Por una nueva mentalidad económica
Ante la situación imperante en nuestras administraciones, singularmente en la central, de gastar ilimitadamente y de endeudarnos irresponsablemente, debe apostarse por la responsabilidad, el equilibrio presupuestario y la ortodoxia económica.
El modelo actual tiene las consecuencias conocidas de elevación de impuestos, expulsión de la iniciativa privada de los bancos y masivo desempleo, que hemos padecido con las dos etapas de gobierno socialista.
¿Qué supone para las administraciones un modelo más liberal? Tan solo el traslado de las virtudes privadas del ahorro, la austeridad, y el esfuerzo al sector público.
Solo mediante este viraje, del que se están dando los primeros pasos, se logrará que las previsiones, tanto públicas como privadas, de honda recesión, en 2012 y 2013 para España, no tengan lugar.
Da igual que sea el banco Citigroup, la OCDE o Merrill Lynch, todos anuncian estos días que a España nos espera para los dos años próximos una crisis mucho peor que la de de 2008 y 2009, de la que aun no hemos salido, y que si nada cambia en dos años estaremos en los seis millones de parados.
Esto supone que todo debe cambiar, y el camino es el mismo que estamos transitando en la Diputación de Castellón con Javier Moliner, con la reducción en solo 18 meses del endeudamiento en 20 millones de euros, con un presupuesto para 2012 con 11 millones menos que el anterior y una reducción en la plantilla de 17 personas.
Es esta la única vía para un arreglo económico en el ya están las comunidades autónomas, de hecho, con los nuevos gobierno populares, en el último trimestre, sus cuentas han dado ya superávit.
Que Mariano Rajoy pida a los representantes de sindicatos y empresarios que durante las navidades lleguen a un acuerdo, forma parte de este deseo inaplazable de cambiarlo todo con premura para evitar que se cumplan los pésimos augurios.
Tiene arreglo, pero el tránsito hacia una mentalidad económica mas responsable, emprendedora y liberal resulta indispensable.