El dúo Sánchez-Puig, letal para los intereses de la Comunitat
Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 han vuelto a dejar nuestra tierra a la cola en inversiones a nivel nacional. La Comunitat Valenciana recibe el 9,4% del total de inversión, una vez más, muy por debajo del 10,7% que nos correspondería por población.
Este irrefutable desagravio territorial por parte del gobierno de Sánchez ante la pasividad de Puig es especialmente sangrante en Alicante ya que la sitúan como la última provincia de España en inversión (la número 52). Puig no pinta nada y no exige lo que nos corresponde, y en lugar de responder de manera contundente se limita al silencio e incluso, lo que todavía es más grave, a justificarlo y a acusar a los demás de enfrentar. En el PPCV nos hemos sumado a organismos y asociaciones alicantinas que van a salir a manifestarse para reclamar lo que corresponde a la provincia de Alicante.
Pero el dúo Sanchez-Puig también ha incumplido otra de sus promesas para la Comunitat, ya que tampoco tenemos ninguna noticia de una mayor financiación autonómica. El gobierno de Sánchez ni siquiera ha sido capaz de presentar en estos años un borrador del modelo sobre el que sentar la base de la negociación para modificarlo. Mientras, la Comunitat Valenciana sigue siendo la peor financiada sin recibir el dinero que le corresponde por el coste efectivo de los servicios públicos. No puede ser que las cifras de financiación autonómica por habitante nos sitúen, una vez más, a la cola del conjunto de España.
A todo este ninguneo hay que sumar una voracidad fiscal ilimitada por parte de la pareja Sánchez-Puig. Mientras por un lado aseguran bajar los impuestos, forzados por la precampaña electoral, por otro lado, en realidad, continúan subiéndolos, pese a recaudar 1.800 millones de euros más en lo que llevamos de año en la Comunitat Valenciana. Esta misma semana en Les Corts el tripartito debate tres nuevos impuestos finalistas con la excusa del cambio climático: a los vehículos de tracción mecánica, a instalaciones industriales sobre la emisión de gases de efecto invernadero y un tercero a grandes establecimientos comerciales. También empieza la tramitación de la tasa turística que castiga al sector obligándole a subir precios. Y de los anuncios de Puig de rebajas fiscales nadie sabe nada. Ni una propuesta real, ni un papel.
El tripartito de izquierdas valenciano no tiene ningún peso ni en el gobierno, ni en sus propios partidos y sus representantes estatales. Ni siquiera Compromís, con la eterna promesa de Baldoví de “al año que viene”, es capaz de conseguir nada, regalando siempre su voto a cambio de nada.
Nuestra tierra no merece tanto desprecio. El dúo Sánchez-Puig está dando la espalda a la gente. Ya es hora de dar paso a un nuevo tiempo y que la Comunitat Valenciana tenga lo que se merece.