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Per Miguel Bataller
Columna de Michel - RSS

Análisis de las elecciones en la Comunidad Valenciana

    Tal como me comprometí a hacerlo en mi última columna, hoy quiero analizar los resultados electorales en nuestra Comunidad para tratar de llegar a las conclusiones que nos han llevado a estos resultados.

    Aquí, en nuestro entorno próximo, sí que ha ocurrido totalmente lo que yo pensaba y deseaba que ocurriese en toda España.

    El varapalo ha sido memorable y pese a haber enviado como cabezas de lista a dos ministros y un ex ministro, el Partido Socialista ha cosechado unos resultados impropios de quien detenta el poder en el Gobierno Central.

    Los valencianos sí que han sabido captar la poca consideración hacia nuestra autonomía por parte del socialismo y su olvido tanto en infraestructuras como en inversiones en la última legislatura.

    En Valencia y Alicante, con un 51,79% y un 52,56%, la mayoría ha sido absoluta, y en Castellón se quedó el PP en un 49,07%, muy cerca de ella.

    Muy pobre el resultado de Izquierda Unida, que si bien en Valencia llegó al 5%, ni en Alicante ni en Castellón se acercó al 4%, lo cual es el principio de su fin y su práctica absorción por el mismo PSOE.

    Lamentable pero cierto.

    Pero el fracaso más rotundo ha sido el del Bloc, que pese a haberse presentado conjuntamente con los disidentes de IU más Els Verts y algún grupúsculo más insignificante, sólo ha llegado a un 2% en Castellón, un 1,8% en Valencia y un 0,8% en Alicante, lo cual queda muy lejos de sus pretensiones y expectativas y viene a demostrarles que el “catalanismo” cada día tiene menos predicamento en la sociedad valenciana.

    Lo que yo llamo sistemáticamente “catalinismo” no socialista desaparece prácticamente difuminado en ese arcoiris de partidos catalanistas que ni individualmente ni en conjunto han sido capaces de despertar el menor interés en la sociedad valenciana.

    Su fin será unirse al PSOE, que desde la transición, con mayor o menor descaro, se ha sentido muy identificado con el “catalanismo cultural”, en la medida en la que a muchos de sus líderes les ha servido de sustento, de fuente de ingresos y de un “modus vivendi” que de otro modo nunca hubiesen alcanzado.

    Ahora, con Zapatero en el poder, esa tendencia se ha acentuado y en esa misma medida una sociedad históricamente socialista como la valenciana les ha dado la espalda y se convierte en la sociedad tipo de lo que representa el PP.

    El trabajo, la industrialización, la España productiva frente a la España de las subvenciones, del desempleo primado, del funcionariado como solución al paro y del “papá Estado” para solucionar el bien estar que debe de solucionarse cada ciudadano con su trabajo y su esfuerzo.

    Me siento cada día mas orgulloso de pertenecer a esa España y de ver como los valencianos valoramos todos esos criterios y tenemos situada a nuestra autonomía en las primeras líneas de crecimiento, de bienestar y de desarrollo, mientras en las autonomías que domina el socialismo desde hace muchas legislaturas no salen de su subdesarrollo histórico, y si no compárense los datos económicos nuestros con los de Andalucía, Extremadura o Castilla la Mancha, para saber quien gobierna y administra mejor.

    O más evidente aún.

    Estudien cómo ha evolucionado la Cataluña que dejó CiU hasta la que tienen actualmente por obra y gracia del “tripartito” y llegarán a la conclusión de que la que siempre había sido la Comunidad Autonómica más desarrollada del Estado se ha convertido en un nido de conflictos y de situaciones inexplicables.

    Gracias a la ineptitud para saber rentabilizar los enormes recursos económicos puestos a su disposición por el Gobierno central.

    El valenciano se ha “catalanizado” desde el punto de vista industrial y del desarrollo, en tanto que el “catalán” sufre actualmente en “síndrome del subdesarrollo andaluz” inevitable en cualquier sociedad gestionada por un socialismo más preocupado por la compra del voto que del bien estar de sus ciudadanos.

    Esto no es una opinión.

    Es un hecho incontrovertible en estos momentos, por lo que tengo que pensar que durante la próxima legislatura, sin una economía boyante como la que recibió el PSOE en 2004 y en plena crisis económica, nos esperan medidas similares a las que han venido aplicando en Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha en las últimas décadas, es decir muchos subsidios, muy poca productividad y ningún aliciente que motive al empresariado a reinvertir, con lo que el panorama lo veo muy poco prometedor.

    Lo siento pero es mi análisis, de lo que hemos vivido aquí, en la Comunidad Madrileña, en la Rioja y en Navarra e incluso en Baleares durante los gobiernos del PP, y su comparación con lo que han tenido las zonas más deprimidas del Estado bajo gobiernos socialistas.

    Una simple comparación nos dará la visión de lo que nos espera.

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    comentaris 4 comentaris
    Jo
    Jo
    16/03/2008 12:03
    Burriana, Burriana

    Burriana, Burriana, la de todos los días, la que vivimos, disfrutamos y también soportamos. Le propongo dar un paseo juntos por la ciudad y su término. Änimo!! Salga hombre de su Malvarrosa, vayámos al ambulatorio, al Colegio Iturbi, o al IES Llombai, aparcaremos en cualquier calle de Burriana, a su elección, pasearemos por la zona rural (si conseguimos esquivar los socavones de los caminos y no se nos come alguna serpiente), visitaremos el único hotel de Burriana, y también el antiguo camping (añorado por infinidad de Navarros y Maños que aún hoy lo lloran), visitaremos el frontón, el trinquet, el pabellón de la Bosca. Y después veremos quién tiene la cinta en los ojos o quien cobra.

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