Catalanes, “catalinos” y “catalibanes”
Como consecuencia de mi última columna, una vez más me veo obligado a distinguir estas tres categorías de ciudadanos, que conviven cerca de nosotros en las Comunidades Valenciana, Catalana y Balear.
CATALANES
En Cataluña, como es natural están los catalanes, ciudadanos ejemplares por lo emprendedores, trabajadores y responsables y en general son gente que pueden tener un profundo sentimiento catalán ya sea entroncado en la unidad de España, o con cierto sentido nacionalista, pero cuya sensatez y visión de la realidad que les rodea así como el conocimiento de su Historia sin manipulaciones ni falsedades les hace distinguir absolutamente lo posible de lo imposible.
En su mayoría son conocedores de su realidad histórica y conscientes de que todas las veces que algún aventurero visionario, ha querido emprender el camino que ahora pregonan y gritan a los cuatro vientos los “Catalibanes”, han terminado fracasando, generando un conflicto bélico de mayor o menor gravedad y han acabado “el rabo entre piernas” y la sociedad catalana arruinada y desprestigiada.
La mayoría de los auténticos catalanes, son esa gente, sensata, trabajadora y poco dada a las locuras.
CATALINOS
Estos ciudadanos, son aquellos que habiendo nacido en la Comunidad Valenciana o en la Balear, lloran todos los días el hecho de no haber nacido en Cataluña, y como consecuencia de ello reniegan de su lengua y en un rasgo de extrema generosidad pasan a considerarla benévolamente como un “dialecto” de la lengua catalana.
Abogan por la cuatribarrada aragonesa (a la que ellos llaman catalana) como bandera de unos inexistentes Països Catalans (en los que integran tanto a Cataluña como a las Islas Baleares y a la Comunidad Valenciana) y muestran una evidente predilección por la “Muixaranga de Algemesí”o “Els Segadors” despreciando a nuestro Himno Regional, porque empieza “Per ofrenar noves glories a Espanya”.
Ellos reniegan de su condición de valencianos, baleares y españoles, y “eixes glories li les ofrenarien “ a una Cataluña, tan respetable como respetuosa debería de ser ella con nosotros los valencianos y baleares y con nuestras Comunidades.
Como explicaba “Vigorhumus”, en mi anterior columna, imagino que tanto él como yo y la inmensa mayoría de la gente de nuestra generación (ahora entre los 60 y los 70 años) hablamos perfectamente el valenciano de nuestros padres y abuelos, ese mismo valenciano que también suelen hablar los “catalinos”, aunque ellos escriban en catalán, y nosotros nos neguemos a hacerlo, porque no es nuestra lengua.
Yo puedo escribir perfectamente en el mismo valenciano que he hablado y escrito (ahora me dirían que muy mal escrito) toda mi vida, y el que he leído en mil textos publicados entre 1911 y 1950 que afortunadamente tenía en la casa de mis padres hasta que la riada de 1980 de Carcagente y Alzira se los llevo todos lamentablemente.
Pero me niego, porque mi valenciano según ellos es “subnormal”, después de haber “normalizado” ellos el barceloní como lengua catalana en la Comunidad Valenciana, y en la Balear, según he podido constatar esta última semana allí, en Mallorca.
CATALIBANES
Si aquí los catalanistas engañaron y manipularon al Padre Fullana, haciéndole creer que pretendían unificar Balear-Catalán y Valenciano, buscando elementos de coincidencia, allí hicieron lo mismo con su mejor filólogo, Mosén Antoni M.Alcover, hasta el punto de que después de colaborar con el químico Pompeu Fabra en el primer Congreso de la Lengua Catalana en 1906 se le nombró Presidente de la Sección Filológica del Institut d´Estudis Catalans (IEC) a fin de poner las bases de la primera codificación lingüística del Diccionario dialectológico Catalán-Valenciano-Balear, al que Alcover aportó casi un millón de unidades lexicografitas, que muy poco tuvieron que ver con el improvisado y escasamente científico Diccionario de Pompeu Fabra, que impuso su” proyecto dialectal barceloní” que es el que ahora nos imponen a las tres Comunidades Autónomas.
