Los Salesianos (1960-1964)

La década de los 60 comienza a caminar en España con pasos más decididos que en los anteriores 50 y aparecen una serie de mejoras sociales y laborales que parecían impensables pocos años antes. Del rarísimo biscuter se pasa al popular y generalizado 600, la visita al casino se traslada a la cafetería, el pelo cortado a navaja pasa a ser melena y patillas que firmaría José María el Tempranillo, las campanas de las iglesias se transforman en pantalones campana, la palabra sexo comienza a asomar entre neblinas y dudas; las tardes de los domingos con cine y repetida pasan a ser discotecas con lote incluido ( el que podía ), pero, quizás el cambio más importante que se produjo fue el económico. El dinero comenzaba a tener forma y color y la gente aprendía a usarlo; bien o mal pero lo usaba.

Con el sistema estudiantil ocurre lo mismo. Se genera un cambio en la forma de administrar la educación que terminaría con la aparición de los institutos, los colegios concertados y otras formas de alimentar los cerebros de la juventud.

Yo, como muchos jóvenes de la provincia asistí en vivo y en directo al inicio de este cambio con el ingreso junto a mi hermano Salva en el colegio que los Salesianos tenían en Burriana. ( parece que era señal de economía boyante en Vila-real meterte interno en dicho colegio distante apenas 4 kilómetros de tu casa. También parece que se tenía en cuenta por parte de los padres de las “criaturas” la rígida educación y la proyección de futuro que conllevaba pasar por dicho centro ).

Relatar en el 2007 mi vida y milagros en los Salesianos puede sonar a película surrealista dirigida por un director iluminado y subvencionado, aparte de goteado con alcohol vía intravenosa, pero nada más cerca de la realidad; para ser más exacto la pura realidad son las pequeñas historias que vamos a compartir en estos minutos de escritura por parte de uno y de lectura por parte de otros.

La vida diaria en el colegio tenía un principio único e inalterable: ir a Misa, antes que desayunar, que también era sagrado pero con minúsculas. Por cierto la Misa era en latín con lo que para comenzar no estaba nada mal, ya que te embarcabas en el aprendizaje de idiomas con vistas al futuro. El respetuoso silencio solamente era alterado por las frases latinas y los ruidos de los noveles estómagos pidiendo socorro y alimentación. El desayuno no era para ponerse las botas, ni siquiera zapatillas, pero hacia que almacenásemos la suficiente energía para comenzar las clases. En mi caso, mi primer profesor fue, como para muchos otros D. Antonio Pastor, al que como todos los demás recuerdo con un cariño especial que perdurará el resto de mi vida. Con él hice segundo elemental, paso previo para adentrarme en ingreso y en bachiller. Primer cambio al llegar a bachiller: muchas asignaturas y profesores diferentes, algunos casi del calibre cualitativo de D. Antonio, pero otros con el listón humano y educacional tan bajo que les llegaba hasta la parte de la sotana que les tapaba los zapatos.

 

EJEMPLOS BUENOS Y MALOS

 

 

 

EJEMPLOS BUENOS.

 

D. Antonio Pastor. Respetuoso amable y justo con los castigos, práctica habitual y que tenían que estar al orden del día por la gracia de Dios. Raro fenómeno en aquellos tiempos, era una persona que sabía escuchar a los alumnos. Mi más sincero agradecimiento hacia él por los siglos de los siglos, amén. ( el amén es para crear ambiente ).

El padre Josechu el Vasco. Jovial, deportista y un algo de amigo de los estudiantes que en aquellos tiempos ya era bastante.

El padre Prefecto. No se si era bueno, pero como se dormía en las confesiones podía soltar todos mis pecados de carrerilla, solo se enteraba Dios y para mí eso era suficiente.

D. Roberto Roselló. Con él aprendí las bases del francés que luego me serviría para otros menesteres que ahora no vienen a cuento porque se pegarían de morros con los intereses eclesiásticos. Una persona afable, original y que encima, literalmente, no llevaba sotana.

 

Posiblemente hubiese más hombres buenos, que no lo dudo, pero mi memoria no está en algunas circunstancias para muchos trotes ni siquiera regada con varios litros de actimel.

