Alberto Fabra nos ahoga con más impuestos
El alcalde de Castellón ha vuelto a demostrar que su palabra no vale un céntimo de euro. Alberto Fabra no dijo ni mu en la campaña electoral de su propósito de subir los impuestos, pero a la primera ocasión que tuvo nos pegó el sablazo. El año pasado las tasas e impuestos municipales se incrementaron hasta en un 15%. Desde el grupo municipal socialista ya denunciamos el atropello e instamos a Fabra a adoptar medidas alternativas para la contención del gasto público. Antes que meterle mano a la cartera a los castellonenses, lo que hemos pedido es que se pegue un tijeretazo al gasto corriente. Pero como si oyen llover.
Un año después de aquella tropelía, viene otro fabrazo. El alcalde se comprometió a que los impuestos no subirían por encima del IPC. Y le creímos. Pero sólo unas semanas después de presentar el Plan Municipal contra la Crisis decide aplicar una revisión al alza del 5,7%. Hay que ver el descaro que tiene el PP: en lugar de aplicar el índice del mes de septiembre, del 4,5%, el alcalde y su equipo económico han puesto las manos en la caja registradora y aplican el IPC más desfavorable al ciudadano, el interanual de la provincia de Castellón del mes de julio. Seguro que si el IPC de Zamora en febrero hubiera sido del 9,3% nos lo habrían colocado. Increíble y lamentable, pero cierto.
Las ciudadanas y ciudadanos de Castellón deben ser sabedores de este comportamiento abusivo del alcalde. En tiempos de dificultades como los actuales, los políticos debemos dar ejemplo de austeridad y de control máximo del dinero público. Lo fácil es subir los impuestos e ir al banco a pedir préstamos, que es lo único que el PP sabe hacer. Hay otras formas de gobernar menos traumáticas, pero Fabra no sabe/no contesta.