La mercantilización de la solidaridad
Este artículo sigue la senda de los anteriores en relación a la privatización de la Solidaridad. En anteriores artículos me he centrado en realizar un breve análisis de cómo la inacción de los gobiernos han provocado una velada privatización de la solidaridad y las consecuencias que para muchas personas puede tener esta privatización, no obstante creo que debo abundar en este tema que por desgracia no está ocupando muchas líneas en casi ninguna parte.
Pero en el artículo de hoy, me quiero centrar en otro concepto que está íntimamente unido a la privatización de la solidaridad y es su mercantilización. Me intentaré explicar con un rápida comparación. Como todos/as podemos observar la sanidad se ha convertido en objeto de intercambio comercial, un valor que se compra y se vende, así de esta forma podemos ver como en los anuncios en los medios de comunicación cada empresa vende salud por determinada cantidad de dinero al mes.
No estoy en contra de que existan estas empresas, pero mi pregunta es, por qué el mercado sanitario se ha disparado en los últimos años en España, la respuesta es clara los recortes, que ha supuesto la degradación y la privatización de áreas de la sanidad pública ha comportado que las personas que se lo puedan permitir abonen seguros privados para evitarse padecer un servicio público cada día más degradado. Debemos volver a una gestión enteramente pública de la Sanidad.
Pues bien con la Solidaridad sucede tres cuartas partes de lo mismo. Seguramente habremos visto en la Televisión (siempre imágenes, nunca voz), a un buen número, y cada día más, de ONG’s que se anuncian, apelando a los sentimientos que todos tenemos, para que ayudemos al prójimo desvalido y que casi siempre se suele identificar con niños.
Si una ONG te dice que un niño se está muriendo de hambre, ese mismo niño que te enseñan en la imagen, lo enfocan, sus ojos se clavan en la pantalla de tu TV y la voz en off te dice que tú ayuda podrá salvarlo, qué debes hacer ¿no hacerlo?, recuerda que solo por 10 euros al mes puedes salvar a ese niño. El mensaje ya está lanzado, los hay todavía más salvajes, perdón por la expresión, hay anuncios de ONG que nos muestra la pobreza y la miseria en la que viven esos niños, pero no para la denuncia sino para la donación.
Y es que la propagación de las ONG con mentalidad empresarial se está convirtiendo en una regla, las ONG ven consumidores donde antes veían ciudadanos/as a los/as que concienciar, ven donaciones donde otrora veían denuncias. Todo esto es consecuencia de la privatización de la Solidaridad, la desaparición de las ayudas a los proyectos de muchos presupuestos públicos han provocado que muchas organizaciones hayan recurrido a la financiación privada.
La financiación privada proviene, por una parte de, empresas que aportan dinero a las ONG para desarrollar proyectos en los que están interesadas, con todo lo que ello supone, y por otro lado, de las donaciones individuales de miles de personas que aportan un pequeña cantidad mensual para ayudar a paliar situaciones de extrema necesidad.
Con todo esto que digo, no quiero trasladar la idea de que esté en contra de las ayudas privadas a las acciones solidarias, cada uno con su dinero puede hacer lo que más le plazca, pero creo que los gobiernos municipales, autonómicos y central, deben organizar y dirigir, deben implicarse e intervenir, si no fuera así iremos por un camino donde la privatización de la Solidaridad será irreversible y entonces todo se habrá perdido.