Y precisamente por eso Mosén Alcover antes de su dimisión como Presidente de la Sección Filológica del Institut d´Estudis Catalans, en 1913 pronunció esta frase lapidaria:
“Quin dret ni categoría literaria té es catalá demunt es balear, o es valenciá? Absolutamen cap.”
Y por eso el 30 de Diciembre 1918 el mismo Alcover envió una carta abierta a La Vanguardia Balear, denunciando que el IEC era “el inimic de la llengua de ses Balears i Regne de Valencia i de totes les comarques de la Catalunya espanyola i francesa, que no s´acomoden ni se sudjecten an el catalá bordissenc de Barcelona-han acabat per ferme impossible la vida de President fent l´obtrucció mes obstinada i selvatje al Obra del Diccionarí, vexjantme de la manera mes indigna”.
Todo eso ha aparecido publicado la semana pasada en la prensa mallorquina, con motivo de que el Alcalde de Manacor,(catalino) ha querido hacer de este año, “el Año Alcover”, a través de la OCB (Obra Cultural Balear) que es el equivalente a Acció Cultural del Pais Valenciá de Eliseu Climent en las Baleares, como instrumento del pancatalanismo mallorquín.
Y automáticamente, los biógrafos y estudiosos de la obra e historia de Alcover han puesto el grito en el cielo, aportando todos los datos de las declaraciones y publicaciones del cura manacorí, significando su oposición a la despersonalización de la lengua y cultura balear a cargo del catalanismo barceloní.
Pues bien, en términos generales los CATALIBANES, son unos homínidos nacidos en Cataluña o acomplejados por no haber nacido allí, que suelen caminar erguidos, menos cuando se agachan a coger las subvenciones, o los tratos de favor que les llegan de Barcelona a los que no son nacidos allí, o a los catalanes, los procedentes de España.
Cuando alguien rebate con argumentos sus teorías, se limitan a llamar ”feixista” a quien lo hace, y si el injuriado interlocutor les responde con otro insulto, el “cataliban” recurre al victimismo cínico de llamar “maleducat”, a quien le responde.
Se queja del “imperialismo español” pero inventa su propio imperio al que llaman “Països Catalans”.
Denuncian constantemente el nacionalismo español, considerando bueno y legitimo al nacionalismo catalán, sin querer entender que España siempre ha sido una nación, y Cataluña un condado aragonés antes y después una región española.
Boicotean los productos etiquetados en el resto de España, pero se indignan cuando en el resto de España, bicotea el cava catalán.
Su número mágico es el 3. TV3, Canal 33 y 3% de mordida corrupta para sus clases políticas.
Y como punto final, sienten especial predilección por el fuego, por eso se pasan la vida quemando las fotos del rey, las banderas de Francia y España, los ejemplares de la Constitución y acuden anualmente con antorchas a una procesión nocturna para homenajear al golpista Lluis Companys.
Ya verán, como algunos de ellos no pueden controlar su irrefrenable impulso de insultarme y llamarme “feixiste”, como de costumbre.
De entre ellos, los que me conocen saben que siempre hablo valenciano, pero no perderán ocasión de decir que no escribo en “su lengua”.
Ahora ya conocen Vds. mis razones.
Su lengua no es la mía.
“Io parle el matéix valencià que tots ells, pero ells escriuen en catalá, i io me negue a renegar de la llengua de Ausias March, de Tirant lo Blanch (els dos en ch)… i del meus pares, entre atres raons, perque estic casat en una Blanch (en ch) mes bonica que un sol”
Osea que los catalanes cuando la sentencia os es favorable, apelais al cumplimiento de la misma. Si la sentencia no os interesa, pasais sencillamente de ella. El Consell Valenciá por lo menos hace uso de su derecho legítimo intentando por vía judicial que se reconozca una injusticia por culpa del imperialismo catalán. Pero la Generalitat catalana simplemente ignora las sentencias del TS respecto de la inmersión lingüistica y se las pasa por el forro. Y sobre eso ya no te pronuncias. Ahi el TS está equivocado según tu parecer. Siempre igual, si el TS dice lo que yo quiero es justo, si no injusto y no hago caso. Si quereis justicia teneis que empezar por acatarla vosotros mismos. Nadie que acuda a los tribunales para defender sus derechos hace el ridículo, eso solamente lo hacen aquellos que callan cuando les interesa.