Del “Brexit” al “Process”
Me han decepcionado totalmente los gerifaltes independentistas catalanes desde el principio, aunque yo nunca espere nada inteligente por su parte, no obstante su absurda cobardía durante el Juicio, les descalifica totalmente para el futuro.
A los presentes, por su empeño en negar lo evidente y pretender eludir sus responsabilidades cada uno de ellos personalmente, para hacerlas recaer en otros e incluso en último término en la España Constitucional, que se empeñó en llevarles ante la Justicia, por todos los delitos (posibles y casi evidentes) llevados a cabo por ellos.
A los ausentes porque esa misma cobardía, acentuada hasta un grado máximo, ya la habían demostrado cuando huyeron como ratas al extranjero, después de haber llevado a cabo sus tropelías, convirtiéndose en prófugos de la Justicia Española.
Es decir han demostrado ser TRAIDORES Y COBARDES.
Puigdemont, Junqueras y sus colaboradores, al igual que Cameron y Theresa May y los suyos, se equivocaron.
A los ingleses, su ordenamiento Jurídico y Constitucional se lo permitía y el de la Unión Europea también y quisieron echar un órdago de farol, creyendo que sus conciudadanos no lo aceptarían y cuando se lo aceptaron se quedaron lívidos, porque ya no podían echar marcha atrás y las normas pre establecidas con la Unión Europea para su salida estaban perfectamente plasmadas y “el farol” les iban a costar un precio enorme, tanto al Reino Unido, como al resto de la Europa Comunitaria.
Desde hace dos años, cuando se dictó sentencia al tema con el resultado del Referendum del Brexit, el Gobierno del Reino Unido ha estado en continúa convulsión y tratando de deshacer el entuerto, pero ya era demasiado tarde, porque no se habían evaluado las consecuencias de su estupidez, antes de cometerla.
El camino a recorrer en dos años hasta la definitiva salida de la Unión Europea, no admitía atajos y el coste de la misma era estratosférico para sus conciudadanos y por eso no han dejado de reunirse para buscar otras salidas menos gravosas para ellos, como prorrogas cortas al acuerdo, o más largas e incluso la repetición del Referendum y por eso ahora se ven en un callejón sin salida y a expensas de lo que quiera ceder Europa, porque creo que ellos cederán todo lo que les pidan.
Pues muy bien, los Independentistas Catalanes, si les hubiera quedado algo de dignidad, deberían de haber asumido sus delitos (tanto los que están encarcelados aquí como los que siguen prófugos) pedir perdón a los ciudadanos españoles que viven en Cataluña (tanto independentistas como constitucionalistas) como al resto de los españoles y aceptar la sentencia.
Ellos querían conseguir ilegal e inconstitucionalmente su propio “Process” a imagen y semejanza del “Brexit”, cuando nada tenía que ver en ningún sentido una cosa con la otra, porque para decidir la Independencia de Cataluña no sólo deberían de votar los catalanes, sino todos los españoles, de acuerdo a nuestro sistema legal y constitucional y para salirse Reino Unido de la Unión Europea si había unos protocolos legalmente pactados, que lo permitían y cuyos pasos se siguieron escrupulosamente.
En los dos casos el error ha sido inmenso con unos costos económicos, sociales y laborales enormes.
Los responsables británicos lo han pagado o lo pagaran muy pronto con sus carreras políticas que se amortizaron a pasos agigantados, porque no hubo delito.
Los responsables catalanes, intuyo yo que lo van a pagar y algunos ya lo están pagando con privación de libertad antes o después si quieren volver a España, porque no tengo la menor duda de que los que hayan delinquido “no van a salir de rositas”, a menos que el actual Presidente del Gobierno sea elegido por los españoles por vez primera (¡Dios nos pille confesados!) en cuyo caso seguramente, llegaría a un cambio de cromos con esos delincuentes en base a “Presidencia del Gobierno por Indulto”, lo cual no es descartable dada la catadura ética y moral de D. Pedro Sánchez, si Dios no lo remedia.
Tanto los británicos como los españoles (y luego los catalanes) tendremos que recapacitar y pensar en manos de quienes dejamos nuestros futuros.
Por supuesto que ninguno de los personajes mencionados en esta columna, están capacitados ni siquiera para Presidir su Comunidad de Vecinos y precisamente por eso ahora estamos los ciudadanos británicos, españoles y catalanes pagando una factura de gastos descomunal, por culpa de esos majaderos e insensatos políticos en unos casos y ladrones y malversadores delincuentes en otros.
Hasta la semana que viene.