Alberto Fabra se ríe de la crisis
El Ayuntamiento de Castellón está en crisis. Pero no es la misma crisis que han causado las hipotecas subprime en Estados Unidos o la subida desaforada del precio del petróleo (por la maldita guerra de Iraq en la que nos involucró Aznar). La crisis municipal que está llevando a la institución al borde del precipicio es responsabilidad única y exclusiva de alcalde, Alberto Fabra, que está demostrando, un día sí y otro también, que no está preparado para gobernar una gran ciudad, con enormes expectativas de progreso y bienestar, como Castellón. Hace ya tiempo que fracasó como político y ahora fracasa como gestor, como principal responsable que es de la economía municipal.
Fabra se ha ido estos días a Bruselas a inaugurar una exposición. Con la que está cayendo, el alcalde ha preferido tirar la casa por la ventana y llevarse de paseo por Europa a tres concejales (y demás séquito). ¡Viva la Visa Oro! Está muy bien eso de presentar un Plan Municipal contra la Crisis para frenar el dispendio, pero si uno es el primer interesado en meterle la tijera al gasto corriente y convertir los números rojos en azules, lo que tiene que hacer es evitar los desmanes con el dinero público, el dinero de todos. Es una lección de Economía que se debe estudiar en la ESO. En valenciano, castellano o inglés. Como quiera el honorable (¿?) Font de Mora.
Pero el Partido Popular practica eso tan censurable del “haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago” y hunde más y más al Ayuntamiento en la miseria económica. Lamentable. Porque al final seremos los ciudadanos de a pie quienes tendremos que sacar la cartera y pagar, con más impuestos y más tasas, los platos rotos de Fabra & Cia. Desde el grupo socialista lo hemos alertado en el último año, así que a nadie le pillará por sorpresa.
El PP de Castellón ha entrado en una vorágine de despilfarro y endeudamiento que parece no tener fin, como la cinta de Moebius. El equipo de gobierno se ha endeudado este año en 19 millones de euros y acabaremos 2008 con un agujero de casi 90 millones de euros. Cree esta derecha irresponsable de Castellón que con ir al banco a pedir unos cuantos millones de euros está todo hecho. Así puede mandar cualquiera, otra cosa muy distinta es gobernar. Un verbo que el PP no ha sabido conjugar en 17 años.