La realidad de la crisis
Oír hablar al presidente del Gobierno de lo bien que está mejorando la economía de este país, es como una burla para muchos españoles que ven día tras día y año tras año como se terminan las ayudas y no encuentran trabajo.
Hay dos colectivos muy afectados por el paro, el de los jóvenes y el de los mayores de 45 años.
Los jóvenes, esos que abandonaron los estudios porque se encontraban fácilmente trabajo, deben volver a estudiar para formarse y poder ampliar su búsqueda de empleo a otros sectores productivos. Sin embargo, miles de recién titulados acaban sus estudios y su primer empleo poco tiene que ver con su carrera, a no ser que acepten sueldos muy por debajo de lo que se merecen.
Y los mayores de 45 años, que además tiene familias a su cargo, que subsisten gracias a las ayudas de las organizaciones humanitarias, son otro colectivo muy azotado. Familias que no pueden pagar la luz, el alquiler, los libros de sus hijos y malamente pueden comer, tienen un alto riesgo de exclusión social y sin ayuda de las administraciones públicas no podrán cambiar su situación. Estos parados han buscado empleo hasta la desesperación y no lo encuentran por su escasa formación y su edad, por tanto además de aumentar su formación hay que incentivar a las empresas para su contratación.
Desde las administraciones públicas debemos hacer grandes esfuerzos para que estos colectivos puedan volver a la mundo laboral y no queden excluidos de la sociedad.