual que el Sevilla, aunque en el caso de los hispalenses va a depender mucho de que se queden con Alves o no lo hagan.
Es un jugador determinante en su esquema, y de traspasarle, no creo que pasaran de la UEFA el año próximo.
Por fin, el Zaragoza también ha completado un plantel muy competitivo y los maños disfrutarán viendo jugar a su equipo, aunque como les suele ocurrir a los equipos de Víctor Fernández, les falte un poco de equilibrio defensivo, para optar a metas superiores.
A partir de ahí se va a abrir un hueco importante.
Quizás el Getafe, que ya está armado, tenga opción a acercarse a Europa, pero no creo que nadie más.
En esa zona de nadie se van a mover los restantes equipos y por debajo la lucha por la permanencia la vivirán Murcia, Valladolid, Almería, que son los tres recién ascendidos, y por el simple hecho de serlo han cambiado radicalmente sus plantillas y les va a costar acoplarlas.
Con ellos, Huelva y Santander considero que también van a pasar lo suyo para escapar del descenso, así como el Levante, que ha hecho una plantilla muy veterana y con pocas posibilidades de escapar de la quema.
Entre los siete primeros, y a pesar de mis deseos ya expresados, la verdad es que van a pelear por el campeonato, los puestos de Champions, los de UEFA y la Copa, y el margen va a ser estrecho.
No creo que entre el primero y el séptimo este año, haya una diferencia de más de 9 puntos, lo cual nos garantizará un interés insospechado durante todo el campeonato.
La Copa ha dejado de ser un torneo sin interés, ya que el Campeón del año próximo clasifica directamente para Champions y eso hará que nadie desprecie esa garantía, y todos peleen por el triunfo, añadiendo otro aliciente al año de fútbol.
Y a partir de mañana, ya me imagino flagelado, acosado y maltratado, por ese montón de amigos y contertulios, que son barcelonistas o madridistas, y que les resultará incomprensible pensar que el equipo del “polígono industrial de Burriana”, pueda quedar en una Liga por delante de ellos, e incluso sacarles de la Europa de los grandes.
Lo del Valencia, les resultará más aceptable, por haberlo sufrido ya dos veces en los últimos años, pero sería una humillación excesiva para ellos ver al Villarreal enseñándoles continuamente el sillín en el tour de la liga.
Nunca pretendí ser profeta, pero en este caso me alegraría enormemente de ver cumplidas mis profecías, aunque no quisiera en ningún caso que el Barcelona o el Real Madrid descendieran de categoría.
No me gusta que mis amigos sufran demasiado y a alguno de ellos le podría dar un soponcio.