Ciudadanos: ¡La Yenka en la política!

Quizás a las jóvenes generaciones, les suene la cabecera de esta columna a chino, pero para todos los nacidos antes de los años sesenta del siglo pasado, tendrá un sentido, por la letra que acompañaba a aquel ritmo que se impuso en aquellos años en España.

“IZQUIERDA, IZQUIERDA,

  DERECHA, DERECHA,

  ADELANTE Y ATRÁS

UN, DOS TRES”.

Ahora, más de medio siglo después de aquel  boom musical del verano de 1965 creado por dos hermanos holandeses residentes en Barcelona e inspirados en el folklore finlandés que apenas pudieron saborear las mieles de su éxito, ya que un accidente en Salou al regresar de un concierto, segó de raíz la vida de uno de los hermanos a las pocas semanas y acabó con la pareja Johnny and Charly.

Con ellos triunfó y murió prácticamente aquel ritmo del verano aquel, pero quedó impreso en mi mente y en la de muchos jóvenes de la época y de mi generación.

Y pensando en la brevedad del éxito y en los caminos inescrutables que acaban convirtiéndoles en fracasos, me ha venido a mí a la memoria ahora.

En este caso el dúo de Ciuddanos llamado al éxito hace relativamente muy poco tiempo, lo formaron Albert Rivera  e Inés Arrimadas y sin duda disfrutaron de sus momentos de gloria, pero en este caso, ha sido precisamente la letra y no la música de LA YENKA, lo que les ha abocado al más rotundo de los fracasos.

Nacieron como españoles y españolistas en un ámbito catalanista y antiespañol y con esa ideología centrista e imparcial lograron un éxito sin precedentes en Cataluña con la andaluza Inés como cabeza de lista, plantando cara a al catalanismo de derechas de Puigdemont y Mas, al de izquierdas de ERC y a sus apoyos de conveniencia de PODEMOS y PSC, ganándoles las elecciones.

Pero se sobrevaloró la capacidad de convicción de la joven Arrimadas, para ir a la política nacional, cuando su sitio aún no estaba allí, sino en Cataluña y en vez de vestir a un santo, desnudaron al partido tanto en Cataluña como en España, en el momento en el empezaron sus devaneos con derechas e izquierdas, queriendo cosechar votos en todos los pastos posibles.

Y eso les sirvió de muy poco y durante poco tiempo.

El centro es una línea muy fina y quienes intentan asentarse en esa línea, en España no tienen futuro, como se demostró con Adolfo Suarez primero y con su deteriorada “fotocopia” que ha sido Albert Rivera ahora.

Cansado, hastiado, harto de traiciones e incomprensión él dimitió y apoyó a Inés Arrimadas para sucederle.

¡Demasiado tarde forastero!

El daño ya estaba hecho y el partido trufado de intereses encontrados.

Todos querían utilizarle y ellos se han dejado utilizar tanto por el PP como por el PSOE, para hacerse daño entre ellos.

CIUDADANOS AGONIZA DESESPERADAMENTE

En mi opinión su final está ya decidido, pero seguramente morirá matando.

Sabe que no va a sobrevivir a las próximas elecciones, ya que perderá muchos votos por su flanco derecho que irán a manos del PP y por la izquierda a manos del PSOE.

Pero hasta que llegue ese momento va a intentar sacarle todo el dinero posible al Gobierno, para poder cubrir todas las deudas acumuladas por el partido, salvando las responsabilidades personales de quienes hayan avalado los créditos de las últimas campañas electorales.

Y la moneda de cambio pueden ser los Gobiernos en coalición del PP y Ciudadanos, tanto en Andalucía, como en Madrid, Murcia o incluso Castilla y León.

Ello podría llevar a elecciones anticipadas en todos ellos o a mociones de censura en caso de no poder convocarse elecciones en esas circunscripciones por imposibilidades legales si las hubiera.

Y de llegar a ese punto, probablemente también a la convocatoria de elecciones generales,  de producirse ese divorcio latente, entre CIUDADANOS y casi todos los apoyos o socios de Gobierno de  PSOE-PODEMOS.

Lo más triste de todo, es que no hay opciones positivas para Ciudadanos.

Se han equivocado demasiadas veces, haciendo esos saltos estratégicos a izquierda y derecha, para que nadie pueda fiarse de ellos al depositar el voto.

Unos votaran al PP y otros al PSOE, pero todos sabedores de que el voto a los naranja, es un voto que iría directamente a la basura, ya que para ellos los escaños costarían ahora según estimaciones socio métricas en algunos casos más de 120.000 votos y a ese precio no se llega a ningún destino.

Lo siento, porque la idea no era mala, pero su estrategia no ha podido ser peor manejada, por dos personajes que me han decepcionado profundamente.

Inés Arrimadas y Edmundo Val, que se han quedado solos y abandonados a su suerte.

Tenían un valor político, que ellos se han encargado de dilapidar,  por no saber lo que son, ni a dónde quieren ir.