Salvar la sanidad pública
Llevamos tiempo denunciando la precaria situación de la sanidad pública por la nefasta gestión de Puig que ha provocado caos y colapso de servicios en atención primaria, en las urgencias, en los hospitales públicos y en las listas de espera.
Venimos advirtiendo que la sanidad pública se deteriora tras casi ocho años de inacción de Ximo Puig y que es necesario adoptar medidas urgentes, pero el Consell sigue haciendo oídos sordos a nuestras propuestas como si todo funcionara bien, más pendiente de cuestiones como primar el valenciano sobre los conocimientos técnicos en la contratación de profesionales que de mejorar la precaria situación.
La falta de planificación y la incapacidad para gestionar de Puig inciden directamente en el día a día de una atención deficitaria, a pesar de los esfuerzos de unos profesionales de la salud desbordados y sin medios. Los hechos demuestran que para este Consell, la salud de los ciudadanos no es una prioridad.
La realidad es que el tiempo de espera en Atención Primaria está entre los más altos de España, hay SAMUs que circulan sin médicos, listas de espera quirúrgicas interminables, nulos refuerzos, falta de medios y profesionales, déficit de camas, cierre de unidades, limitación de horarios en centros de salud, urgencias saturadas o desmantelamiento del CICU provincial.
Por eso, la primera decisión que tomaremos a partir de mayo será la creación de la Dirección General de Atención Primaria para desatascar el principal cuello de botella que hay en estos momentos porque no es tolerable una media de 15 o 20 días de lista de espera en los centros de salud. Además, blindaremos también por ley que el presupuesto anual para Sanidad sea, como poco, un 30% del total del de la Generalitat; estableceremos un plan de incentivos especiales para el personal en zonas de difícil cobertura; pondremos en marcha la norma 50 días para evitar la demora en la atención asistencial y, entre otras medidas, estableceremos un plan de captación, mantenimiento y dignificación de la profesión.
Tenemos claro lo que queremos hacer y cómo hacerlo. Cada vez queda menos para poder aplicar todas estas medidas en defensa de la sanidad pública. Sonríe porque ya se van. Ya viene el cambio.