 

EJEMPLOS MALOS ( NO PONDRE NOMBRES. PONERLOS VOSOTROS EN VUESTROS ADENTROS SI QUEREIS, Y SI NO, TAMPOCO PASA NADA )

 

• Un director ( con minúscula, las mayúsculas son signo de señorío entre otras cosas. ). Mi madre perdió un hijo, que hubiese sido mi segundo hermano, durante el parto y el “señor” director no accedió a la petición de mi padre a que saliésemos Salva y yo del colegio para ver a mi madre que necesitaba en esos momentos la presencia a su lado de sus dos hijos vivos. Por cierto, era domingo y no había clase. Premio para el individuo artista secundario y nefasto de esta corta pero triste historia.
• Un jefe de estudios ( creo ). Durante el mes de mayo se celebraba el mes de María y en las aulas se confeccionaba un altar y una imagen de la Virgen que a fin de mes se sorteaban entre los alumnos. Un año tuve le suerte y el honor de que me correspondiera a mí la imagen de María; estando en el patio llevando orgullosamente de la mano a María Auxiliadora me acerqué al jefe de estudios para enseñársela y que compartiese mi suerte. Mi suerte fue compartida de una forma muy original: el jefe de lo que fuese tomó a la Virgen de su mano y me la estampó contra mi cabeza, partiendo a la virgen y dejándome a mí con un quebradero de cabeza físico y psicológico. Mi padre, con paciencia y pegamento imedio, devolvió a María su virginidad física y estética. Ora pro nobis. Una pista para ayudar a desvelar la identidad de semejante elemento: Si le apodásemos “el cojón”, sería soez (qué fino), pero no estaría mal expresado. Cristóbal Colón hizo uno famoso y el caballo de Espartero tenía un par de tamaño extraordinario.
• Un cacho cura. Amante del baloncesto, nos hacía crecer en altura para ser buenos y efectivos jugadores de una manera muy “sui géneris”: cogiéndonos de las patillas y venciendo la ley de la gravedad nos dejaba en quasi-éxtasis sin apenas tocar el suelo. Para que el contacto del balón con las manos fuese más directo nos hacía juntar los diez dedos y los visitaba con una regla de madera que, al hacer contacto con la joven carne y los jóvenes huesos, nos hacía llorar de alegría por la gracia de Dios. La pista está al principio, muy al principio.

 

 

Vamos a alejar el mal sabor de boca que nos habrá dejado las últimas palabras escritas y leídas condimentando el artículo con imágenes de esos años de internado que nos harán viajar en el tiempo y reconocer algunos lugares y algunos rostros.

 

Con mi hermano Salva en el patio luciendo la moda primavera-verano en ropa y calzado. Si os fijáis en la imagen, os daréis cuenta de que con el paso de los años las cosas han cambiado. En la foto, el va descamisado y yo con pajarita lucida elegantemente; hoy por hoy es él el elegante y yo el descamisado ( que viene de camisetas )	Aquí aparecemos acompañados por Betoret ( sigo creyendo ). El futuro ya se estaba construyendo; Betoret fue con el paso del tiempo creador del programa CAIGA QUIEN CAIGA. El Gran Wayoming o como se escriba, era su secretario personal.
Salva con Dimas Ballester luciendo “cachas” en el patio. La tapia, los árboles y la portería de balonmano ( el fútbol sala aún no se había inventado ) recrean la imagen de los dos jóvenes estudiantes.	Supongo que es la playa de Burriana ( la tuea mar, bonica ). Nuestro acompañante espero que siga llamándose Muñoz y siga siendo tan majo como lo era de jovencito. En el lateral derecho, pegadito a la línea de la foto y de pie, asoma José María Ibáñez, de Artana. Hoy en día le va todo sobre ruedas; todos los camiones que veáis por la carretera que pongan J M I son suyos. Un abrazo de parte de Salva y mío, José María.
A la entrada del Colegio, dos fenómenos de la naturaleza: Juanvi Fortea y Salva Verdeguer. Ellas ya los miraban anonadadas anticipando lo que vendría con el tiempo. Se rumoreó durante un tiempo que el Beatle Paul pedía consejos musicales a Salva y que Laudrup y Shuster asistieron en su juventud a Campus futbolísticos que dirigía Juanvi. Donde hay rumores siempre pueden existir realidades.	Esta formación se la sabía todo el colegio de carrerilla : GOZALBO, CABEDO, VENTURA, VERDEGUER Y DEL ALAMO. Lo que se perdió la NBA por no enviar por la zona a sus ojeadores.

 

 

 

 

 

Esto es solamente un pequeño rincón de la gran sala que fue y es la historia del colegio de los Salesianos de Burriana; sacar conclusiones sobre si fue positivo o no el paso por dicho centro creo que ya ha tenido su fecha de caducidad; recordar a las gentes, buenas y malas, que pasaron por él sí debe ser un buen ejercicio para la mente y para el corazón porque la memoria es tan lista que fortalece los buenos recuerdos y difumina los malos. Una de las cosas por las que me siento muy bien en Burriana es porque en cualquier mamento, paseando por la ciudad, se me acerca alguien y me dice : ostras, tú eres Verdeguer el de los Salesianos. Y nos ponemos a contarnos “batallitas” acompañados de un buen café.

Nos escribimos y nos leemos un día de estos. Un abrazo.

 

23 DE FEBRERO DE 2007 ( ES CASUALIDAD PERO HOY HACE 26 AÑOS QUE EL TIO DEL BIGOTE DIJO COÑO Y OTRAS COSAS ).

 

DOCTOR CARAJILLO.